Lazo azul claro para concienciación sobre el cáncer de próstata. (iStock)
Los resultados muestran un rápido aumento de la incidencia en paralelo con la adopción de pruebas de antígeno prostático específico (PSA), que hasta ahora eran predominantemente oportunistas
Las tasas de cáncer de próstata en toda Europa desde 1980 podrían indicar un sobrediagnóstico. Así lo asegura un nuevo estudio publicado este miércoles por la noche por la revista BMJ.
Describen los investigadores que el sobrediagnóstico se refiere a la detección de cánceres inofensivos que es poco probable que causen síntomas o la muerte durante la vida de un paciente, lo que puede conducir a tratamientos innecesarios, impactos negativos en la calidad de vida y desperdicio de recursos de atención médica.
Los resultados muestran un rápido aumento del número de casos nuevos junto a la adopción de pruebas de antígeno prostático específico (PSA), que hasta ahora eran predominantes. Sin embargo, las tasas de mortalidad durante 1980-2020 fueron mucho más bajas y menos variables, con descensos constantes en la mayoría de los países y menos diferencias entre ellos.
Esta divergencia entre la incidencia de la enfermedad y las muertes sugiere que la intensidad y cobertura de las pruebas de PSA ha sido un factor crítico para las tendencias crecientes en Europa, lo que refuerza la necesidad de minimizar los daños del sobrediagnóstico.
Esto sería relevante para la posible implementación de programas de detección del cáncer de próstata en toda la población, que, de hacerse realidad en el futuro, deberían estar cuidadosamente diseñados y planificados para minimizar y monitorear los daños del sobrediagnóstico en la población.
Las pruebas de PSA no reguladas y oportunistas han sido, y siguen siendo, habituales en Europa. El Plan de Lucha contra el Cáncer de la UE propuso recientemente una nueva estrategia para los programas de detección del cáncer de próstata, pero se necesitan datos de referencia sobre los niveles y las tendencias en los resultados de esta enfermedad antes de introducir nuevos enfoques.
Los mayores aumentos de la incidencia se dieron en el norte de Europa, Francia y los países bálticos, especialmente en Lituania
Para ello, los investigadores obtuvieron datos sobre las tasas de incidencia anual de cáncer de próstata en hombres de 35 a 84 años en 26 países europeos entre 1980 y 2017, así como datos de mortalidad entre 1980 y 2020. También llevaron a cabo una revisión de estudios sobre la aceptación de las pruebas de PSA en 12 países europeos.
Descubrieron que los casos aumentaron más del doble en la mayoría de los países entre 1990 y 2017, en paralelo con la adopción de la prueba de PSA, aunque el ritmo de aumento varió mucho entre países y a lo largo del tiempo.
Los mayores aumentos de la incidencia se dieron en el norte de Europa, Francia y los países bálticos, especialmente en Lituania, donde se multiplicaron por ocho. La diferencia entre las tasas de incidencia más altas y más bajas en los distintos países osciló entre 89,6 por 100.000 hombres en 1985 y 385,8 por 100.000 hombres en 2007.
En cambio, las tasas de mortalidad fueron mucho más bajas en términos absolutos: de 12 (Ucrania y Bielorrusia) en 1981 a 53 (Letonia) muertes por cada 100.000 hombres en 2006. La diferencia entre las tasas de mortalidad más altas y más bajas entre países osciló entre 23,7 por cada 100.000 hombres en 1983 y 35,6 por cada 100.000 hombres en 2006.
Considerando todos los países y períodos, hubo una variación de hasta 20 veces en la incidencia del cáncer de próstata, pero solo una variación de cinco veces en las muertes. Se trata de un estudio observacional, por lo que no se pueden sacar conclusiones firmes sobre causa y efecto, y los investigadores señalan varias limitaciones que significan que los hallazgos deben interpretarse con cautela.
"La alta incidencia actual del cáncer de próstata en muchos países puede estar inflada por pruebas de PSA no reguladas y oportunistas"
Sin embargo, afirman que estos resultados "deberían ayudar a mejorar la comprensión del efecto de las pruebas de PSA sobre la incidencia y la mortalidad en Europa al destacar patrones consistentes en todos los países". "La alta incidencia actual del cáncer de próstata en muchos países puede estar inflada por pruebas de PSA no reguladas y oportunistas que sirven para enmascarar cualquier variación debida a factores causales y pueden ser indicativas de sobrediagnóstico", explican.
"El seguimiento y la evaluación cuidadosos de los beneficios y los daños, incluido el sobrediagnóstico, serán esenciales para la posible aplicación de las directrices de la UE y la posible introducción de la detección del cáncer de próstata en toda la población", narran los autores del artículo.
Reacciones de los expertos
"El estudio es de buena calidad y está en línea con la evidencia que ya conocíamos. El cribado masivo del cáncer de próstata con PSA únicamente produce cambios en la incidencia de dicha enfermedad, poco o ningún cambio en la mortalidad por cáncer de próstata y tiene un efecto nulo sobre la mortalidad por todas las causas (mortalidad global), ya que no aumenta la esperanza de vida", comenta Marcos Luján Galán, jefe de la Unidad de Urología en el Hospital Infanta Cristina e investigador en la rama española del European Randomized Study of Screening for Prostate Cancer, a la agencia SMC.
"El futuro del cribado pasa en estos momentos por incluir pruebas que reduzcan el sobrediagnóstico, como el uso de la resonancia magnética (aunque su viabilidad en términos de costes puede ser una limitación). Los estudios que validan las estrategias de cribado en cáncer de próstata requieren un tiempo de seguimiento largo (por ejemplo, menos de 10 años), por lo que tardaremos en ver resultados (si estos se producen)", añade.
Alimente
Por su parte, Rafael Marcos-Gragera, médico epidemiólogo en la Unidad de Epidemiología y Registro de Cáncer de Girona del Instituto Catalán de Oncología-Plan Director de Oncología, describe que se trata de un estudio que analiza las tasas de incidencia de cáncer de próstata utilizando datos consolidados de registros poblacionales de cáncer publicados en el Cancer Incidence in Five Continents y datos de mortalidad proporcionados por la OMS: "El enfoque del estudio y la calidad de los datos utilizados lo posicionan como un análisis robusto y bien fundamentado".
"El estudio destaca un aumento dramático en los casos de cáncer de próstata en Europa desde 1980, con variaciones entre países, atribuido principalmente al uso generalizado de pruebas de PSA. No obstante, este incremento en diagnósticos no ha ido acompañado de un aumento proporcional en la mortalidad, lo que sugiere que muchos de los cánceres detectados podrían ser inofensivos y no habrían impactado la vida de los pacientes si no se hubieran diagnosticado, indicando un posible sobrediagnóstico. Este sobrediagnóstico conlleva riesgos como tratamientos innecesarios, deterioro en la calidad de vida y un uso ineficiente de los recursos sanitarios", manifiesta Marcos-Gragera a SMC.
"Estos hallazgos están en línea con estudios recientes realizados en España que documentan un aumento en la incidencia de cáncer de próstata hasta 2003, seguido de una disminución atribuida a la reducción en la determinación oportunista de PSA. Además, se observa un descenso progresivo en la mortalidad y un aumento en las tasas de supervivencia entre 1994 y 2018. Este análisis es especialmente relevante para la posible implementación de programas de detección de cáncer de próstata a nivel poblacional. Si se considera su introducción en el futuro, dichos programas deberán ser diseñados con cuidado para minimizar y monitorear los efectos adversos del sobrediagnóstico en la población", concluye.