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Una expedición de expertos de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) desembarca hoy en Dublín para husmear en sus cuentas públicas. El Gobierno irlandés no acepta aún oficialmente que pongan en marcha una operación para rescatarle de la quiebra, pero colabora para que todo esté preparado en caso de que sea necesario. Los acontecimientos podrían desencadenarse antes de que termine este mes. Objetivo: evitar que la crisis se contagie a Portugal, España e Italia, y amenace la supervivencia del euro.
¿Quién desencadena el rescate?
La operación se desencadena cuando el país en dificultades solicita ayuda exterior para hacer frente a sus pagos. Antes mantiene contactos oficiosos, que desembocan en la presentación de una carta de intenciones, en la que explica al FMI?y en el caso europeo a Bruselas y al BCE?las medidas que prevé adoptar para garantizar el pago de los préstamos solicitados. Fernando Fernández, profesor de IE Business School, considera que "Irlanda y Portugal hace tiempo que comenzaron las discusiones informales". Para José Manuel García-Margallo, eurodiputado del PP y vicepresidente de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, "Irlanda se resiste a pedir la ayuda porque está negociando las condiciones".
¿Cómo se negocia el plan?
Cuando el Gobierno en aprietos pide ayuda comienza a negociar un memorando de entendimiento con el FMI. Los expertos de este organismo peinan, línea a línea, los presupuestos del país para identificar cuánto dinero tienen que prestarle para evitar impagos. Y le exigen un programa de saneamiento fiscal. "El FMI diseña un plan que permita al Estado salir de la crisis y devolver el dinero que le ha prestado. Entre las medidas estándar está ajustar el déficit", explica Gregorio Izquierdo, director del Servicio de Estudios del IEE. El país también debe ejecutar reformas estructurales que garanticen la buena marcha de su economía. "Es como cuando un banco te da un crédito. Tienes que explicarle qué deudas tienes, tu capacidad para devolverlas y convencerle de que el negocio en el que vas a invertir será viable", explica García-Margallo.
¿Cuáles son las condiciones?
Lo primero que impone el FMI es un recorte del gasto rebajando, por ejemplo, pensiones, número de funcionarios y sus sueldos como hizo Grecia. Y un plan de liberalización económica y saneamiento del sector financiero. "Suelen ser reformas difíciles de aceptar para la opinión pública. Pero son la única forma de salir del agujero como demuestran Suecia o Finlandia que, tras la crisis de los 90, están entre los países más competitivos de la UE", explica Marc Soctcker, director de Asuntos Económicos de Business Europe, la patronal europea. "Las condiciones dependen del país: el plan de Irlanda, cuyo problema se concentra en el sector bancario, no será igual que el griego", añade. La entrega de los préstamos se realiza de manera escalonada, tras evaluar que el país que los recibe va cumpliendo el calendario de reformas del plan de rescate.
¿Hay golpes bajos al negociar?
Una de las razones que explican que Irlanda se resista a solicitar la ayuda europea y del FMI es que teme que le exijan elevar su muy reducido impuesto sobre sociedades, una de las claves de su aún reciente expansión económica y de su enorme atracción de inversiones extranjeras. Pero también de su enorme atracción de críticas de otros países de la UE, que acusan a Dublín de competencia fiscal desleal. "El FMI no hará hincapié en este punto si Dublín ofrece ajustes adecuados en otros capítulos de su presupuesto. Pero países como Francia o Alemania pueden aprovechar la ocasión para ejercer presiones informales en este sentido", admite Gregorio Izquierdo. Fernando Fernández apunta otra posible dificultad en la negociación del rescate irlandés: "Imagino que parte de la discusión es la liquidación ordenada y venta de Anglo Irish Bank. Una entidad quebrada a todos los efectos, que aunque sea estratégica para Irlanda no lo es internacionalmente. Y negociar una quita de la deuda del banco".
El mecanismo europeo de rescates no contempla la posibilidad de reestructuración de la deuda de un país, pero en el caso irlandés, la ayuda sedará al Estado para que sanee su sistema bancario, lo que podría efectivamente dejar la puerta abierta a que los titulares de deuda de las entidades no cobren todo lo que esperaban.
¿El ajuste provoca recesión?
Los detractores del FMI aseguran que sus planes de ajuste condenan a la recesión a los países que solicitan su ayuda. Pero los expertos discrepan. "Depende de cómo se haga", explica Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente de Freemarket International Consulting, antes de detallar: "Lo que es una garantía de recesión es subir los impuestos y limitarse a recortar los gastos no estructurales. Ha habido países, como Argentina, a los que el FMI ha obligado erróneamente a subir impuestos". Marc Soctcker sí cree "inevitable que los países que atraviesan una situación tan grave que les obliga a recurrir a la asistencia del FMI y a sus planes de ajuste pasen por un periodo de recesión. Pero ocurriría de cualquier forma, y cuanto antes apliquen la reforma, antes habrán puesto las bases de su crecimiento posterior y antes saldrán de la coyuntura adversa".
El miembro de la patronal advierte que la severidad de los ajustes necesarios y la duración del periodo necesario hasta que recuperen su capacidad de crecimiento potencial es mayor en los países de la zona euro, que no pueden recurrir a la devaluación, otra de las medicinas que suele recetar el FMI.
¿El FMI tumba gobiernos?
Otra de las razones por las que el Gobierno irlandés se resiste a pedir ayuda es "la frágil situación política en la que quedaría, y la incertidumbre sobre si la oposición le apoyará o aprovechará para derribarle", explica Louise Harvey, socia de la consultora FD Blueprint. "La economía tiene sus tiempos y no podemos estar al vaivén de las elecciones en cada país, hay que abordar el problema sin dilatarlo", reclama Antolín Sánchez Presedo, eurodiputado del PSOE miembro de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.
"El Gobierno que acude al FMI constata su fracaso y sufre un coste electoral altísimo. Por lo que se resisten y, cuando acuden, la situación ha empeorado muchísimo y el coste se ha disparado", advierte Fernando Fernández. La oposición puede esgrimir ante el electorado que su país está tutelado por Bruselas y Washington.
Por Antonio León eleconomista.es 18/11/2010
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