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- "El libre comercio y la idea de que el 'mundo es plano' se ha acabado"
- La era de la subcontratación por todo el mundo podría haber llegado a su fin
Tres décadas de profunda globalización podrían estar a punto de comenzar a revertirse de forma dramática, según varios ejecutivos de empresas importantes e inversores, mientras los líderes mundiales se preparan para reunirse en la ciudad suiza de Davos por primera vez desde que comenzó la pandemia del coronavirus.
El impacto geopolítico de la guerra de Rusia en Ucrania, combinado con las interrupciones de la cadena de suministro global causadas por el virus, la reciente agitación del mercado y el rápido deterioro de las perspectivas económicas están llevando a los inversores a lidiar con decisiones estratégicas clave, según varios economistas, ejecutivos y agentes del mercado en conversaciones con el diario Financial Times. El mundo se encuentra en una transición que podría cambiar el escenario que hemos vivido en las últimas tres décadas: la globalización está en serio peligro.
Vuelta a casa de las empresas
José Manuel Barroso, presidente de Goldman Sachs International y expresidente de la Comisión Europea, ha asegurado al diario británico que "la contratación, la renacionalización y la regionalización se han convertido en la última tendencia de las empresas, lo que ha frenado el ritmo de la globalización, ahora mismo no está claro quién ganará".
Según el jefe de uno de los grupos de capital privado más grandes del mundo, "prácticamente nadie analiza" estas condiciones "durante el curso de su inversión". Charles 'Chip' Kaye, director ejecutivo de Warburg Pincus, asegura que la geopolítica ha estado "al margen de nuestra forma de pensar" desde la caída del Muro de Berlín y esto ha "proporcionado una cierta cantidad de oxígeno al mundo y al crecimiento global".
Los riesgos geopolíticos se imponen en las conversaciones
Ahora mismo, la situación es totalmente diferente: la geopolítica es hoy "el frente y el centro" de las decisiones de inversión como "un viento en contra bastante fuerte para los precios de los activos" a medida que terminan años de baja inflación y bajos tipos de interés"
Con estos cambios "no estás optimizando los resultados económicos, estás creando un conflicto dentro del sistema", comenta sobre las crecientes tensiones geopolíticas.
Foro Económico Mundial en Davos
El tema ocupará un lugar destacado en la agenda de los asistentes al Foro Económico Mundial en Davos esta semana. Desde su última reunión en enero de 2020, los eventos mundiales compiten por las cadenas de suministro que sustentan la globalización que defiende el WEF.
"Las empresas me dicen que tengo que cambiar mi sistema y que mi producción tiene que estar más cerca del cliente", comenta Jonathan Gray, presidente de Blackstone Group. El jefe de la compañía farmacéutica más grande de Asia cree que la era de la globalización centrada en la subcontratación de funciones por todo el mundo para reducir costes ha terminado.
La globalización no es lo que era
Christophe Weber, director ejecutivo de Takeda, con sede en Tokio, Japón, comenta al FT que los fabricantes de medicamentos seguirán buscando el crecimiento en los mercados internacionales, particularmente en China debido al elevado potencial de la economía. Pero el enfoque de la compañía se ha desplazado hacia una forma de globalización más sostenible: "Se trata de eliminar el riesgo en la cadena de suministro".
Weber cree que "sería muy atrevido decir que la globalización ha terminado, pero lo cierto es que la globalización en la que la gente piensa ha dejado de ser una realidad, la globalización que existía hace unos años, el libre comercio y la idea del 'mundo plano', se acabó".
Takeda ha implementado una política de abastecimiento dual para generar más solidez en su cadena de suministro, asegura Weber, que agregó: "Nunca creí que esto pasaría a largo plazo, pero creo que esto ya debería estar claro para todos".
Según Rachid Mohamed Rachid, presidente de Valentino y Balmain, las industrias de consumo también se están alejando de la globalización. "Algunas empresas de lujo están reconsiderando sus estrategias, que tienden a depender en gran medida de marcas globales, vendiendo a turistas y enviando productos a todo el mundo", comenta. Las tiendas de hoy en Londres, París o Milán ahora atienden a sus residentes locales más que antes.