martes, 30 de enero de 2018

Esto le pasa a tus ojos si miras fijamente a una pantalla

Hombre mirando fíjamente al ordenador.
Pasar muchas horas delante del ordenador, la tableta o el móvil tiene un impacto sobre nuestra salud ocular y muscular.

Nadie cuestiona la aplastante conquista de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), y para escépticos perdidos, basta con unos simples datos: el 97 por ciento de los hogares tiene teléfono móvil, el 77 por ciento ordenador y el 23 por ciento es lector de libros electrónicos, según los datos de la encuesta del Instituto Nacional de Estadística sobre el Uso y equipamiento de las TIC en los hogares españoles. Además, 23 millones de personas se conectan diariamente a Internet, y el 90 por ciento lo hace a través de un dispositivo móvil cuando está fuera de su domicilio.
En esa globalización digital tienen mucho que ver unos precios cada vez más asequibles, aunque lo que no pagamos del bolsillo lo hacemos en salud, especialmente ocular y muscular. María Teresa Dapena, presidenta de la Sociedad Ergoftalmológica Española asegura que “desde el punto de vista visual, todos los dispositivos (móvil, tableta y ordenador) tienen los mismos efectos”. La diferencia está en las posturas que adoptamos ante la pantalla, que son peores “con el teléfono móvil, ya que se utiliza en cualquier posición, en cualquier iluminación y en cualquier momento”. Y lo peor: “muchas personas lo usan durante mucho tiempo, porque es una herramienta de trabajo con conexión a Internet y permanentemente contestan mensajes en una pantalla pequeña y mal iluminada. Aquí está el problema”, destaca Dapena.


La primera consecuencia de la exposición a las pantallas es el ojo seco, “una sequedad que se produce debido al trabajo continuado frente a pantallas”, indica Carlos Palomino, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid. “Al hablar con alguien, o al mirar lejos, se parpadea frecuentemente; sin embargo, al leer u observar una pantalla el número de parpadeos es menor. Al permanecer el ojo abierto durante más tiempo hay una mayor sensación de sequedad, visión borrosa, enrojecimiento, inestabilidad en la visión, cansancio y descenso del rendimiento laboral”, enumera.
Además, Palomino alerta de que el uso de las TIC ha incrementado la incidencia de miopía. “La vida en espacios cerrados y el poco tiempo que pasamos al aire libre hace que el ojo deba contraer constantemente el músculo ciliar para adaptarse a la visión de cerca, y eso ayuda a la aparición de miopía, sobre todo en la infancia y en la adolescencia”.
Dado que prescindir de estas tecnologías es impensable en nuestro estilo de vida, lo sensato es minimizar su impacto cumpliendo con las siguientes recomendaciones ofrecidas por la presidenta de la Sociedad Ergoftalmológica:
- Iluminación apropiada: Evitar los reflejos y los deslumbramientos del ordenador, evitando una luz exterior demasiado intensa (que se puede modular con las persianas) y, lo más importante, una buena colocación del ordenador. Para la luz ambiente, los fluorescentes son los más adecuados. “Las pantallas actuales suelen incluir filtros antirreflejantes y antideslumbramientos, por lo que no es necesario poner otro tipo de protectores”, comenta.
Descansos frecuentes: Si se trabaja con pantallas de visualización, hay que hacer descansos de ocho minutos cada dos horas. “No se trata de dejar el puesto de trabajo, pero sí de leer un papel o hacer un movimiento de forma que el que se deje descansar al ojo, que no esté mirando a la distancia intermedia”.
- Reenfoque: Para evitar la contractura de los músculos oculares, cada 10-15 minutos, y durante 10-12 segundos, hay que enfocar en el infinito para que la contractura desaparezca. “Al mirar al ordenador los músculos están ligeramente contracturados, y hay que moverlos para que el cansancio sea menor”.
Parpadeo: “Es importantísimo, porque al estar en una pantalla de ordenador la frecuencia de parpadeo es cinco veces menos la normal”, subraya la especialista e insiste en que “hay que acordarse de parpadear intencionadamente al menos cada 5 minutos para que distribuya la lágrima y reducir la sequedad ocular”.
- Distancia a la pantalla: La distancia del brazo de cada persona, sentados en una silla de 5 ruedas y con la pantalla ligeramente por debajo del ojo (unos 15 grados) para que el párpado cubra el ojo y proteja de la evaporación de la lágrima.
Los expertos también aconsejan mover las piernas, los brazos y la cabeza al tiempo que se hacen los descansos visuales y el uso de lágrimas artificiales sin conservantes, porque favorece la hidratación del ojo. Y sobre todo, limitar el uso frente a una pantalla. Entre 8 y 10 horas se considera un tiempo excesivo.

¿Qué pasa con la luz azul?

La controversia está servida: unos atribuyen efectos negativos a la luz azul que emiten, por ejemplo, los dispositivos móviles para avisar de un mensaje y otros argumentan que los estudios no son concluyentes. En cualquier caso, Eloy Villegas, profesor de Óptica de la Universidad de Murcia, explica que la luz azul está presente en todas las fuentes de luz (natural y artificial) y “llega a nuestros ojos, siendo fototóxica sobre todo para la retina. Por eso, es importante limitarla cuando se trabaje con luz artificial que emite mucha de esa radiación (como son los monitores led), y también en lentes de protección solar”.  

Ángeles Gómez
Miercoles, 18 de Octubre de 2017

http://www.cuidateplus.com/bienestar/2017/10/18/le-pasa-ojos-miras-fijamente-pantalla-145881.html?cid=SIN00101

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