El oro tiene en el paladio un nuevo rival como valor refugio (Yuriko Nakao / Reuters)
El uso en los catalizadores de los vehículos de gasolina dispara su precio y lo convierte en valor refugio
El paladio ha superado todas las expectativas. Clave en la fabricación de vehículos, se ha revalorizado hasta tal punto que ha superado al oro en las últimas semanas. Una racha que ha disparado su valor un 45% en tres meses y el 130% en dos años.
En el horizonte se divisan incluso más alzas: con una oferta limitada y una demanda que apunta hacia arriba, tiene un futuro dorado, nunca mejor dicho. Además, el metal ya se ha convertido en un activo refugio, como el oro, y ambos cotizan en la banda de 1.000 a 1.100 euros la onza.
El dieselgate le da alas
Para entender por qué el paladio puede ser el nuevo rey del mercado hay que mirar a los coches. Después del dieselgate, esta alternativa ha quedado seriamente dañada a ojos de la opinión pública y de los gobiernos. Así, como se opta menos por el diésel, ganan peso opciones como los coches de gasolina o los eléctricos.
Ahora, con el tirón de los de gasolina, el paladio tiene recorrido, ya que se lo utiliza en los catalizadores, una pieza clave para reducir las emisiones. Más ligero, maleable y fácil de trabajar que otras alternativas para la fabricación de coches, la mejor muestra de su boom es que ha ganado un 130% de valor desde inicios de 2016, justo después del escándalo de los motores trucados.
Este horizonte de seguridad lo ha potenciado como valor refugio y de inversión, por lo que su demanda crece también fuera del motor. “El inversor va a lo que más se revaloriza, y el paladio es seguro”, explica Ramón Valverde, analista de XTB. De momento, ni sufre altibajos ni se prevé volatilidad en su precio.
Rusia y Sudáfrica, grandes productores
El juego de la oferta y la demanda a futuro arroja más subidas para este metal. El paladio se extrae de las minas de níquel y de platino. Para conseguir el paladio se deben procesar grandes cantidades de uno y otro, ya que no se lo encuentra tal cual en la naturaleza. Con eso en mente, el precio del níquel y el platino tiene que justificar el esfuerzo, es decir, que sea rentable la operativa para extraerlo.
Y los grandes productores no tienen intención de aumentar producción. Según los últimos datos a año cerrado del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés), Rusia (80 toneladas anuales de media en los pasados cinco años) y Sudáfrica (con 74,14), mueven el mercado.
“Rusia no tiene intención de extraer más níquel, porque su precio está cayendo. En el caso del platino, en Sudáfrica tampoco hay intención porque el precio se mantiene estable y no compensa seguir extrayendo”, analiza Valverde.
De hecho, la producción ya se mueve en cifras similares en los últimos años, cuando el precio no estaba disparado. Según los últimos datos la producción de paladio ascendió a 210.00 kilos, igual que en el año anterior. El pico productor se dio en 2006, con 224.000 kilos.
Gana terreno como activo refugio
Con la demanda al alza y la misma oferta, el precio seguirá subiendo. “Es un mercado muy limitado, no hay suficiente oferta para los compradores que hay en este momento”, analizaba en Bloomberg Daniel Ghali, estratega de TD Securities en Toronto.
Con esa base gana a otras inversiones como las materias primas o las utilities (empresas de servicios como electricidad o gas) a medida que la bolsa se enfría, apunta Valverde, que menciona un entrono de debilidad en el ámbito económico. “Lo más seguro es que siga una racha alcista”.
De esta manera, el paladio se consolida junto al litio, el coltán, el cobalto o el grafeno en el listado de materiales que están llamados a redefinir el futuro.
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