Existen buenas y malas señales que ayudan a decidir si mudarse con la pareja es la mejor idea (Ridofranz / Getty Images/iStockphoto)
Buenas y malas señales a tener en cuenta
Después de un tiempo de relación, lo normal es que el siguiente paso, antes o después del compromiso, sea irse a vivir juntos. Esta experiencia constituye una nueva etapa en la relación y una ocasión para que los miembros de la pareja se conozcan, tanto mutuamente como sí mismos. Puede suponer, también, una prueba de fuego para la relación.
No suele ser fácil. La psicóloga Patricia Ruz, del Centro de psicología Psicoadapta, explica que “al iniciarse la convivencia, cada uno lleva consigo al nuevo hogar su mochila cargada con sus experiencias pasadas, sus aprendizajes anteriores, sus normas y sus costumbres”. En definitiva, ambos miembros han convivido antes con otras personas y tienen sus propias ideas sobre cómo han de hacerse las cosas.
No hay un momento perfecto para tomar la decisión de irse a vivir juntos, aunque sí hay circunstancias mejores y peores, y conviene tener en cuenta ciertas variables antes de tomar la decisión.
1.Cuando se tiene la capacidad de resolver conflictos
Ruz considera que este aspecto es fundamental: ser capaces de reconocer los propios errores, perdonar al otro cuando se equivoca y saber respetar su espacio es esencial para que la convivencia pueda funcionar.
Los desacuerdos surgirán tarde o temprano, lo importante es cómo los resolvemos. Para ello, será necesario poseer buenas habilidades de comunicación, que nos ayudarán a abordarlos con naturalidad para que no se conviertan en temas tabú o en problemas que puedan llegar a enquistarse con el tiempo.
La negociación será una de las claves para iniciar o mejorar la convivencia: “encontrar puntos medios entre las posturas opuestas facilita los acuerdos. Si esto no es posible, se puede optar por alternar la toma de decisiones en los puntos discordantes, cada vez elegirá uno, y se tratará de conseguir, en la medida de lo posible, la equidad dentro del emparejamiento”.
2. Cuando existe reciprocidad y respeto
Otra de las cuestiones a tener en cuenta para mejorar la convivencia será la reciprocidad, tanto dentro de la unión, en el plano afectivo o emocional, como en el resto de las esferas. “En lo que respecta a la convivencia, es importante que uno sienta que recibe lo mismo que ofrece; no hay que medir las cosas al milímetro, pero sí sentir que ambos miembros aportan equilibrio en la ecuación”, comenta Ruz.
El respeto es otro ingrediente indispensable para iniciar o mejorar la convivencia: “sin él, es difícil que haya una relación satisfactoria. Para que haya un acoplamiento o ajuste sano, es necesario entender los tiempos cada uno y tolerar las diferencias respecto al otro. Respetarse a uno mismo y respetar la pareja”, añade.
3. Cuando se quiere tener más compromiso con el otro
Si ambos miembros se encuentran en un punto donde desean tener un mayor compromiso e intimidad con el otro, tener un proyecto en común y planes de futuro conjuntos será una buen indicador.
“Los dos miembros de la pareja deben encontrarse en el mismo punto y estar de acuerdo en dar ese paso, porque cuando decidan convivir bajo el mismo techo, se enfrentarán a situaciones desconocidas, como la gestión del dinero, el tiempo compartido y el tiempo individual, la realización de las tareas del hogar y otras muchas responsabilidades que juntos tendrán que aprender a gestionar como pareja, y no tanto como individuos”, concluye Ruz.
Señales de que NO debes mudarte con tu pareja
Replantearse la idea de irse a vivir juntos será necesario si:
-No se tienen los mismos objetivos ni proyectos en común
-La idea de convivir viene motivada por otros aspectos ajenos a la idea de iniciar un proyecto en común, como reducir o evitar los problemas económicos
-No existe buena comunicación: no se suele hablar de temas importantes o se evitan
-No se llega a acuerdos satisfactorios o solo se llega a ellos trasenfados extremos o violencia
-La idea de irse a vivir juntos preocupa más que emociona
-No se cede en las propias posturas y se es inflexible en casi todos los asuntos a tratar
-No se siente libertad ante la pareja o algunos de los miembros no se siente respetado o querido
En cualquiera de estos casos, es recomendable valorar o plantearse si es el momento adecuado o si se trata de la relación o la persona apropiada con la que se desea iniciar un camino conjunto en la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.