- Los resultados recórds de las puntocom no bastan para inspirar confianza
Los hijos no quieren compartir la red social de sus padres. Así de fácil. Ante esta cruda realidad, Facebook comienza a descontar que las nuevas generaciones de internautas no activarán su perfil en su plataforma. Tarde o temprano tendría que llegar el día en el que tocaría techo en audiencia y no queda otra estrategia que desviar la mirada hacia otras variables.
Por si lo anterior no fuera suficiente, tan sombrío panorama se ha agravado por los recelos de la fuga de datos de Cambridge Analítica y la puesta en marcha del Reglamento General de Protección de Datos. Estas dos últimas contingencias, por ejemplo, han animado a cerca de un millón de usuarios europeos a cancelar su perfil en Facebook, muchos de ellos contrariados por el uso indebido que la plataforma ha realizado de sus datos personales.
En cualquier caso, y por muy confuso que pinte el futuro, donde no llega Facebook alcanzarán otras redes hermanas. De esa forma, la mayoría de los jóvenes que desdeñan Facebook se rinden a Instagram, también del grupo fundado por Mark Zuckerberg. Es cierto que todo queda en casa, en el caso de Facebook, aunque la capacidad de rentabilizar contenidos de la mayor red social del mundo es mucho más sabrosa que la que proporcionan otras enseñas.
Esa desaceleración de las nuevas altas ha castigado a Facebook en bolsa, pero no ha restado brillo a la cuenta de resultados. De hecho, el grupo anunció el pasado jueves un incremento del beneficio del 30% entre los pasados meses de enero a septiembre, hasta los 15.230 millones de euros. Sólo en el último trimestre, el gigante facturó por publicidad más de 5.317 millones, el 9% más que el mismo periodo comparable de 2017. De lo anterior se desprende que Facebook no ha sufrido en sus resultados las recientes controversias sobre la publicación de noticias falsas, ni tampoco por la fuga de cuentas. Según sus últimos datos, más de 2.000 millones de personas se conectan a diario en Facebook, Instagram o Messenger, entre otros, de un total de 2.600 millones de usuarios registrados.
La confianza de los inversores es un activo volátil cuando se trata de compañías tecnológicas, a pesar de que todos los resultados que han presentado merecen la calificación de espectaculares. Esa misma lección puede aplicarse a Alphabet, matriz de Google. Se trata de una máquina de ganar dinero, tras elevar sus beneficios casi el 39% en el acumulado de los nueve primeros meses del año, hasta los 19.160 millones de dólares y el 73% en el último trimestre.
Los ingresos también baten récords, ahora con una facturación de 85.790 millones, en un mercado publicitario dominado por los dispositivos móviles, como también celebra Facebook, cuyo 92% de los ingresos se generen a través del móvil. "Nuestro negocio sigue pasando por un buen momento a nivel global, liderado por las búsquedas en dispositivos móviles y por nuestros muchos productos que ayudan a miles de millones de personas cada día", indicó en un comunicado la consejera financiera de Alphabet y Google, Ruth Porat.
Igual que Facebook, Google también ha sufrido el revés de la fuga de datos, en su caso por errores de seguridad en la red Google+, plataforma condenada al cierre a lo largo de este año.
El cambio en Amazon
Amazon ha pasado de la euforia del pasado septiembre, cuando superó el billón de dólares de capitalización y alcanzó sus máximos históricos en bolsa, a mirar el horizonte con razonable preocupación. La competencia de otras tiendas online (especialmente las chinas) y la desaceleración en la incorporación de nuevos compradores inquieta a un gigante cuyos últimos resultados ofrecen unos crecimientos incontestables: Ha multiplicado por seis sus ganancias, con un beneficio neto de 7.046 millones de dólares (2.883 millones de dólares en el trimestre), pero pese a ello perdió el 6% de su valor en bolsa nada más presentar sus cuentas.
Los ingresos del gigante del comercio electrónico superaron los 56.576 millones de dólares (49.866 millones de euros), entre los pasados meses de julio y septiembre, lo que representa una mejora del 29,3% respecto al periodo comparable de 2017. Las ventas netas de productos se incrementaron un 17%, mientras que las procedentes de los servicios (AWS) crecieron el 52,4%.
Microsoft también ha cumplido estos días con la regla de ofrecer resultados sobresalientes y timoratos en bolsa. En su caso, el primer fabricante de software del mundo ganó 8.820 millones de dólares en su primer trimestre fiscal (entre los pasados meses de julio y septiembre), lo que representa un aumento del 34% frente al mismo periodo del año anterior. La facturación creció el 19% en el mismo periodo, hasta cerca de 30.000 millones de dólares, en gran parte por el impulso de los servicios para empresas en la nube (Azure). Pese a lo anterior, los analistas abren los ojos ante la irrupción de los primeros indicios de declive de ciertos negocios en la nube.
Twitter fue la excepción a la regla al mejorar en bolsa justo después de anunciar su vuelta a los beneficios. En concreto, ganó 950,3 millones de dólares (835 millones de euros) entre los pasados meses de enero a septiembre, frente a las pérdidas de 199,1 millones (175 millones de euros) que digirió en el mismo periodo del 2017. Sus ingresos de 2.134 millones de dólares (1.836 millones de euros), mejoraron el 24,6%.
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