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Bahréin vivió su cuarto día de protestas que amenazan con desestabilizar la dinastía que ha gobernado el país por décadas.
Hay una fuerte presencia policial en las calles de la capital, Manama, donde la policía cercó la principal plaza de la capital, el centro de las manifestaciones, utilizando tanques, vehículos policiales y alambradas.
El ministerio del interior prohibió toda forma de protesta y señaló que utilizará todos los medios necesarios para restaurar el orden.
Se trata del capítulo más reciente de la ola de manifestaciones que ya ha tumbado dos presidentes en la región, Ben Ali en Túnez y Hosni Mubarak en Egipto.
Los manifestantes piden reformas democráticas en el país de mayoría musulmana chiita, que es gobernado por una monarquía sunita.
BBC analiza cinco razones claves que ilustran la importancia de estas protestas en Bahréin.
Importancia estratégica
Bahréin es el país más pequeño del golfo Pérsico, con alrededor de un millón de habitantes, pero su importancia estratégica excede con creces su tamaño.
La privilegiada posición geográfica nunca ha pasado desapercibida para las grandes potencias. Antes fueron los británicos, hoy es Estados Unidos, que tiene aquí su quinta flota naval para mantener un ojo en la percibida amenaza iraní en la región.
Bahrein ha sido un aliado privilegiado de Washigton, particularmente a partir de la primera guerra contra Irak, en 1991. El ejército de Estados Unidos también utilizó sus bases aquí para atacar a Irak en la segunda guerra del golfo a inicios de esta década.
Al igual que en Egipto, la política de EE.UU. ha sido la de ignorar los reclamos democráticos de los ciudadanos de Bahréin en nombre de la estabilidad regional y sus intereses estratégicos en la región.
De manera que las protestas de los últimos días no sólo han puesto en aprietos a la política exterior de Washington, sino también a su estrategia de defensa.
Ruta del petróleo mundial
La presencia de esta flota tiene, además, otra función estratégica: asegurar el libre flujo del petróleo del Golfo Pérsico.
Bahréin vive de la riqueza petrolera, pero sus reservas son limitadas. No obstante, las bases de Estados Unidos aquí sirven para resguardar alrededor del 33% del petróleo mundial que pasa por el estrecho de Hormuz, localizado entre Irán y Omán.
Por esta razón, las manifestaciones se han sumado a los factores que están presionando los precios del petróleo, que ya alcanzaron US$104 por barril.
Según el corresponsal de asuntos económicos de la BBC, Andrew Walker, algunos de los más importantes exportadores de petróleo, en especial Irán y Libia ya han sido afectados.
"Lo que preocupa es el riesgo de que los cargamentos de petróleo de esos países sean afectados", señala Walker.
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Tensiones étnicas
Pese a que las protestas en el emirato son parte del efecto contagio tras las revueltas que derrumbaron los presidentes de Túnez, Ben Ali, y de Egipto, Hosni Mubarak, en Bahréin las protestas también responden a divisiones étnicas.
Las protestas aquí son producto del descontento de la mayoría chiíta, que representa un 70% de la población es chiíta, con la élite real sunita que gobierna al país.
Los chiítas señalan que el régimen los ha tenido históricamente discriminados y sin acceso a la riqueza, en un país que por muchos años ha experimentado una bonanza económica sostenida por el petróleo.
Incluso hay quienes hablan de apartheid, ya que a éstos se les prohíbe acceder a cargos públicos. Incluso, muchos de los efectivos de las fuerzas de seguridad son sunitas traídos de Paquistán y Siria, a quienes se le otorga ciudadanía sin muchos trámites.
Según el corresponsal de la BBC sobre temas de seguridad, Jonathan Marcus, debido a esto "hay menos posibilidad de que las fuerzas de seguridad se pongan de parte de la población local, como sucedió en Egipto".
¿Peligro para Arabia Saudita?
Arabia Saudita, que desde las protestas en Egipto ha seguido los acontecimientos con atención, tiene más razones para preocuparse ahora que la ola de manifestaciones está literalmente en su vecindario.
Un viaducto une a Bahréin con la parte oriental de Arabia Saudita, una zona rica en petróleo pero además con una significativa población chiita que tiene fuertes vínculos familiares y culturales con los chiitas bahreinies.
El periodista de la BBC Bill Law da cuenta de que un experto con estrechos vínculos con el poderoso ministro del Interior saudita, el Príncipe Nayef, le aseguró que el gobierno saudita va a intervenir si la situación "se sale de control".
Según dijo a la BBC Gala Riani, de la revista sobre temas de defensa Jane's Weekly, los sauditas no tendrían problemas en apoyar – y, en el peor de los casos, intervenir directamente - si las autoridades de Bahréin no son capaces de controlar las manifestaciones.
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El factor Irán
Algunos analistas señalan que las protestas de la mayoría chiíta podrían eventualmente fortalecer aún más la presencia de Irán en la región.
Según Jonathan Marcus, Irán mantiene un ojo puesto en los acontecimientos en el emirato, ya que "por largo tiempo ha tenido un interés estratégico aquí".
La preocupación central es que, como sucedió en Irak, el establecimiento de un sistema democrático coloque a Bahréin en el campo iraní.
En los últimos años, Irán ha expandido su influencia en el Medio Oriente, particularmente en Irak y en Líbano.
Además, Teherán considera los países del Golfo como una zona natural de influencia, por la presencia chiíta, que representa el 8% de la población en Arabia Saudita, el 25% en Kuwait y el 70% en Bahréin.
No obstante, otros observadores destacan que la influencia de Irán en Bahréin es relativamente limitada, ya que los chiítas bahreinies tienden a seguir a clérigos más moderados en centros como Kerbala y Najaf en Irak.
Por Redacción BBC Mundo from bbc.co.uk 17/02/2011
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