Solo el 28,5% de las empresas tiene políticas de desconexión digital. Getty
La responsabilidad del puesto y la prolongación del horario dificultan el desenganche digital
La implementación del teletrabajo como consecuencia de la crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la importancia de la desconexión digital. De hecho, es uno de los aspectos que el Gobierno quiere regular en el proyecto ley del teletrabajo. Porque, a pesar de su regulación, por primera vez en 2018, actualmente no se contemplan medidas concretas ni sanciones por incumplimiento.
En este contexto, la plataforma de empleo InfoJobs analiza el impacto del Covid-19 en la desconexión digital. Así, mientras que en 2018, el 51% de la población activa española declaraba que respondía e-mails y atendía llamadas de trabajo fuera de horario laboral, en el periodo anterior a la pandemia esta cifra ascendía al 62,5%, y en la actualidad, el porcentaje crece 4,8 puntos porcentuales llegando al 67%.
La implantación de políticas de desconexión digital es una asignatura pendiente para las empresas españolas ya que, en el periodo pre-covid, solo el 28,5% de las empresas encuestadas afirmaba disponer de alguna política de desconexión. “Según datos oficiales de la EPA, con el confinamiento, el teletrabajo casi se cuatriplicó. Y es que, nos encontramos ante un nuevo escenario del mercado laboral en el que será necesario la adaptación tanto de empresas como de candidatos”, señala la directora de comunicación de InfoJobs, Mónica Pérez, que resalta la importancia de que el Gobierno trabaje para acotar la duración de la jornada laboral y que se respete el descanso laboral del trabajador.
De los encuestados que afirman responder mensajes de correo electrónico y atienden llamadas en vacaciones o fines de semana, el 31% declara que los motivos principales son que el puesto de trabajo lo requiere y que, con el teletrabajo, han tenido más dificultades para desconectar. Un 11% de los encuestados dice que trabaja más horas y eso implica estar conectado más tiempo y un 10,5% hace referencia a la necesidad de estar conectado a todas horas.
Además, si se analizan las variables por género, se observa que el 35% de las mujeres opina que con el teletrabajo han tenido mayor dificultad para desconectar frente al 26% de los hombres. En sentido contrario, el 38% de los hombres indican que el principal motivo es que su puesto lo requiere frente al 24% de las mujeres.
Respecto a la edad, también se observan comportamientos distintos. El 19% de los jóvenes de entre 16 a 24 años afirman que sienten la necesidad de estar conectados a todas horas mientras que el promedio es un 10,5% del total, un dato que refleja la naturaleza digital de la generación Zeta. Respecto a la dificultad de desconectar vinculada con el teletrabajo se observa que a más edad mejor gestión de los horarios.
En este sentido, el 37% de los jóvenes de 25 a 34 años señalan este motivo frente al 24% de los mayores de 55 años. Cuando el motivo es que el puesto de trabajo lo requiere, a mayor edad más conexión, así el 42% de los mayores de 55 años señalan este motivo frente al 24% de los jóvenes de 25 a 34 años.
También hay diferencias según el nivel laboral de los trabajadores, así mandos intermedios y dirección se alinean y opinan en un 37% (37,2% y 37,6% respectivamente) que su puesto de trabajo les requiere estar conectados frente al 27% de los empleados. Lo mismo ocurre cuando el motivo es que el teletrabajo ha significado mayor dificultad para desconectar, esta vez son empleados y mandos intermedios los que se alinean entre un 33% y un 31% respectivamente, frente al 16% de los cargos directivos.
Según el nivel laboral, a mayor responsabilidad más pendientes de estar conectados y dispuestos a contestar fuera de horas. Así, los trabajadores con cargo de empleado están conectados a su trabajo fuera del horario laboral en un 62% de los casos, los mandos intermedios en un 76,5% y en el caso de los cargos directivos el porcentaje asciende hasta el 85%. Por género, las mujeres que atienden temas de trabajo fuera de horario laboral pasan del 60,4%, en febrero, al 65,6% en julio (5,2 puntos por encima), mientras que entre los hombres la diferencia es de 4,4 puntos, pasando del 64,9 al 69,3%.
Por tramos de edad: los más pendientes del trabajo fuera de horario son los que están entre 35 a 44 años, con un incremento 8,5 puntos porcentuales, pasando del 60,4%, en febrero, al 68,9% en julio. Le siguen los jóvenes de 25 a 34 años, que llegan al 67,1%, y el tramo de 45 a 54 años, con el 66,5%. Hasta los 24 años ocurre el efecto contrario: pasan del 71,4% al 64,4%.