sábado, 7 de mayo de 2022

EL USB-C SERÁ UNIVERSAL: Cuenta atrás para el cargador único en todos tus dispositivos: esto es lo que va a cambiar



Foto: EFE/EPA/Olivier Hoslet.


Las instituciones comunitarias llevan desde 2009 intentando conseguir que una clavija sirva para todo tipo de 'gadgets'. Ahora acaban de dar un paso crucial para convertir el USB-C en el estándar del sector



Un cargador para el iPhone. Otro para los auriculares inalámbricos. ¿Te has olvidado del de tu cámara o tableta? Mala suerte: te toca comprar otro o prescindir de ella. Seguramente te has visto en alguna situación similar cuando has tenido que hacer la maleta para un viaje, te has visto recopilando todo tipo de cables y preguntándote una vez más si es tan difícil que todo funcione con un solo conector. No eres el único. Es una cuestión que las instituciones europeas llevan abordando durante más de una década. Esta semana, su iniciativa para que todos los dispositivos incluyan un puerto USB-C ha pasado uno de los últimos trámites burocráticos y, si Apple no se pone quisquillosa, la ley entrará en vigor en 2025.

Hasta ahora, todo ha sido una serie de principios de acuerdo que no implicaban obligatoriedad. El camino empezó en 2009. Entonces, Apple acababa de lanzar su iPhone 3GS, Android daba sus primeros pasos y había hasta 30 tipos de enchufes distintos para los teléfonos móviles, así que se trató de estandarizar con el puerto MiniUSB, pero de forma voluntaria. Aquel memorando de entendimiento hizo que muchas aceptaran esta cuestión, pero (una vez más) la gran manzana tomó su propio camino y sustituyó su cargador clásico de 30 pines por el de ocho, conocido como Lightning. Aun así, el número de modelos en el mercado se logró reducir a tres, donde se añadía el USB-C a los mencionados.

Ese acuerdo expiró en 2014 y el sector tardó cuatro años en presentar una nueva iniciativa que, además, no llegó a buen puerto. Todo apunta a que esta vez será distinto. En 2020, la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor estableció las líneas generales para revisar la Directiva europea sobre equipos radioeléctricos, entre las que se incluía esta medida. Hace unas semanas, consolidó su propuesta y ahora ha pasado el trámite del Parlamento Europeo, que acabar de dar luz verde sin poner ninguna objeción.

Ahora es el momento de que un equipo de Estrasburgo —formado por el eurodiputado ponente de la iniciativa y los grupos parlamentarios—, el presidente de esta comisión y el Consejo de Europa negocien lo que será el texto definitivo de la ley. Al no ser una cuestión en la que hay un consenso bastante amplio, no se espera que el trato final se dilate demasiado, por lo que parece que 2023 será el año de la aprobación definitiva. Sin embargo, habrá que esperar un par de años para su implantación, ya que es el margen estipulado para la adaptación de los fabricantes. Las directrices están bastante claras, así que, salvo sorpresa, esto es lo que está por venir.


Así te va a afectar

Bruselas quiere poner fin a una situación en la que los europeos tienen tres cargadores de media, aunque solo utilizan dos de forma regular. Así, la motivación de esta iniciativa es doble. Por un lado, está el ahorro para el consumidor, ya que se estima que en Europa se gastan cerca de 2.400 millones de euros al año en cables que no se venden con los aparatos. Por otro, está la sostenibilidad medioambiental, uno de los ejes centrales de Ursula von der Leyen durante su paso por la presidencia de la Comisión Europea. "Quinientos millones de cargadores para dispositivos portátiles son enviados a Europa cada año, lo que genera entre 11.000 y 13.000 toneladas de residuos electrónicos anualmente", ha destacado Alex Agius Saliba, eurodiputado del Partido Socialista Europeo y ponente del texto.

