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Un informe revela que instituciones como la NASA y la CIA reclutaron a científicos y colaboradores de Hitler pese a conocer su pasado.
Un informe hasta ahora secreto sobre la operación de caza de nazis realizado hace cuatro años por un funcionario del Gobierno de EE UU concluye que funcionarios de los servicios de inteligencia ofrecieron refugio en el país a varios nazis y colaboradores de Hitler tras la Segunda Guerra Mundial. Según el diario The New York Times, que fue el primero en lograr una copia del archivo, el Departamento de Justicia ha tratado de mantenerlo oculto durante cuatro años.
El documento, de 600 páginas, revela que varios funcionarios estadounidenses que recibieron el cometido de reclutar a científicos tras la Segunda Guerra Mundial hicieron caso omiso de la orden del presidente Harry Truman de que no se reclutase a nazis o personas relacionadas con ellos.
Un ejemplo es Arthur Rudolph, un ingeniero que acabó desarrollando el poderoso cohete Saturno, propulsor del primer vuelo tripulado de Estados Unidos a la Luna en 1969. En 1984 regresó a Alemania tras ser acusado de ocultar que había sido miembro del partido nazi y de explotar "hasta la muerte" a miles de trabajadores forzados cuando dirigía el programa de cohetes nazi durante la guerra. Lo que no se sabía y que ahora revela el informe es que, cuando fue contratado, el departamento de Inmigración conocía perfectamente su pasado.
Otro de los casos que se mencionan es el de Otto Von Bolschwing, que llegó a ser agente de la CIA por sus conexiones con alemanes y rumanos, pese a saberse que había trabajado con Adolf Eichmann, alto cargo de la Gestapo. El documento detalla cómo la agencia de espionaje debatió en una serie de informes internos qué hacer si se descubría el pasado de Bolschwing: negar cualquier afiliación con los nazis, o explicarlo. El Departamento de Justicia intentó deportar a Bolschwing en 1981 tras averiguar su pasado, pero el nazi murió ese mismo año.
El informe describe también el trabajo de la Oficina de Investigaciones Especiales del Departamento de Justicia (OSI), que se creó en el año 1979 para deportar a nazis. Según sus conclusiones, a muchos nazis "se les garantizó la entrada en EE UU" a pesar de que varios funcionarios del Gobierno conocían su pasado.
"EE UU, que se vanagloriaba de ser un refugio seguro para los perseguidos, se convirtió a pequeña escala en un refugio seguro también para los perseguidores", concluye el documento.
From elpais.es/internacional 15/11/2010
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