Manifestantes contrarios al Brexit. (EFE)
Sabadell ultima planes de contingencia ante un Brexit sin acuerdo, mientras que las gestoras británicas traspasan sus fondos de UK a sicavs en Luxemburgo
El Gobierno de Theresa May se prepara para la posibilidad de un Brexit duro. Y también todo el sector financiero, presionado para que sea así además por las instituciones europeas. Los bancos ultiman planes de contingencia, mientras que las gestoras con fondos de pasaporte británico han trasladado sus vehículos a Luxemburgo.
“Han aparecido escenarios alternativos”, aseguró la semana pasada Jaime Guardiola, consejero delegado de Banco Sabadell, en referencia al Brexit. “Todo es posible”, insistió en el encuentro bancario del IESE y EY. En su participación, el ejecutivo admitió que Banco Sabadell ha reducido las probabilidades asignadas a una salida de Reino Unido de la Unión Europea con acuerdo, aunque sigue siendo el escenario central.
Tanto Sabadell como Banco Santander están entre los bancos europeos con mayor exposición al mercado británico, aunque sus negocios son preferentemente de particulares (depósitos e hipotecas) y no están tan afectados por el Brexit como los que tienen mayor actividad de banca de inversión o empresas. En cualquier caso, el Banco Central Europeo (BCE)exige planes de contingencia para todas las entidades que tengan presencia en Reino Unido o clientes británicos (particulares o empresas), y por lo tanto se puedan ver afectados. El supervisor quiere que expliquen sus preparaciones para los tres escenarios contemplados: que haya Brexit con acuerdo, que no haya ruptura, o que haya salida sin acuerdo.
La entidad presidida por Josep Oliu, que ya ha sufrido este año la integración informática de TSB con un coste estimado de 321 millones, quiere evitar nuevos quebraderos de cabeza en Reino Unido. El Sabadell prepara planes de contingencia, algo que la Autoridad Europea Bancaria (EBA, por sus siglas en inglés) reclama a toda la banca europea, a la que pide “esfuerzos en la planificación de contingencia efectiva e incrementar los esfuerzos de comunicación a sus clientes”.
May confirmó este lunes que los peores augurios podrían convertirse en realidad. El Gobierno británico anunciará próximamente una partida extra de 2.000 millones de libras para costear el escenario de Brexit sin acuerdo, aunque el pacto alcanzado con la Unión Europea se votará la tercera semana de enero, y sigue la presión en Londres por un segundo referéndum, mientras que la oposición plantea una moción de censura contra la primera ministra.
En cualquier caso, la EBA tiró de las orejas a la banca este lunes, ya que asegura haber visto cierta planificación, pero “poca evidencia de que las instituciones financieras se comuniquen de manera efectiva con sus clientes sobre cómo pueden verse afectados por el Brexit”. Ya en sus test de estrés, contempló el peor escenario posible para los bancos con operaciones en Reino Unido y fueron los que salieron peor parados.
Los fondos se mueven
El sector financiero no bancario ha dado mayores muestras de preparación para el Brexit. Desde la victoria de la ruptura el 23 de junio de 2016, varias firmas que comercializan a escala internacional fondos domiciliados en Reino Unido (formato OEIC) decidieron trasladar sus vehículos a Luxemburgo para evitar cualquier susto ante la incertidumbre sobre cómo sería la ruptura definitiva.
M&G ha sido la gestora más destacada en este sentido, con un proceso de traslado de sus fondos OEIC a sicavs luxemburguesas para asegurarse de no perder el pasaporte europeo. No en vano, un Brexit sin acuerdo dejaría en el aire si los fondos británicos tendrían las mismas características fiscales y normativas del resto de productos europeos. La gestora británica, una de las que más fondos de gestión activa venden en España, calcula que acabará trasladando 39.000 millones de euros de activos que pertenecen a clases de acciones no denominadas en libras esterlinas.
Otra gestora que ha emprendido el mismo camino es Threadneedle Columbia, surgida de la fusión entre una firma británica y otra estadounidense. En su caso, las estimaciones son de más de 12.000 millones de euros que se moverán de fondos OEIC con domicilio en Reino Unido al formato de sicavs en Luxemburgo. Es decir, solo entre dos gestoras protagonizan una fuga de capitales de más de 50.000 millones de euros para proteger a sus clientes europeos. Y en el sector se prevé que otras gestoras con fondos OEIC y pretensiones de comercializarlos fuera de Reino Unido tomen la misma dirección.
AUTOR
ÓSCAR GIMÉNEZ 18/12/2018
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