Un dinosaurio construido con piezas de Lego en una de las salas de las nueva Casa Lego en Billund (Dinamarca).
Del Gran Museo Egipcio, que abrirá sus puertas junto a las pirámides de Giza, al flamante Louvre de Abu Dhabi y la nueva Casa Lego en Dinamarca
Tutankamón, Beethoven o el diseñador Yves Saint Laurent son los protagonistas de alguno de los mejores nuevos museos que han abierto sus puertas recientemente, o lo harán en pocos meses, y que nos conceden una excelente excusa para viajar a ciudades tan clásicas y atractivas como El Cairo, Viena o Marraquech. Pero además, en 2018 hay muchos más estrenos culturales en otros destinos: desde el desierto de Abu Dhabi a las montañas de Andorra, arte, música, arqueología y hasta la biblia o las piezas de Lego cuentan con nuevos museos que merecen una visita.
1. Gran Museo Egipcio, el más esperado
El Cairo
Parece que por fin el faraón Tutankamón tendrá todos sus enseres juntos en una nueva casa. Llevan años anunciando el traslado del clásico Museo de Antigüedades de El Cairo a una nueva ubicación donde podrá expuesta la enorme colección de piezas de este impresionante y antiguo centro, creado en 1902 para albergar unos 12.000 objetos (aunque ha llegado a reunir más de 150.000).
En 2018 se inaugurará el Gran Museo Egipcio del Cairo (GEM), el museo arqueológico más grande del mundo, con más de 100.000 objetos. El nuevo centro está a dos kilómetros de las pirámides de Giza y el edificio ha sido diseñado en forma de triángulo biselado con una fachada frontal de piedra de alabastro traslúcido. Además de espacio expositivo, será un lugar para la investigación (archivos, salas de restauración y almacenamiento) y el ocio, con restaurantes, cafés, un espacio para niños, salas de conferencias y un jardín botánico inspirado en la época de los faraones.
Este año (en torno a marzo o abril) se abrirá solo una parte del mastodóntico proyecto (se irá inaugurando por partes), concretamente las escaleras flanquedas por imponentes estatuas y una sola de las galerías, reservada para el gran Tutankamón, aunque está confirmado todavía el traslado de su momia. Esté o no en persona, el gran faraón sí podrá mostrar por primera vez todo su ajuar al completo: más de 5.000 piezas, muchas de las cuales jamás se han podido exhibir hasta ahora.
2. El Louvre del desierto
Abu Dhabi
Si Dubai presume de tener la torre más alta del mundo (el Burj Khalifa), su vecina Abu Dhabi tenía que buscar también un icono. Apostó por la cultura y pagó al gobierno francés más de 400 millones de euros para poder usar el nombre de su museo más famoso, el Louvre, durante los próximos 30 años.
Después de muchos retrasos, el museo por fin ha visto la luz. El edificio, inspirado en las medinas árabes, abrió sus puertas en noviembre 2017 y ha sido proyectado por el francés Jean Nouvel, pero en lugar de la famosa pirámide de cristal de la sede parisiense, cuenta con una semicúpula por la que se filtra, tamizada, la luz solar. El centro está en la isla Saadiyat y exhibe más de 300 obras prestadas por 13 museos franceses, aunque a largo plazo aspiran a formar una colección propia. Fondos no les faltan, así que es cuestión de esperar.
3. La Biblia ya tiene su museo
Washington (Estados Unidos)
El libro más leído del mundo no podría dejar de tener su propio museo, pero no está en Tierra Santa, como podría esperarse, sino en Washington D.C., en un edificio cercano al National Mall y el Capitolio. El nuevo museo abrió sus puertasa finales de 2017 en un enorme edificio de ocho plantas con más de 40.000 objetos expuestos y un jardín acristalado. La parte principal de la exhibición corresponde a la colección privada de un multimillonario americano, Steve Green, que ha reunido la documentación más amplia sobre la Biblia.
El museo ofrece una experiencia de inmersión en aspectos históricos, literarios y de impacto de la Biblia en el mundo. No se han escatimado nuevas tecnologías para que la visita sea realmente interactiva y para que el visitante pueda descubrir el libro santo en todas sus perspectivas; desde cómo era la vida en el antiguo Israel hasta la exposición de biblias de todo el mundo, entre ellas muchas pertenecientes a personajes famosos, como Elvis Presley.
