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La demanda cita el menospreció a "un hispano" que 'The New York Times' vincula a Banderas y un vecino denuncia a la comunidad del legendario edificio de Manhattan por su racismo al descartar a nuevos residentes.
El lío se organiza de puertas hacia afuera. Pero detrás de la fachada tampoco faltan enredos.
Hace unos meses, los vecinos del Dakota, el edificio residencial más famoso de Nueva York, denunciaron que estaban hartos de que autobuses cargados de turistas pararan frente a su casa.
Territorio de mitómanos. Han pasado tres décadas de su asesinato y la sangre de John Lennon, derramada en este portal de la calle 72, en el Upper West, cerca del Central Park, aún sigue atrayendo a legiones de dráculas que quieren hincarle el diente a la Gran Manzana. Este enero, y pese a la vigilancia, un admirador del Beatle se coló hasta el ascensor. Le dio un susto tremendo a Yoko Ono, la viuda Lennon y la más celebre de cuantas celebridades viven en el lugar.
El ruido, sin embargo, no procede en exclusiva del exterior. Este edificio forma parte de la leyenda neoyorquina no sólo por la crónica negra, sino que también lo es por la rosa. Además del matrimonio pop, aquí han tenido o tienen su residencia personalidades como Leonard Bernstein, Paul Simon (la mitad de Simon & Garfunkel) o Lauren Bacall, entre otros diversos famosos o pseudo.
La lista aun cobra más relevancia si se añade los que quisieron y no les dejaron. A Madonna, Billy Joel, Cher o a Antonio Banderas y Melanie Griffith les negaron la posibilidad de comprar un apartamento. Así funciona lo que se denominan los condominios. La comunidad ostenta el derecho de vetar a los aspirantes.
Ahora, una denuncia del antiguo presidente de la junta de propietarios aporta una descripción de cómo funciona esta institución del condominio y en base a qué se acepta o se deniega una petición. Alphonse Fletcher, ciudadano negro de brillante carrera por sus inversiones en Wall Street, afirma que compañeros de esa junta actúan por prejuicios raciales y difamaciones.
Fletcher, de 45 años, está domiciliado en este enclave desde 1992. Ha acudido a un tribunal de Manhattan al serle denegada la posibilidad de adquirir un apartamento adyacente en el que acomodar a su creciente familia.
En su escrito pone el acento en el color de su piel como un elemento decisivo para impedirle la operación. Sus finanzas presentan buena salud, mejor que la de otros a los que se les ha aceptado en peticiones posteriores.
Para demostrar la importancia de esos prejuicios, Fletcher asegura que en una ocasión a una pareja se la descartó porque alguien consideró que formaba parte de “la mafia judía”. O recuerda lo sucedido con un candidato hispano. Éste se interesó por un piso en la primera planta y hubo quien indicó que buscaba esa ubicación para estar más cerca de la calle y, así, disponer de un acceso más fácil “para comprar drogas”.
Aunque no se da el nombre, 'The New York Times,' que avanzó ayer la noticia, lo vincula a Antonio Banderas. El rotativo llega a esta conclusión “por la época y las circunstancias”.
El mal trato racial no sólo se relaciona con posibles interesados. Fletcher se refiere incluso a casos de discriminación con residentes. Cita a Roberta Flack, la cantante afroamericana, a la que le deniegan el permiso para reformar el aseo e instalar una nueva bañera. “Incluso se burlan de ella”, subraya. El edificio calla. Los fantasmas del pasado habitan en el Dakota. ¿Del pasado?
Por Francesc Peirón Nueva York Corresponsal from lavanguardia.es 03/02/2011
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