En la mayoría de los templos asiáticos y musulmanes hay que entrar descalzo. ANDY LIM
Obsequiar con un número par de flores en Ucrania, usar la mano izquierda aunque seas zurdo en Nepal o regalar un reloj en China no es recomendable
Conocer la diversidad es una gran motivación para viajar, por eso los destinos más exóticos para la persona que viaja están tan de moda. Explorar otros puntos de vista sobre cómo vivir la vida trae numerosas satisfacciones, pero precisamente esa diferencia entre culturas también motiva momentos incómodos.
Es sorprendente lo mucho que cambia de significado un gesto, un acto o una costumbre en función del lugar en el que se realiza. Por eso, es mejor conocer un poco la cultura de cada destino antes de viajar. Lo que sigue es una pequeña lista de ejemplos, en la que países como Japón o Turquía son muy habituales.
Gestos
Levantar el pulgar, que en nuestra sociedad indica estar de acuerdo con algo, tiene en otros países otro significado: el que tiene aquí el gesto de levantar el dedo corazón. La lista de lugares en los que no es recomendable hacerlo es extensa y variada: el oeste africano, América del Sur, Irán, Israel, Tailandia, Afganistán, Italia o Grecia, aunque en estos países europeos empieza a desaparecer esa connotación por la influencia internacional.
El uso de la mano izquierda, incluso por los zurdos, no gusta en muchos países. Ghana, Nigeria, India, Nepal o países de Oriente Medio son algunos lugares cuyos habitantes no aprueban este comportamiento. Además, sorprende que un acto trivial como llevar la mano al bolsillo sea una ofensa en Turquía o Corea del Sur porque transmite altivez.
Mirar a los ojos, que en las culturas occidentales demuestra interés, atención y respeto por una persona cuando habla, no tiene la misma consideración en otros lugares. En ciertos puntos de Asia, América Latina o África puede tomarse como una afrenta a la autoridad de la persona con la que se mantiene una conversación. Es probable que alguien que provenga de uno de esos lugares eluda el contacto visual directo como signo de respeto o veneración.
Parece una perogrullada, porque en España no es precisamente un gesto de refinamiento, pero sonarse la nariz es de extrema mala educación en algunos países como China, Francia, Japón, Arabia Saudí o Turquía.
Regalos
Este punto es especialmente sensible, puesto que las convenciones sociales son increíblemente variadas con todo lo que tiene que ver con ellos. En Japón, por ejemplo, está bien visto, pero hay que abrirlo cuando la persona que lo ha regalado ya no está presente. En China, hay cosas que no se pueden regalar, como relojes o paragüas. En Rusia, un obsequio caro puede ser percibido como un soborno.
Si regalas flores, cuidado: en algunos países está mal visto.
En Ucrania hay que ser cuidadoso a la hora de dar flores. Si el regalo es un número par de flores, mal asunto: se relaciona el gesto con tradiciones funerarias, por lo que el número ha de ser siempre impar. La asociación de las flores con la muerte no es algo único de países de Europa del este, sino que está bien extendido por todo el mundo.
Civismo
En las culturas árabes, enseñar la parte inferior del calzado o de los pies no está bien visto porque se percibe como algo sucio. Esa es la razón por la que los ciudadanos se quitan el calzado al entrar en las viviendas o las mezquitas, una costumbre muy común también en países asiáticos. Sabiendo esto, cobra especial significado el momento en el que un periodista iraquí le lanzó un zapato al ex presidente George Bush cuando aún ostentaba el cargo: fue un gran gesto de desprecio.
Otra fuente de conflictos debido a la tremenda diversidad que existe alrededor del tema son las propinas. Pasa de ser prácticamente obligatorio en bares y restaurantes en Estados Unidos a ser considerado peor que un insulto en Japón o Corea del Sur. Por ello, es recomendable conocer las costumbres de cada lugar antes de viajar.
También existen faltas de respeto al volante. Con el código de circulación en la mano, el claxon sólo puede usarse para alertar a otros conductores de un peligro o en situaciones en las que el vehículo está en servicio de urgencia. Sin embargo, en España vale para casi todo: desde saludar hasta avisar de la presencia de autoridades (ambas acciones conllevan sanción económica). Pues bien, en Nueva Zelanda está muy mal visto, y en Noruega podría provocar hasta el pánico del resto de conductores.
CARLOS POLANCO
20 OCT. 2018 02:47
https://www.elmundo.es/viajes/el-baul/2018/10/20/5bbf40e2e2704e9ca58b461b.html
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