Se trata del material más usado para envasar alimentos, pero varios estudios no recomiendan calentarlo junto a nuestras comidas
El plástico es ya el principal material en el que se envasan los alimentos en el mundo. También se usa para almacenarlos en casa, ya sea en forma de papel film transparente o en recipientes tipo fiambrera. Se trata de un producto barato y ligero y, pese al movimiento contra él que se ha desatado en los últimos años, su uso es generalizado. Ya que tenemos la nevera y los armarios de la despensa llenos de plástico, vamos a intentar esclarecer qué pasa con este material cuando entra en contacto con el calor. Es decir, cuando lo metemos en el microondas o en una olla con agua hirviendo
La Sociedad Americana Contra el Cáncer advierte de que el plástico no es una sustancia única y uniforme, sino que un recipiente u otro pueden tener sustancias completamente distintas. Hay dos de esas sustancias, el bisfenol A (más conocido como BPA) y las dioxinas, que son peligrosas cuando entran en contacto con el calor, según este mismo organismo sanitario de Estados Unidos.
Sociedad Americana Contra el Cáncer
El plástico no es una sustancia única y uniforme, sino que un recipiente u otro pueden tener sustancias completamente distintas
La cuestión es la que nos estamos imaginando: estos materiales, calientes, viajan del recipiente a los alimentos que luego colocamos en la mesa y nos comemos. No lo vamos a percibir a la hora de ingerir la comida, pero ahí estarán y será negativo para nuestro organismo. Pueden afectar nocivamente en la regulación hormonal del cuerpo humano.
Para evitar que eso ocurra, la Unión Europea dispone de una regulación que exige a las empresas que fabrican recipientes de plástico a señalizar si estos son aptos para contener alimentos y si se pueden calentar.
Ahora bien, ¿si en la etiqueta pone que son aptos quiere decir que los podemos usar con total tranquilidad? Pues no está tan claro. Según un estudio dirigido por la genetista Patricia Hunt, de la Universidad del Estado de Washington, publicado en 2018, los sustitutos del BPA pueden tener efectos igual de adversos para el organismo.
El estudio lo hicieron con ratones y el objetivo inicial era demostrar lo negativo que es el BPA para ellos. Su sorpresa fue que, al ponerlos en contacto con materiales plásticos alternativos, los efectos fueron prácticamente igual de nocivos. Estos sustitutos afectaron a la reproducción de estos animales de la misma forma.
Plástico y medio ambiente
Es un material difícil de reciclar, que tarda muchísimos años en desintegrarse en el ambiente y que, durante ese proceso, desprende sustancias nocivas.
El plástico, además de afectar a nuestro organismo, también es perjudicial para la salud del planeta, algo que nos afecta directamente a nosotros como especie que habitamos en él. Es un material difícil de reciclar, que tarda muchísimos años en desintegrarse en el ambiente y que, durante ese proceso, desprende sustancias nocivas.
Alternativas: vidrio, cerámica y porcelana.
Una buena forma de no usar plástico para calentar los alimentos es reemplazar nuestro tupper de plástico de la comida que llevamos al trabajo por uno de vidrio. Tendremos que soportar un poco más de peso en el bolso o mochila, pero valdrá la pena.
A veces, eso sí, nos encontramos con alimentos que en el supermercado solamente los venden en envoltorio de plástico. En ese caso, podemos sacarlos de ese envase y trasladarlos a un plato o un recipiente de vidrio, porcelana o cerámica. Y de ahí al microondas, mientras tiramos el plástico al contenedor amarillo.
Otro sustituto del plástico para almacenar alimentos es el acero inoxidable, pero no sirve para calentar alimentos en el microondas.
AITOR ÁLVAREZ
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