Las tormentas eléctricas esconden varios peligros importantes
(EFE/Cati Cladera)
Un reciente estudio ha asociado la probabilidad de que se formen granizos de grandes dimensiones con el calentamiento global. Los resultados se sustentan también en cifras económicas
El calentamiento global y el cambio climático está haciendo que en España y en muchos otros lugares del mundo se experimenten fenómenos meteorológicos extremos. Por ejemplo, a lo largo del mes de agosto de 2024 hemos podido ver cómo las olas de calor se alternaban con lluvias torrenciales, las cuales se tradujeron en graves inundaciones en lugares como Baleares.
Tampoco se debe olvidar al huracán Beryl, cuyo paso por varias islas del Caribe y por México fue devastador. Hasta la fecha, nunca se había registrado un huracán de categoría 5 a principios del mes de julio. Algo que, según los expertos, puede ser el anticipo de una temporada de huracanes “temible”, como ya contamos en El Confidencial.
Sin embargo, un estudio recientemente publicado en la revista Nature afirma que el mayor peligro del cambio climático pueden no ser las inundaciones causadas por las lluvias torrenciales ni por los huracanes y tifones. En su lugar, alerta del incremento en el tamaño del granizo que se producirá en las zonas con climas cálidos como consecuencia del calentamiento global.
La probabilidad crece hasta un 75 %
El estudio, que ha sido liderado por científicos de la Universidad del Norte de Illinois, proyecta que la frecuencia con la que caerán bolas de granizo con un diámetro de 3,8 centímetros o más se incrementará entre un 15 % y un 75 % en función de la cantidad de gases de efecto invernadero que los seres humanos emitan a la atmósfera.
El granizo se forma en las tormentas cuando fuertes corrientes ascendentes de aire cálido y húmedo elevan gotas de agua hacia las partes más frías de la atmósfera. A medida que estas gotas suben, se enfrían y se congelan, formando pequeños granos de hielo. Si las corrientes ascendentes son lo suficientemente fuertes, estos granos de hielo son empujados hacia arriba y hacia abajo dentro de la nube, acumulando capas adicionales de agua que se congelan al instante. Este proceso continúa hasta que el granizo se vuelve demasiado pesado como para que las corrientes lo mantengan en el aire.
La razón por la que el cambio climático hace que las bolas de granizo sean más grandes es sencilla: las temperaturas más elevadas proporcionan más energía a dichas corrientes ascendentes, de modo que el ciclo por el cual la bola de hielo sube y baja dentro de la nube se repite más veces y le permite adquirir más capas. Así lo explicó Victor Gensini, autor principal del estudio, en una entrevista concedida al medio NBC News.
El artículo de NBC News va un paso más allá asegurando que el granizo de grandes dimensiones ya se ha convertido en uno de los riesgos climáticos más costosos de los Estados Unidos. De hecho, las primas de seguros de vida y hogar son más caros en aquellos lugares especialmente propensos a sufrirlo. Para dar fe de ello, también ha entrevistado a Steve Bowen, director científico de Gallagher Re.
“Actualmente, el granizo representa entre el 50 % y el 80 % de las reclamaciones presentadas por pérdidas económicas relacionadas con las tormentas eléctricas”, asegura Bowen al respecto. En este sentido, también indica que el granizo ha sido responsable de pérdidas económicas “de entre 31.000 y 49.000 millones de dólares” en lo que llevamos de 2024 dentro de Estados Unidos. Por su parte, las tormentas tropicales, los huracanes y las inundaciones “solo” han generado “14.000 millones de dólares en daños”.