Foto from pichicola.com
Si echamos un vistazo rápido podemos observar que internet está repleto de plataformas que ofrecen servicios de traducción online, un hecho que podría llevarnos a desmentir el título de este artículo. Dado que la oferta de traductores en línea es tan abundante, ¿realmente compensa desarrollar un proyecto en este sector? La respuesta es SÍ. Y hoy vamos a demostrar por qué.
La razón principal por la que montar un traductor online puede ser un muy buen negocio es muy sencilla: el de los traductores online es el único sector que está lleno de plataformas y ninguna de ellas ofrece un servicio mínimamente bueno. El País, El Mundo, Ya, Google Translate, Word Reference... son muchas las webs que aseguran ofrecernos un servicio de traducción de calidad a varios idiomas. Lo de traducción es cierto, pero en cuanto a calidad dejan bastante que desear.
Seguro que todos hemos usado más de una vez alguna de estas plataformas, que son magníficas... siempre que se quiera traducir algo corto y sencillo. Y es que la labor principal de la mayoría de estos traductores es hacer una traducción palabra por palabra, que es poco más que lo que hacemos cada uno cuando estamos aprendiendo un nuevo idioma. Algunas plataformas van un poco más allá y ofrecen traducciones por sintagmas, pero sigue sin ser suficiente. Al final, nuestras traducciones acaban siendo meras orientaciones a partir de las cuales tenemos que elaborar un nuevo y remozado texto, para cuya elaboración deberemos tener conocimientos básicos de la gramática y sintaxis de la lengua meta.
¿Difícil? Sí, pero no imposible
La primera duda que nos puede surgir al planificar la creación de un proyecto así es si es realmente posible crear un traductor online que tenga en cuenta las variantes de cada lengua (colocación de las palabras, orden, variación de géneros gramaticales, estructuras sintácticas, circunloquios...). Es evidente que se trata de una tarea que se antoja muy difícil, pero no cabe pensar que sea, ni mucho menos, imposible. Un buen equipo de lingüistas e informáticos podría echarnos una buena mano. Algunos traductores ya han conseguido traducir sintagmas, y programas como Microsoft Word, Open Office o cualquier otro editor de texto ya sabe detectar incorrecciones gramaticales en nuestros textos, con lo que se demuestra que la introducción de criterios de este tipo en el algoritmo de un programa no es una misión imposible.
Traducciones segmentadas por sectores
Si usar un traductor online actual para hacer una traducción sencilla ya es complicado, si se trata de un texto científico o especializado el resultado puede acabar siendo grotesco. Es evidente que no es lo mismo traducir "Mañana voy a Madrid" que "Me gusta cuando callas porque estás como ausente" o "Las fuerzas de dispersión están presentes en las moléculas de muy baja polaridad, generalmente hidrocarburos". Así pues, cada tipo de texto (literario, científico, jurídico, coloquial...) necesita un tipo de traducción distinta. En este sentido ya se está haciendo algún esfuerzo con traductores-intérpretes jurados.
La tarea se antoja bastante complicada, pero, como decimos, en ningún caso imposible, ya que los traductores online apenas han evolucionado desde que comenzasen a desarrollarse. Además, el hecho de dar un paso más y conseguir estar un peldaño por encima -algo no demasiado difícil, vistos los ejemplos actuales- nos colocaría en una situación muy privilegiada, ya que ofreceríamos el mejor servicio dentro de un tipo de plataformas que a diario reciben millones de visitas.
La razón principal por la que montar un traductor online puede ser un muy buen negocio es muy sencilla: el de los traductores online es el único sector que está lleno de plataformas y ninguna de ellas ofrece un servicio mínimamente bueno. El País, El Mundo, Ya, Google Translate, Word Reference... son muchas las webs que aseguran ofrecernos un servicio de traducción de calidad a varios idiomas. Lo de traducción es cierto, pero en cuanto a calidad dejan bastante que desear.
Seguro que todos hemos usado más de una vez alguna de estas plataformas, que son magníficas... siempre que se quiera traducir algo corto y sencillo. Y es que la labor principal de la mayoría de estos traductores es hacer una traducción palabra por palabra, que es poco más que lo que hacemos cada uno cuando estamos aprendiendo un nuevo idioma. Algunas plataformas van un poco más allá y ofrecen traducciones por sintagmas, pero sigue sin ser suficiente. Al final, nuestras traducciones acaban siendo meras orientaciones a partir de las cuales tenemos que elaborar un nuevo y remozado texto, para cuya elaboración deberemos tener conocimientos básicos de la gramática y sintaxis de la lengua meta.
¿Difícil? Sí, pero no imposible
La primera duda que nos puede surgir al planificar la creación de un proyecto así es si es realmente posible crear un traductor online que tenga en cuenta las variantes de cada lengua (colocación de las palabras, orden, variación de géneros gramaticales, estructuras sintácticas, circunloquios...). Es evidente que se trata de una tarea que se antoja muy difícil, pero no cabe pensar que sea, ni mucho menos, imposible. Un buen equipo de lingüistas e informáticos podría echarnos una buena mano. Algunos traductores ya han conseguido traducir sintagmas, y programas como Microsoft Word, Open Office o cualquier otro editor de texto ya sabe detectar incorrecciones gramaticales en nuestros textos, con lo que se demuestra que la introducción de criterios de este tipo en el algoritmo de un programa no es una misión imposible.
Traducciones segmentadas por sectores
Si usar un traductor online actual para hacer una traducción sencilla ya es complicado, si se trata de un texto científico o especializado el resultado puede acabar siendo grotesco. Es evidente que no es lo mismo traducir "Mañana voy a Madrid" que "Me gusta cuando callas porque estás como ausente" o "Las fuerzas de dispersión están presentes en las moléculas de muy baja polaridad, generalmente hidrocarburos". Así pues, cada tipo de texto (literario, científico, jurídico, coloquial...) necesita un tipo de traducción distinta. En este sentido ya se está haciendo algún esfuerzo con traductores-intérpretes jurados.
La tarea se antoja bastante complicada, pero, como decimos, en ningún caso imposible, ya que los traductores online apenas han evolucionado desde que comenzasen a desarrollarse. Además, el hecho de dar un paso más y conseguir estar un peldaño por encima -algo no demasiado difícil, vistos los ejemplos actuales- nos colocaría en una situación muy privilegiada, ya que ofreceríamos el mejor servicio dentro de un tipo de plataformas que a diario reciben millones de visitas.
Por C. Otto from Cotizalia.com 10/03/2011
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