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'Bild' ha entrevistado a uno de los sobrinos-nietos del dictador, que habla del pacto al que llegaron los descendientes para no tener hijos
Desde su suicidio en 1945 -tras asumir su inminente derrota en la Segunda Guerra Mundial-, la teoría de que Adolf Hitler había tenido descendencia en secreto comenzó a adquirir relevancia internacional. Sobre todo, durante la década de los 70, cuando numerosos medios alemanes aseguraron que un trabajador ferroviario (nacido en 1918) era el hijo legítimo del Führer. Y aunque Jean-Marie Loret murió en 1985 sin poder demostrar que su madre había mantenido una relación con el dictador, la familia directa de Hitler habría optado por tomar una decisión tajante: la de no procrear para erradicar su apellido.
Así, en 2001, los sobrinos-nietos del austriaco habrían dado a entender a un periodista que "la línea familiar de los Hitler acababa con ellos", lo que los habría llevado a vivir una vida sin hijos y alejados de sus raíces. Pero su elección de aislarse también los habría obligado a vivir en soledad, además de con el "castigo" de ser rechazados por vincularse a un dictador... al que no conocieron jamás.
Después de una década de silencio (y a pesar de que desde 2006 se conocía su paradero), el periódico alemán Bild consiguió entrevistar -por fin- este octubre a Alexander Stuart-Houston (68), el sobrino-nieto de Adolf Hitler, quien "vive en el anonimato" en Long Island, Nueva York. "No oculto mi procedencia familiar, pero no es algo de lo que me enorgullezca", explicó al tabloide germano. Un sentimiento que lo habría llevado a eliminar también el "Adolf" de sus documentos, su otrora segundo de su nombre, para evitar cualquier prejuicio que sus conocidos podrían tener sobre su ideología.
Asimismo, el descendiente del líder del Tercer Reich, nieto de su hermano Alois Hitler, se refirió a que no está dispuesto a vender su historia "ni por todo el dinero del mundo" y que quiere clarificar el rumor sobre que los Stuart-Houston habría suscrito un acuerdo para no esparcir su "sangre maldita".
"No firmaron un pacto, pero lo que hicieron fue hablar entre ellos, hablar sobre la carga que llevaban y decidieron que ninguno de ellos se casaría,ninguno de ellos tendría hijos. Y ese es un compromiso que han mantenido hasta el día de hoy ", redactó el periodista David Gardner en 2001, en su libro The Last of the Hitlers: The Story of Adolf Hitler's British Nephew and the Amazing Pact to Make Sure His Genes Die Out. Pese a ello, hoy es el mismo Alexander -de acuerdo con The Times of Israel- quien niega la existencia de un pacto, aunque en 2002 aseguró que sí existía un acuerdo, pero que no lo implicaba exactamente a él. "Los rumores son basura. [...] Quizá mis otros hermanos (hicieron un pacto) pero yo nunca lo hice", explicó el terapeuta retirado.
A raíz de ello, también decidió confesar que Howard, uno de sus hermanos, sí llegó al altar con una mujer llamada Marie y que estaba seguro de querer construir familia. Pero el inspector de impuestos falleció en un accidente de tráfico en 1989, sin poder antes procrear con su señora. De igual modo, otro de los Stuart-Houston habría tenido la intención de casarse con una judía.No obstante, fue ella -cuyo nombre aún se mantienen en secreto- la que canceló el compromiso, cuando se enteró del árbol genealógico su enamorado.
Debido a lo anterior, ni Brian ni Louis Stuart-Houston quisieron hablar con el periódico para evitar confusiones con sus vecinos. Sin embargo, quienes saben su secreto, no parecen sentir aprensiones relacionadas con su trasfondo. "Son personas excelentes. No puedes culparlos por sus parientes", comentó una vecina a Bild.
Por otro lado, Alexander Stuart-Houston -cuyo apellido fue cambiado por su padre, en 1946- no teme a opinar sobre política, ni siquiera sobre la alemana. Y es que el fan de la canciller Angela Merkel está seguro de que votaría por ella, si pudiera. "Me gusta. Es buena. Parece ser inteligente y lista", confesó. De la misma forma, no tuvo miedo a hablar sobre Donald Trump y decir que es "la última persona a la que admira".
"Definitivamente, no es uno de mis favoritos. Es la manera en la que hace las cosas la que me molesta. Y a mí simplemente no me gustan los mentirosos", afirmó con convicción, aunque, según el reportero Timo Lokoschat, las entrevistas no son precisamente su fuerte ya que el estadounidense -"que se parece un poco al actor suizo Bruno Ganz"- preferiría que no le volviesen a molestar. Menos con preguntas que le recuerden que sus orígenes significan tormento y que su historia es también la de una Alemania dolida.
ANDREA M. ROSA DEL PINO
17 OCT. 2018 02:05
https://www.elmundo.es/loc/celebrities/2018/10/17/5bc5d9dfca4741f0788b4618.html
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