Según la propuesta actual, la estandarización en torno a USB-C afectaría únicamente a los 'gadgets' electrónicos de tamaño pequeño y medio —entre los que incluyen ordenadores, teléfonos móviles, auriculares, cámaras, altavoces o videoconsolas portátiles—, aunque habrá excepciones para aquellos que tengan dimensiones especialmente reducidas, como los relojes inteligentes. La idea también es que estos cables se vendan de forma separada, para evitar que termines acumulando decenas de enchufes que te servirán para lo mismo.

En este sentido, el 38% de los ciudadanos comunitarios asegura que las incompatibilidades con los dispositivos han hecho que tengan problemas para cargar su 'smartphone' en algún momento. Por ello, se pretende que la información de consumo energético sea clara, para que las tecnológicas no prioricen sus enchufes sobre los del resto. "Los fabricantes tendrán que facilitar información pertinente sobre el rendimiento de carga, incluida información sobre la potencia requerida", explican en Bruselas, donde consideran que esto hará más fácil que los usuarios comprueben si necesitan o no un nuevo cable cuando estrenen 'gadget'.

Eso también afectaría a los sistemas de carga rápida que, apostillan, "ayudará a evitar que los distintos fabricantes limiten injustificadamente la velocidad de carga y contribuirá a garantizar que la velocidad de carga sea la misma cuando se utilice un cargador compatible". De acuerdo con sus cálculos, esto pondría un ahorro de 250 millones de euros al año en compras "innecesarias" de este tipo.

Por ahora, las instituciones comunitarias se han centrado en la carga mediante cable, aunque lo cierto es que estos han ido desapareciendo cada vez más de la vida cotidiana. Los cargadores de móviles no son una excepción y las tecnologías inalámbricas son cada vez más habituales en ellos, pero... Una vez más, cada proveedor por su lado. No es una cuestión ajena a los reguladores europeos y Bruselas ya ha avisado de que pretende que "cualquier nueva solución de carga sea compatible con otros fabricantes" para 2026.


El riesgo de atragantarse con la manzana

Pese a todo lo anterior, hay un actor que podría desbaratar estos planes. Sí, se trata de Apple, una compañía poco afín a que sus productos sean compatibles con los de otras marcas y a la que esto no le hace ninguna gracia. Ya en 2019, Apple dirigió un comentario a la Comisión donde enfatizaba que la propuesta de armonización "congela la innovación en lugar de fomentarla". "Estas propuestas son malas para el medio ambiente e innecesariamente perturbadoras para los clientes", argumentaba la 'gran manzana', que también ponía sobre relieve que hay "más de 1.000 millones de aparatos" operando con Lightning, "además de todo un ecosistema de fabricantes de accesorios y dispositivos que lo utilizan".

"Queremos asegurarnos de que cualquier nueva legislación no dará lugar al envío de cables o adaptadores externos innecesarios con cada dispositivo ni los dejará obsoletos", destacaban, pues eso "daría lugar a un volumen de residuos electrónicos sin precedentes". No obstante, cabe recordar que su clavija Lightning solo es compatible con los dispositivos de su marca y, hoy en día, es el único gran fabricante que no usa USB-C de forma generalizada: no lo hace en iPhone, pero sí en algunos modelos de iPad y Mac, que siempre han tenido una conectividad menos hermética.

Por ahora, Apple no se ha pronunciado sobre este nuevo paso del Parlamento y la Comisión, pero podría optar tres caminos. Por un lado, acudir a los tribunales para tratar de poner coto a la nueva regulación, pero también retar a la Unión Europea y seguir vendiendo sus productos con alguna triquiñuela, como los adaptadores. "Nos hemos comprometido a que todos los nuevos modelos aprovechen este estándar a través de un conector", dejaron caer entonces. La otra opción, claro, es poner fin a una era de exclusividades y abrazar el nuevo estándar, algo para lo que tiene un margen de tiempo más que razonable. Ahora la gran duda es si dará su brazo a torcer.




Por
Mario Escribano
06/05/2022 - 05:00
Cuenta atrás para el cargador único en todos tus dispositivos: esto es lo que va a cambiar (elconfidencial.com)
www.elconfidencial.com/tecnologia/2022-05-06/cargador-usb-c-union-europea-apple_3418859/