‘Masculencería’. (picture alliance / Getty)
Calzoncillos con relleno y sujetadores deportivos o (lenceros) masculinos comienzan a normalizarse en ciertas tiendas
A nadie le extraña encontrar sujetadores con relleno en las tiendas de lencería y ropa interior . Es de lo más habitual desde que Karolina Kurkova hizo para siempre internacional el Wonderbra con el anuncio de Mírame a los ojos. Pero, ¿pasa lo mismo con los calzoncillos con realce? Pues parece que esa pieza modificada con efecto push up, o dicho de otro modo, con relleno, comienza a normalizarse. Se vende tanto con realces frontales como delanteros, que se consiguen con la incorporación de una suerte de almohadilla. Dan más volumen, o un efecto redondeado, a la entrepierna. O a los glúteos.
La verdad es que la propuesta existe desde hace tiempo, pero por lo general los clientes hacían sus pedidos de forma anónima y casi siempre online, donde la oferta en este sentido es generosa. Y, hace ¡casi una década!, la cadena inglesa Marks & Spencer comenzó a venderlos sin pudor en sus tiendas físicas.
Algunas importantes marcas deportivas se han lanzado a crear modelos específicos de sujetadores para ellos
La gran dificultad para las firmas que trabajan este tipo de calzoncillos ha sido conseguir que se vea como algo normal, además de que el agregado no moleste. Que sea cómodo. Pero por lo demás, tal como ya explicaban desde Marks & Spencer hace diez años, la propuesta resulta necesaria porque “aporta seguridad al hombre que la usa”.
La verdad es que la idea no se ha generalizado a tan corto plazo como se preveía, pero a día de hoy la oferta en las ventas onlinese ha disparado, y en muchas tiendas especializadas low cost los modelos “con efecto wonderbra ” conviven con los clásicos sin rubor alguno. Donde el efecto push up ya es todo un clásico es en los bañadores gracias a firmas como Es o Holas Beachwear, que han conseguido rellenos de rápido secado. Cuidado porque tal como indican desde Holas Beachwear (empresa ibicenca) “la intención no es marcar más volumen, sino casi todo lo contrario, lo que se procura es otorgar una forma redondeada a los atributos”. Añaden que “el relleno es extraíble, pudiéndolo quitar y poner tantas veces como quieras de forma que se aumenta ligeramente el volumen, aportando un aspecto uniforme y proporcionado a la parte frontal del bañador”. Acaban detallando que “el corte está pensado para acentuar y redondear por delante y por detrás con un relleno que se introduce en unas costuras con lo que se evita cualquier desplazamiento”.
Pero hay realces que ya son tan habituales que muchos los usan sin ni siquiera saberlo. Porque son los que consiguen un efecto push up de los glúteos sin rellenos. Sólo a base de un tejido de costuras que ayudan a levantar el músculo.
Es una muestra más de que la lencería masculina, algunos lo llaman masculencería, va a más. Así, en los últimos tiempos están surgiendo establecimientos especializados ya no para ambos sexos, sino sólo para ellos. Es el caso de Goro, la nueva tienda de la cadena Janina donde se vende “moda íntima, homewear , leisewear y ropa casual sólo para ellos”, cuenta su responsable Janina Terés que añade que, “aquí también hay taller especializado y arreglos a medida”. ¿Para poner rellenos? “Para dar a cada cliente lo que necesita para sentirse cómodo. Los hombres también saben lo que queremos. Pero todas estas novedades tipo realce o con más color, con más o ninguna costura cuesta de introducir en el mercado español mientras que es de lo más habitual en casi todos los otros mercados europeos”, explica.
En esta línea de dar con lo que cada uno necesita, van apareciendo firmas y colecciones de lo más diverso. ¿Qué tal encaje, las cintas o las transparencias? O, todavía más curioso, ¿qué les parece la idea de crear sujetadores para hombre? Pues esa es la razón de la empresa de lencería australiana Homme Mystere, que argumenta que los hombres –y no necesariamente gays, acentúa– también pueden sentirse bien entre tejidos y diseños delicados. “Las mujeres tienen un amplio rango de telas, colores, estilos y texturas, mientras que en el armario masculino se cuenta con opciones muy limitadas”, explicaban los fundadores de la firma, la pareja Brent y Lara Krause, cuando lanzaron su provocación en el 2008. Muchos lo consideraron un paso excesivo, pero lo cierto es que su idea no sólo perdura, sino que ha ido a más. Venden en 30 países y ya hay firmas que replican su idea para muchos todavía difícil de asimilar.
Si lo de los sujetadores lenceros para ellos choca, lo que ya no sorprende a nadie es ver a hombres con sujetadores deportivos. Como hacen los triatletas, para entendernos. Justo ahora en que hay tantas mujeres que reniegan de esa prenda centenaria (al grito de “libera tu pezón” popularizado en la redes) las firmas comienzan a producirlos industrialmente en clave masculina.
Es el caso de la firma de ropa deportiva Hunkemoller que ha creado una específica para hombres porque, tal como explican sus responsables, “en los últimos años, hemos recibido varias peticiones al respecto”. Y así es como en enero del 2018, lanzaron un nuevo sujetador deportivo masculino que pertenece a la nueva colección deportiva HKMX. Lo venden online y en tiendas seleccionadas (por 35 euros) y animan al usuario a conocer su contorno usando una cinta métrica.
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