lunes, 22 de noviembre de 2010

El hotel donde vivió el marajá más poderoso de la India


Foto from lavanguardia.es

El palacio Falaknuma, hoy un hotel de lujo, es uno de los testimonios del declive de una de las fortunas más grandes del mundo.
Durante dos siglos, Haiderabad estuvo en la cúspide del refinamiento, la molicie y el lujo oriental. El séptimo nizam o rey de Haiderabad llegó a ser portada de Time en los años treinta en calidad de hombre más rico del mundo. Pero la traumática independencia de India inició el declive de su dinastía. Antes de morir, Mir Osman Ali Khan nombró heredero a su nieto Mukarram Jah.
Sin embargo, cuatro años más tarde, Indira Gandhi suprimía los títulos nobiliarios y sus privilegios y el señor Jah, tras huir de los acreedores, vive hoy en un apartamento de dos habitaciones en la costa turca, en lo que supone uno de los más dramáticos cambios de fortuna de la historia contemporánea. La dejadez, la codicia y alguna inquina también han reducido el esplendor de Haiderabad a una sombra de lo que fue. Hay que señalar que el nizam,cuya fidelidad había sido premiada por los británicos con una enorme autonomía, se opuso por la armas a su integración en India e incluso amagó con unirse a Pakistán.
Muchos de sus palacios han sido derribados y sus jardines y sus fuentes ya no existen. Sin embargo, uno de los mejores palacios de la dinastía, Falaknuma - celestial en urdu-ha sido restaurado y reabierto como hotel de lujo - hace una semana-por la cadena Taj. Todo un acontecimiento, teniendo en cuenta que estuvo cerrado a cal y canto durante décadas, criando telarañas.
Poco queda del mobiliario original, aunque se han restaurado decenas de tapices y jarrones y la espectacular mesa para 101 comensales. Reyes de Inglaterra, zares de Rusia y príncipes de Gales comieron en ella. La suite Nizam, del hotel, con piscina propia, sale por 8.000 euros la noche, aunque las habitaciones sencillas no llegan a los 600 euros.
Falaknuma fue, sobre todo, el palacio del sexto nizam,a pesar de que había sido construido por su primer ministro, en lo alto de una colina. Al nizam le gustó tanto el palacio y las vistas que su subordinado - a la postre su cuñado-no tuvo más remedio que regalárselo. Mir Mahbub Ali Khan usaba el diamante Jacob, el séptimo más grande del mundo, como pisapapeles. Dedicaba toda una ala de palacio como guardarropa. Todo lo contrario de su hijo, con fama de tacaño y de haber usado el mismo gorro - un topi-toda la vida. Eso sí, tenía tres camiones cargados de oro, joyas y dinero, en caso de tener que huir.
La fortuna de los marajás más ricos podía medirse con la de los aristócratas de Haiderabad, pero no llegaba ni al dobladillo de la túnica del nizam.La única cabeza coronada de India - había más de 500-a la que los británicos concedieron el tratamiento de "alteza exaltada".
Por JORDI JOAN BAÑOS from lavanguardia.es/ciutadanos 21/11/2010

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