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Tras la reciente difusión de 250.000 documentos secretos y privados de la diplomacia de Estados Unidos, cada parte ha tratado de redirigir la atención hacia su foco de interés: las violaciones de derecho de Estados Unidos, la ciberguerra con China o el acto de WikiLeaks. Pero hay un factor más en este cablegate que pasa desapercibido: Siprnet, el origen de todo. ¿Qué es, qué contiene, quién puede acceder a él y cuál es su seguridad?
En la cabecera de cada cable aparece la palabra “SIPDIS”, el acrónimo de Siprnet Distribution. Significa que forma esa comunicación forma parte de la red Secret Internet Protocol Router Network. Siprnet fue creado en 1991 y actualmente es utilizado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos para transmitir información clasificada, hasta la información categorizada como “secreta”. Se trata de un sistema de Internet totalmente independiente del Internet civil, y está controlado por el ejército estadounidense.
La expansión de Siprnet tras el 11 de Septiembre
Siprnet ha crecido sobre todo durante la última década, a raíz de los ataques del 11 de Septiembre, ya que el gobierno comenzó a emplearlo para compartir archivos entre departamentos y embajadas con el objetivo que la información de inteligencia no quedase infrautilizada. Desde entonces, cada vez más instituciones han comenzado a instalar Siprnet, tanto militares como diplomáticas. Mientras que en 2002 el número de embajadas que usaba el sistema de comunicación era de 125, la filtración de WikiLeaks poseía documentación de 270 embajadas y consulados.
Según el diario británico The Guardian, un manual interno para el personal del Departamento de Estados de EEUU aconseja utilizar el encabezado “SIPDIS” sólo para “informes y otros mensajes informativos que se consideren apropiados para ser entregados a la comunidad de inteligencia del gobierno”. Hay, además, redes alternativas para comunicaciones más sensibles. Las que llevan la etiqueta “SIPDIS” son descargadas automáticamente en la página web clasificada de una embajada, y por tanto puede acceder a ella cualquiera que tenga el grado suficiente.
Asegurando secretos que hay que compartir
Ese nivel de seguridad actualmente lo poseen 3 millones de personas según las cifras de GAO, aunque no todos ellos tienen acceso a Siprnet. Y aunque es cierto que hay medidas de seguridad para el sistema, The Guardian que muchas de ellas “fueron rebajadas para que el sistema fuese lo más fácil de usar posible”.
Esto hace que fuese increíblemente fácil para Bradley Manning, el analista militar estadounidense encarcelado bajo acusación de filtración de información confidencial, tomar esos cables. Manning afirmó que “podría haber llegado con un CD regrabable con algo como Lady Gaga… borrar la música… grabar después un archivo comprimido. Nadie sospecharía nada. Podría salir tatareando Telephone de Lady Gaga mientras me llevo la mayor cantidad de información de la historia de América”. Según el diario, afirmó que tenía acceso a esa información 14 horas al día durante 8 meses. Se enfrenta ahora a una pena de 52 años de cárcel, aunque está recibiendo el apoyo de numerosos grupos civiles, que reclaman su libertad ya que sus filtraciones son denuncias públicas de delitos.
El portavoz del Departamento de Estado, PJ Crowley, ha confirmado que el gobierno estadounidense está revistando “todos los procesos relevantes y llevando a cabo las medidas adecuadas”.
En el fondo, están seguros de que en todo momento, las personas señaladas están recibiendo la información que necesitan. Esa es y será la batalla interna que todos los estados y organizaciones tienen que sacar adelante: ser capaces de realizar comunicaciones secretas sin que sean interceptadas por “el enemigo”.
Por Editorial RWWES from readwriteweb.es/tecnologías 30/11/2010
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