¿Cómo nos identificamos para gestionar nuestra banca electrónica?¿De qué manera confiar en los interlocutores a través de twitter? ¿Quién defiende nuestra reputación digital en facebook? ¿Qué ocurre si nos roban nuestra identidad en las redes sociales?
Todos estos riesgos que asumimos con el uso cada vez más habitual de las redes, implican la necesidad de tomar algunas medidas de protección para salvaguardar nuestra identidad digital y nuestra reputación online, tan importantes como necesarias desde que a principios de los 90 Internet llegara para transformar nuestra presencia en el mundo.
Para evitar los graves perjuicios que pueden causar los ataques a nuestra identidad digital, los abogados de DAS proponen medidas de prevención y defensa ante aquellos que suplantan nuestra identidad digital, amenazan nuestra privacidad o atacan nuestra reputación digital, es decir nuestro rastro en Internet.
Al hablar de suplantación de la identidad digital nos referimos a la apropiación indebida de nuestra identidad digital por parte de alguien que pretende actuar en nuestro nombre. Esto puede conllevar consecuencias indeseadas como que se muestre una imagen distorsionada de nosotros mismos en Internet. Esta apropiación puede facilitar que seamos víctimas de burlas, insultos o amenazas, o se fomente el descrédito de nuestro nombre frente a terceros o incluso ser víctimas de pérdidas económicas en el caso de suplantaciones ante entidades bancarias o financieras. En este caso, DAS recomienda estudiar la vulneración de los derechos fundamentales que se da en cada ocasión y actuar en defensa del derecho al honor y la propia imagen o bien apelar a la protección de datos personales.
Nos referimos a amenazas a la privacidad cuando se utilizan y difunden sin nuestro consentimiento informaciones y datos, normalmente de carácter sensible, que nos caracterizan ante los demás y por tanto pertenecen a nuestra esfera más privada e íntima. Hay que tener en cuenta que en el momento que publicamos informaciones personales en redes abiertas, perdemos el control de su difusión. Cuando alguien asalta nuestra privacidad, corremos el riesgo de perder de forma efectiva los datos de carácter personal vinculados a nuestros perfiles online si no los protegemos de manera adecuada. Los casos más claros de este tipo de perjuicio se dan cuando compartimos abiertamente los rasgos más privados de nuestra actividad y los plasmamos en las redes. Debemos que tener siempre presente, advierten los expertos de DAS, que la información en internet puede ser vista por personas ajenas a nuestro círculo de confianza que caigan en la tentación de hacer de ella un mal uso.
Las amenazas a la reputación online, es decir, el riesgo de sufrir un impacto a nuestro honor aumenta en internet por lo incontrolados que pueden llegar a ser sus límites. La viralidad en la difusión de los contenidos dificulta el control de la información personal una vez la colocamos en el frenesí de las redes. Por ello cabe administrar con precaución y reserva la información privada que suministramos para evitar usos perversos por parte de terceros.
¿Cómo podemos protegernos?
La identidad digital y la reputación online (ambas vinculadas a los derechos de la personalidad) constituyen elementos valiosos y justos de proteger jurídicamente dentro de la sociedad de la información.
Los derechos individuales protegidos en el entorno online son el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen, al derecho al olvido, a la dignidad de las personas y a la protección de datos.
DAS propone estas medidas de protección con las que conseguir mejor seguridad para nuestra identidad y nuestra reputación digital:
- Crear un perfil responsable: valorar la utilidad que tiene concretamente el servicio online que queremos utilizar, cómo protege los datos personales de los usuarios y tratar de utilizar dos identidades, una para la imagen personal y otra para la actividad profesional.
- Configurar la herramienta de privacidad y seguridad: leer, comprobar y configurar correctamente la opción de privacidad y seguridad nos permitirá proteger al máximo toda la información y el contenido que vamos a compartir.
- Conceder el acceso sólo a personas de confianza para controlar qué difusión se hace de nuestros contenidos.
- Siempre cerrar la sesión del perfil al terminar, para evitar que otros puedan acceder y utilizarla con fines maliciosos.
- Usar el sentido común cuando se publique información u opinemos sobre terceros.
- Solicitar siempre permiso antes de utilizar datos de otra persona, aunque se trate de fotos o vídeos.
- Conocer los códigos éticos que aplica cada red social con el objetivo de hacer un correcto uso de la misma.
Finalmente, si en alguna ocasión se sufrimos vulneración de nuestros derechos como usuario en internet, desde DAS recomiendan acudir a estos canales de denuncia: Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Agencia Española de Protección de Datos y los Tribunales de Justicia.
H. ANNA Publicado a 22-05-2018 7:39
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.