China impuso aranceles de entre 15% a 25% a 128 productos estadounidenses.
Como en cualquier guerra, va a haber víctimas en ambos lados.
En una guerra comercial a gran escala entre China y Estados Unidos, el gigante asiático podría quedar muy malherido, no en vano, las exportaciones a la potencia norteamericana son un elemento clave en su modelo de crecimiento.
El superávit comercial a favor de China (calculado en cerca de US$347.000 millones anuales ) se vería directamente golpeado por una escalada proteccionista entre las dos mayores economías del mundo.
Por eso algunos expertos alertan que Pekín tendría mucho más que perder que Washington.
"Potencialmente, China está mucho más expuesta. Por esta razón, querrá negociar una salida a este creciente enfrentamiento arancelario", dice Stephen McDonell, corresponsal de la BBC en Hong Kong.
Hasta ahora, China y EE.UU. parecieran estar jugando las cartas previas de un conflicto que, si llega a escalar, puede incluso detonar una recesión económica global, según advirtió el propio director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Roberto Azevedo.
China anunció este lunes aranceles de entre 15% a 25% a 128 productos estadounidenses (entre ellos chatarra de aluminio, carne de cerdo, nueces, frutas y vino) por un total de US$3.000 millones, frente a lo cual la Casa Blanca dijo que estaba "distorsionando los mercados globales".
Wall Street reaccionó en medio de temores sobre una eventual guerra comercial, con el Índice Dow Jones bajando 2,7%.
El anuncio chino contra los productos estadounidenses fue la respuesta que le dio el gobierno de Xi Jinping a Donald Trump luego que el mandatario estadounidense decidiera imponer controvertidos aranceles a la importación de acero y aluminio, y el posterior anuncio sobre restricciones comerciales a productos chinos por unos US$60.000 millones.
"China tiene más que perder"
Según William Alan Reinsch, asesor del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales con sede en Washington y expresidente del Consejo Nacional de Comercio Exterior de Estados Unidos, China prefiere negociar porque tiene "potencialmente más que perder" en una guerra comercial, dado que "le vende más a Estados Unidos de lo que le compra".
"Las negociaciones comerciales con Estados Unidos en el pasado generalmente han generado acuerdos que no han requerido hacer concesiones mayores. Estarían felices de repetirlo", dice Reinsch en conversación con BBC Mundo.
"China es una economía más dependiente de las exportaciones y, por lo tanto, teme por la estabilidad del sistema comercial global", le dice BBC Mundo Barry Eichengreen, profesor de economía y ciencia política de la Universidad de California.
"China tiene más que perder que Estados Unidos en una guerra comercial al estiloojo por ojo, en la cual el comercio bilateral entre los dos países se detiene", agrega.
Así explica el experto los aparentes esfuerzos que está haciendo Pekín para convencer a los demás actores de preservar ese sistema.
En un terreno más político, Eichengreen comenta que a China le conviene que la situación no escale "como una forma de demostrar un liderazgo global y mejorar su reputación a los ojos de otros países como un socio confiable".
El factor clave en que coinciden varios expertos es la dependencia china del mercado estadounidense.
"Al menos hasta que China pueda encontrar mercado alternativos para sus exportaciones", comenta Raj Bhala, de la escuela de derecho de la Universidad de Kansas y asesor de la firma de abogados Dentons.
"Consecuencias económicas negativas para China significan consecuencias políticas negativas para el Partido Comunista Chino", agrega.
"El robo de propiedad intelectual"
Esta semana, la Casa Blanca hará pública la lista con los productos chinos que serán afectados por los nuevos aranceles, con los que el gobierno pretende castigar a Pekín por su "tremendo robo de propiedad intelectual", según palabras de Trump.
Esta lista tendría como blanco productos "principalmente de alta tecnología".
En este contexto, China le advirtió a Estados Unidos que "no abra la caja de pandora" y genere una ola de prácticas proteccionistas alrededor del mundo.
Y es probable que el gobierno de Xi Jinping haga todo lo que está a su alcance para enfriar las tensiones antes de responder con medidas de mayor alcance.
Otra vía diplomática que corre en paralelo, dicen los expertos, es que China está jugando sus cartas por aunar esfuerzos con otros países para detener la explosión proteccionista en la que aparentemente Trump está empeñado.
El punto es que cualquier movimiento en falso puede tener repercusiones en distintas partes del planeta, considerando que la arquitectura económica y financiera en la actualidad es cada vez más interdependiente y sincronizada.
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