Es un hecho que la sexualidad está presente en todas las áreas de nuestra vida, expresada, o no, de muy diversas maneras. Y el trabajo no podía ser una excepción, menos aún cuando suele ocupar la mayor parte de nuestro día. O, ¿es que acaso dejas tu sexualidad colgada en una percha para ir a trabajar?
No sólo no se puede sino que es hasta positivo que nos acompañe. No se trata de ir a ligar al trabajo o tener conductas sexuales, no. La sexualidad es mucho más que genitales y erótica. Además, utilizada así sería un distractor seguro, nada favorable para la productividad y, si estamos más pendientes de ligar que de hacer bien nuestro trabajo, nuestra profesionalidad quedará más que en duda.
Bueno, eso no quita que nos tomemos un respiro y echemos un ojo al 'panorama' laboral. Pero no nos pagan por ligar, así que mejor durante los descansos que ya sabes, donde tengas la olla, no metas...en fin.
La felicidad sexual nos hace más felices en el trabajo
La sexualidad se compone de muchos otros aspectos, emociones, creencias, géneros, orientaciones e identidades y eso, en inherente a nosotros. Cuanto más coherentemente vivamos estos aspectos, más equilibrada sea nuestra vida privada e íntima y nos sintamos satisfechos en el amor y la cama, mejor trabajaremos y facilitará que seamos más positivos, creativos y productivos.
Keith Leavitt y los coautores Christopher Barnes y Trevor Watkins de la Universidad de Washington y David Wagner de la Universidad de Oregón, publicaron los resultados de un interesante estudio realizado en 2017 que descubría este hecho en la revista Journal of Management. Según el estudio de la Universidad de Oregón conocido como From the Bedroom to the Office (De le cama a la oficina), y con una muestra de 159 empleados casados, procedentes de diversos sectores profesionales de la costa este estadounidense, se obtuvieron datos concluyentes: tener sexo mejora el rendimiento laboral.
Los autores propusieron un modelo novedoso que demuestra los efectos de la conducta sexual en el hogar en la satisfacción laboral al día siguiente, afirmando que "el comportamiento sexual satisfactorio en el hogar aumentó, tanto la satisfacción laboral diaria como el compromiso laboral, en función del afecto positivo", integrando así las investigaciones sobre el sexo y el estado de ánimo con la teoría sobre el enriquecimiento de la vida laboral.
Pero no necesitamos que nos lo cuente un estudio, ¿verdad? Normalmente, cuando vivimos un estado de felicidad sexual, y la sexualidad, no sólo la genital es placentera y acorde con lo que deseamos, facilita que todo en nuestra vida funcione mejor, incluida nuestra área laboral.
¿Cómo encaja la sexualidad en la cultura de la empresa?
"La transparencia y la confianza son dos de los pilares fundamentales en los que se debe sustentar la cultura de la empresa", explica Irene Moreno, Responsable de Comunicación del evento La Neurona Summits Madrid, un encuentro que dará cita a centenares de directivos y profesionales el próximo 30 de octubre en Ifema y que tiene como objetivo "hacerles líderes de las transformaciones que se dan hoy en día en el ámbito laboral y empresarial. Ámbitos que hoy en día, están muy vinculados a las experiencias y a las personas", afirma.
Pero, ¿cómo maridamos sexualidad y empresa? Nuestra sexualidad supone un campo de investigación constante. Con ella construimos nuestros apegos, creencias, autoestima y miedos, al rechazo, a no ser el mejor o saber gestionar las emociones y e incluso el éxito, además de muchas otras cuestiones. Todas estas experiencias vitales se fraguan en nuestras relaciones personales, amorosas y sexuales, siendo todas ellas muy necesarias para ser felices y sentirnos satisfechos en el trabajo.
Asimismo, la felicidad sexual y laboral se retroalimentan pues, para la especialista en comunicación, "el miedo al fracaso y la falta de comunicación son los tópicos de la cultura latina a la que pertenecemos, unido al desempleo o la precariedad laboral, provocan infelicidad laboral que puede afectarnos directamente a nuestras relaciones personales y por ende a nuestra sexualidad."
Por tanto aceptar que el equilibrio en nuestra sexualidad nos ayudará a mejorar laboralmente no es una locura descabellada, además, "romper con estas barreras es fundamental para que el equipo se desarrolle, crezca y evolucione hacia una cultura basada en la confianza donde se establezcan relaciones verdaderas, incluso amistad y que esto tenga una traducción positiva también en la vida personal", afirma Moreno.
Menos sexo más bajas
Por supuesto, tanto la felicidad sexual, como cualquier otras forma de felicidad, aumenta las defensas y el sistema inmunológico se refuerza, por lo que disminuyen las bajas laborales. Besar, acariciar y el placer, incluido el orgasmo, nos ayudan a liberar oxitocina, hormona del cariño y la relajación, antagónica al cortisol, responsable del estrés, por lo que ayuda a su disminución.
Estos hechos se traducirían a un menor riesgo cardiovascular, disminución de la probabilidad de contagios víricos, como la gripe el resfriado común, y nos protege frente a muchas otras enfermedades, entre otras las mentales, facilitando la recuperación. De esta manera, el absentismo laboral o bajas, disminuyen, repercutiendo directamente en la productividad y satisfacción del equipo.
Otros beneficios de la felicidad sexual en el trabajo
El estado de ánimo es determinante para poder trabajar aprovechando todo nuestro potencial. Sin embargo, cuando se afronta una ruptura, nos dejan o nos engañan, o tenemos problemas sexuales como falta de deseo, orgasmos o de erección, nos suele frustrar y afectar emocionalmente, lo que se suele trasladar también al desempeño laboral. Cuando una persona se encuentra satisfecha sexualmente y obtiene placer a través de las relaciones sexuales, está en calma, en equilibrio, y además de la oxitocina, libera endorfinas, la hormona de la felicidad, y dopamina, motivadora, siendo una cuestión bioquímica.
Pero atención, la dopamina es un neurotransmisor asociado con el sistema de recompensas del cerebro, lo cual es muy positivo para progresar en el trabajo, sin embargo, un exceso de esta podría generar obsesión, algo que está relacionado tanto con la adicción al trabajo, generando workaholics, como al sexo, y a amores u odios insanos. Esto ofrecería malestar tanto fuera como dentro de nuestro equipo de trabajo.
Tener una vida sexual satisfactoria y equilibrada, nos ayuda a ser más optimistas y a disminuir discusiones a nivel laboral y de pareja. Y eso, sin duda, siempre es de agradecer en ambos ámbitos. Como decía Henry David Thoreau: "no contrates a un hombre que hace el trabajo por dinero, sino el que lo hace por amor".
Así pues, hagamos el amor y vayamos felices a trabajar.
ANA SIERRA
19 oct. 2018 02:10
https://www.elmundo.es/vida-sana/sexo/2018/10/19/5bc8a75be5fdea52708b458b.html
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