Dos mosquitos Aedes aegypti, transmisores del zika. EFE
Un acuerdo entre Unicef y la mayor empresa de venta de vuelos internacionales permite anticipar brotes de enfermedades como el zika, el dengue o el ébola
El joven estudiante indio Chourasia fue diagnosticado con zika en la ciudad de Jaipur a mediados de mes. En las mismas fechas, otros pacientes llegaban al hospital con sus mismos síntomas e idéntico dictamen médico, pero en otra ciudad a más de mil kilómetros. Este es el mayor brote de este mal en el país. ¿Cómo recorre un virus semejante distancia en pocas horas? Un mosquito no puede volar tanto, una persona en un avión sí, y el clic que se hace al comprar un billete puede ser vital para conocer los caminos que sigue una enfermedad.
Un acuerdo entre el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y Amadeus, la empresa que más billetes para aerolíneas gestiona en el mundo, permite recopilar, combinar, analizar y mostrar información en tiempo real sobre el estado y la evolución de enfermedades como el zika, el dengue y el ébola. En el caso del primero, por ejemplo, la transmisión del virus aún está activa en más de 50 países y en Latinoamérica y el Caribe ha afectado a al menos 223.000 personas desde 2015, según la Organización Panamericana de la Salud. Entre ellos, 3.500 bebés.
Desde mediados de 2017, trabajamos con datos globales, esto nos brinda una capacidad sin precedentes para pronosticar la propagación de epidemias
Una mejor respuesta depende de un mejor conocimiento del enemigo. La colaboración entre Unicef y Amadeus se desarrolla en una Magic Box: "Se trata de una plataforma digital en la que se mezclan datos privados y públicos con objetivos humanitarios y sanitarios. La OMS actualiza su información sobre zika, ébola, malaria, dengue... Y nosotros aportamos los datos sobre las reservas de avión, así Unicef consigue establecer modelos predictivos para saber dónde se van a expandir estas enfermedades y cómo lidiar con ello", explica Pol Bordas, responsable de la responsabilidad social de Amadeus en Asia y Pacífico, y que contó la iniciativa en el foro One Young World en La Haya (holanda). Su compañía gestionó en 2017 más de 16.000 millones de reservas de avión en casi todo el mundo (no trabajan mercados como el chino, por ejemplo).
Esta colaboración comenzó en 2016 y se elaboraron los primeros mapas con predicciones de América Latina y Estados Unidos. "Resultaron muy precisos", comenta Bordas. "Los científicos de Unicef utilizaron una estimación de la propagación de zika, y después de varios meses se comparó ese análisis con la realidad y mostró resultados prometedores. Desde mediados de 2017, trabajamos con datos globales, esto nos brinda una capacidad sin precedentes para pronosticar la propagación de epidemias", detalla Clara Palau, de jefa de producto de Unicef Innovation.
Muchas otras empresas, como Telefónica, IBM y Facebook, aportan sus datos en esta iniciativa de Unicef para diferentes proyectos. Con la información que aporta Telefónica, por ejemplo, son capaces de rastrear los movimientos de población internos de un país tras un terremoto y así predecir dónde hará falta más ayuda. La información que almacena esta caja mágica incluye estimaciones de población de alta resolución, viajes aéreos, movilidad regional estimada, datos de temperatura y de informes de la OMS. "El big data añade un valor científico, hasta ahora estaba diseñado para los países desarrollados, para calcular quién es más influencer o más trendig topic, pero los algoritmos se pueden adaptar a otras situaciones", apunta Manuel Garcia-Herranz, jefe científico de Magic Box. La plataforma recibe información semanalmente y los técnicos de Unicef trabajan ahora en establecer un protocolo de actuación con agentes locales cuando se obtienen previsiones sobre un posible brote en un territorio.
Los especialistas alertan del peligro que suponen las conexiones globales masivas para la expasión de los virus. Así lo especifica Stephen J. Thomas, experto de la Universidad de Nueva York: "Una amenaza a la capacidad de prepararnos es el grado de conexión actual. Los brotes masivos de dengue, chikungunya y zika que hubo estos años en el continente americano y el Caribe fueron posibles por la facilidad que existe hoy para realizar viajes internacionales. Esto permitió a esos virus viajar como polizones de Oriente a Occidente". La directora de Desarrollo Global en ISGlobal, Leire Pajín, también recordaba en este artículo: "Si algo hemos aprendido es que hoy las epidemias, como el mundo en el que vivimos, son globales e invertir allí es tanto como prevenir aquí".
Anticiparse a los movimientos del enemigo es fundamental para vencer en las batallas y acabar ganando la guerra. Si la estrategia funciona, la viralidad se va a acabar.
La Haya
https://elpais.com/elpais/2018/10/29/planeta_futuro/1540825274_349206.html
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