Eurovisión 2019 se celebra en Tel Aviv, Israel (stellalevi / Getty Images)
Una ciudad moderna, cosmopolita, abierta y muy turística
Tel Aviv es la sede de uno de los festivales de música más conocidos del mundo después de que el año pasado la representante israelí, Netta Barzilai, ganara el certamen, así que la urbe es el escenario escogido para que suene la música en la 64ª edición del Festival de la Canción de Eurovisión.
Una ciudad completamente opuesta a la histórica Jerusalén, por su luz, por la modernidad, por el mar, por su gran oferta de ocio y por la gran vida nocturna, un paraíso para los turistas que se acerquen a ver el gran evento.
Los eurofans pueden aprovechar la ocasión para conocer una ciudad fascinante. La gala tendrá lugar en el Ganey Hataarukha, es un centro ferial y de convenciones cerca del parque Yarkon, un campo mucho más grande que el Central Park de Nueva York. Se trata deuna gran zona verde que cruza el río Yarkon, aquí los telavivíes suelen ir en bicicleta, en patinete, en barca,... o simplemente pasan el día tumbados en la hierba.
Lo mejor para conocer la ciudad es dar un paseo por sus calles y admirar sus más de 4.000 edificios de estilo Bauhaus, que se caracterizan por sus colores claros y la sencillez de sus formas curvas, buena parte de ellos forman la llamada Ha-ir Ha-levana, ‘ciudad blanca’, declarada patrimonio de la humanidad.
Uno de los barrios más visitados es el de Sarona, de casas bajas estilo alemán situado en el corazón de lo que es hoy un nuevo distrito de negocios, aquí se encuentran más de 30 edificios de estilo contemporáneo de la Baja Bavaria, que tienen más de 140 años de antigüedad y han sido cuidadosamente restaurados, algunos de ellos han sido reconvertidos en tiendas y otro tipo de locales. Tampoco hay que perderse su mercado gastronómico que reúne 91 propuestas entre ellas locales e internacionales.
Otro conocido barrio es el bohemio Neve Tzedekm, uno de los distritos más antiguos que se caracteriza por tener estrechas calles y un estilo arquitectónico oriental, convertido ahora en un lugar de moda en la que conviven las tiendas vintage, galerías de arte y talleres de diseño, con bares y terrazas en las que probar deliciosos platos.
Otra buena idea es visitar al mercado al aire libre más grande y conocido de la ciudad, el Carmel Market donde se vende principalmente comida y ropa, pero también hay cafés y puestos de comida para degustar algunos platos típicos de la zona: borekas, falafel y hummus.
Y la visita no está completa sino se visita el Jaffa, el centro histórico, hoy en día un barrio en los suburbios de la ciudad pero que hace miles de años fue un importante puerto entrada a Tierra Santa. Es además, con sus tres mil años de historia, uno de los puertos activos en continuo más antiguos del mundo.
A Jaffa se puede llegar caminando en pocos minutos con solo seguir la línea de costa. Los modernos edificios desaparecen y dejan paso acalles de estilo árabe, edificios de piedra restauradas pero de aspecto de antiguo, un buen lugar para descubrir sinagogas, mezquitas e iglesias. Desde sus terrazas se puede ver la silueta de la ciudad a lo lejos, y por la noche las luces crean un espectáculo nocturna impresionante.
Pero Tel Aviv es también una ciudad muy mediterránea y el mar es un protagonista esencial. La playa de arena blanca y aguas mediterráneas se divide tres zonas: desde Banana Beach, el lugar más tranquilo y joven, pasando por Jof Hadatiím, la zona de los judíos ortodoxos, hasta Hilton Beach, la playa gay de la ciudad.
https://www.lavanguardia.com/ocio/viajes/20190518/462291971064/tel-aviv-israel-sede-eurovision-2019.html
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