jueves, 15 de diciembre de 2011

Se oscurece la prevision del futuro económico mundial


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Los riesgos son tan intensos que muy pocos economistas están dispuestos a apostar contra una nueva recesión en 2012. Ahora, de manera unánime, se ve el futuro del mundo mucho más oscuro de lo que se veía a principios del otoño.
La crisis de la zona euro ha empeorado, se ha extendido a Italia y España, e incluso ahora está llamando a la puerta de Francia. Mientras, la recuperación de otras economías avanzadas permanece débil y los mercados emergentes empiezan a notar la presión.
Los responsables politicos están preocupados. En septiembre, la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, advertía que la economía global había entrado en una “fase peligrosa”. En diciembre declaraba que dichos peligros ya se estaban materializando. “La previsión económica global estará por debajo y en algunas partes muy por debajo de lo que inicialmente se había previsto” según sus declaraciones de este mes en Brasil
Un pesimismo aún mayor ha invadido a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), particularmente en lo referente a los políticos de las economías más desarrolladas. Su economista jefe, Pier Carlo Padoan, comentaba: “Nos preocupa que los responsables políticos sean incapaces de llevar a cabo una acción decisiva que haga frente a los patentes riesgos de crecimiento, cada vez mayores y que afectan a la economía global”.
El sector privado también comparte esta misma valoración desalentadora, tal y como expuso el economista jefe para Norteamérica de Goldman Sachs, Jan Hatzius, quien opina que el crecimiento está estancado en muchas economías desarrolladas por culpa de la subida de impuestos y por los intentos de devolver tanto la deuda de particulares como la empresarial y añadía: “Es probable que, con dicha combinación, veamos en las economías más avanzadas otros dos años de crecimiento bajo y lento, extendiéndose hasta 2013”.

Pero aunque los responsables están preocupados por el pronóstico económico de 2012, todavía no lo sufre el mundo entero ya que el pasado octubre Alemania consiguió uno de los niveles más altos de empleo desde su unificación, lo que pone de manifiesto la disparidad entre su prosperidad actual y el sufrimiento de la periferia de la zona euro.
A pesar de que la previsión para el crecimiento económico se ha ido reduciendo cada semana, los economistas en general opinan que el crecimiento de la economía mundial para el 2012 será poco más del 3% (un punto por debajo del 4% de 2011) y que la mayoría de dicho crecimiento provendrá de economías emergentes.
El centro de la crisis actual está en Europa, donde las economías alrededor de la zona euro parecen estar al borde de la recesión. Pocos esperan que se recupere rápidamente y la mayoría prevé una contracción económica en la zona euro a principios de 2012. A su vez, los países que rodean la zona de moneda única, tales como Reino Unido, corren el peligro de caer en un estancamiento económico. La mayor preocupación es que un deterioro económico aumente los problemas de deuda soberana y la financiación bancaria, problemas aún sin resolver, lo que llevaría a un círculo vicioso descendente similar al de 2008 y provocaría la caída del euro.
La mayoría de los observadores esperan que el euro sobreviva, pero no gracias a la labor de los políticos que hayan conseguido solucionar los problemas. Para Gavyn Davies, de Fulcrum Asset Management, el cambio conseguido en la cumbre de la semana pasada ha sido el paso de una “crisis grave” a una “fase crónica”.
Según un estudio reciente en EE. UU., otra de las grandes economías del mundo, las cifras apuntan hacia un crecimiento continuo pero moderado para el próximo año, con la tasa de desempleo disminuyendo y la tasa de crecimiento superior a la de Europa gracias a una mayor tasa de consumo. Pero están lejos de tener un año tranquilo ya que se aproximan las elecciones, donde las políticas arriesgadas ascienden y los Estados Unidos se ven atacados por las tormentas europeas.
Mientras que el mundo desarrollado contempla una vez más otro año decepcionante, la máquina de la economía global se mueve cada vez más hacia las grandes economías emergentes. Sin embargo, incluso estas economías no están exentas de problemas. China, por ejemplo, siente ahora el freno económico del resto del mundo y cómo mantener el ritmo de crecimiento empieza a ser una preocupación para las autoridades chinas.
Otras economías emergentes ven aumentar su crecimiento pero a un ritmo menor. Europa del Este, Turquía incluida, es particularmente vulnerable a la crisis de la zona euro y sus bancos están buscando la forma de retirar fondos para depositarlos en sus países de origen. El crecimiento en Latinoamérica está disminuyendo rápidamente al estar agotándose el auge de los productos básicos, y África, a pesar de que ha mejorado considerablemente su rendimiento, es extremadamente vulnerable a la ralentización económica global.
En resumen, el mundo permanece siendo un lugar peligroso con las economías avanzadas lejos de recuperarse de la crisis de 2008-2009 y con una incertidumbre enorme de que las economías emergentes sean capaces de generar crecimiento autosuficiente. Después de la recuperación del 2010, este año ha sido tremendamente decepcionante.

Por Chris Giles / FT  from expansión.com  14/12/2011

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