jueves, 13 de agosto de 2020

La vacuna contra el coronavirus no será la panacea inmediata contra la crisis económica mundial

 pruebas-test-coronavirus-sanitarios.jpg


Con al menos 175 ensayos en marcha de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMC), aumenta la posibilidad de que una vacuna contra la COVID-19 llegue tan pronto como el próximo noviembre para ser distribuida masivamente a mediados del próximo año. Sin embargo, incluso si esta situación llega a materializarse, existen pocas probabilidades de que esto logre cambiar el panorama económico de inmediato.

Al menos eso considera Neil Shearing, economista jefe de Capital Economics, quien estima que se deben tener en cuenta múltiples factores. Entre ellos destaca la propia efectividad de la vacuna en sí.

Es importante tener en cuenta que tradicionalmente la Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) impone un nivel de eficacia de alrededor del 80%. Sin embargo, en el caso de la vacuna contra el coronavirus, este listón se ha reducido al 50%, lo que refleja una contrarreloj de desarrollo mucho más reducida y el hecho de que a menudo las vacunas tardan en revelar su eficacia.

Otro asunto a considerar incluye el periodo de inmunización que pueda derivarse de una potencial vacuna, su seguridad y qué tan dispuesta estarán las personas e a usarla, particularmente dado el corto tiempo de desarrollo.

Tampoco hay que pasar por alto su distribución. Hasta la fecha, los múltiples anuncios entre los laboratorios más avanzados en el desarrollo de una vacuna, como Pfizer, Moderna, Merck AstraZeneca, Novavax, Sanofi o Sinopharm, por mencionar algunos, sugieren que cerca de 1.000 millones de dosis podrían estar disponibles este año y otros 7.000 millones más en 2021. Sin embargo, estas cifras incluyen a las múltiples vacunas actualmente en desarrollo y aún no está claro cuál de ellas tendrá éxito y cómo de rápida será su producción.


Es posible que la cantidad real de dosis disponibles sea significativamente menor a la prevista por lo que Inicialmente, al menos, es probable que la oferta se vea limitada en función de las necesidades. Algo que retrasará la inmunización masiva.

Esto conduce a otro posiblemente a otro posible escollo del lado de la distribución. "No es inconcebible que, dada la aceleración en el desacoplamiento entre Estados Unidos y China durante los últimos seis meses, factores geopolíticos puedan influir en la distribución de una vacuna", avisa Shearing. Dicho esto, Pekín ya ha dejado claro que, si logra una vacuna efectiva, la pondrá a disposición de todos los países.

De hecho, es más probable que la distribución internacional se vea influenciada por el coste de producción. La mayoría de las estimaciones sugieren que la vacuna costará entre 20 y 50 dólares por dosis, poniendo la inmunización masiva fuera del alcance de varios mercados emergentes y países más pobres.

Mientras tanto, los países avanzados ya han reservado un importante número de existencias de diferentes vacunas en desarrollo. Es probable que esto produzca un proceso de inmunización global de dos velocidades.


Nueva York