4. El museo que no debería existir
Berlín
El último de los museos inaugurados en Berlín es, en cierto modo, un antimuseo. Se trata del Urban Nation, dedicado al arte urbano y está en el barrio de Schöneberg. El arte callejero y las exposiciones en espacios cerrados parecen algo contradictorio, pero el Urban Nation ha sabido integrar ambos mundos, de forma que, por ejemplo, se incluyen algunas partes de la fachada en la exposición y desde el interior los visitantes pueden contemplar las obras desde una pasarela para tener la sensación de distancia.
La colección está formada por una serie de obras de artistas que comenzaron como creadores urbanos pero que han experimentado después otros formatos. Una visita casi imprescindible para ilustradores, artistas urbanos y todos los amantes de nuevas formas de expresión artística.
5. El Nuevo Museo de la Revolución Americana
Filadelfia (Estados Unidos)
Abrió a mediados 2017 pero se mantiene como una de las grandes novedades expositivas de Estados Unidos. Se trata de uno de esos museos que los americanos hacen a lo grande para recordar su historia, en este caso la Independencia americana, que ellos aseguran tratar de una manera imparcial.
Filadelfia, en el estado de Pensilvania, es la única ciudad del país declarada patrimonio mundial. Fue aquí donde se firmaron la Declaración de Independencia en 1776 y la Constitución en 1787. La ciudad presumen ello, pero también de ser la patria de los donuts.
Este centro destaca porque propone una nueva forma de plantear la exposición museística, interpelando continuamente al visitante y dando protagonismo a los personajes secundarios de la historia. Por primera vez se ofrece la perspectiva de las mujeres, de los nativos americanos o de los afroamericanos. Hay muchas recreaciones teatrales, reproducciones de objetos históricos y se anima al público a tocar y experimentarlo con todo.
La estrella de la exposición es la tienda de campaña de George Washington en la Guerra de la Independencia, planteado como el "primer Despacho Oval”.
6. Yves Saint Laurent estrena casa
Marraquech
Yves Saint Laurent dejó una gran huella en Marraquech desde que en los años 70 se instaló en la ciudad marroquí. Desde 2017 su recuerdo será mucho mayor; además de su casa y jardín de La Majorelle, en la Ville Nouvelle, ya se puede visitar en la misma calle el esperado museo dedicado no solo a la obra del modisto francés, sino también a Marruecos.
El edificio está concebido con un gran muro circular abierto por arriba pero que oculta todos los edificios colindantes. En el interior, el patio circular está presidido por el logotipo YSL que desde los años 60 se hizo famoso en todo el mundo. Los pequeños azulejos verdes en la entrada recuerdan a las baldosas en los minaretes cuadrados de Marraquech y el color rosa de los ladrillos de sus muros exteriores evoca las montañas de granito de los alrededores de la ciudad marroquí. En el interior, se irán sucediendo las exposiciones de trajes de alta costura y complementos del modista con muestras relacionadas con la ciudad. El museo tiene además una estupenda librería, un café, un auditorio y una biblioteca especializada en moda, diseño, y arte marroquí y bereber.
El nuevo museo es un proyecto de Pierre Bergé, compañero, mecenas y mánager de Saint Laurent, pero no pudo ver su obra terminada porque falleció el 8 de septiembre, antes de la inauguración.
7. El museo de Lego
Billund (Dinamarca)
Otro de los recién llegados a las guías de museos europeos es la LEGO House de Billund (Dinamarca), un museo muy especial y no solo para niños, sino para todos los fans del popular juego de piezas. Se han tardado cuatro años en construir este edificio compuesto por 21 bloques en forma de ladrillo, unos encima de otros, apilados como si fuera el propio juego y coronado por un ladrillo clásico a escala gigante. Todos los edificios están cubiertos de azulejos y es fácil pensar que están hechos, realmente, con piezas de lego.
Cada zona del museo cuenta con un color: el azul para los conocimientos, el verde para las habilidades sociales, el rojo para la creatividad y el amarillo para las emociones. En la Lego House quieren desarrollar y premiar las habilidades creativas y de aprendizaje a través del juego, transmitir qué aprenden los niños cuando juegan. En el centro del edificio, la Masterpiece Gallery expone obras originales hechas a partir de las piezas de lego, todas ellas sorprendentes: desde dinosaurios hasta edificios enteros y maquetas de ciudades. Y en el sótano se nos cuenta la historia de estos pequeños famosos bloquecitos de colores con los que se han divertido millones de niños de todo el mundo.
8. Arte romano en el sur de Francia
Nîmes
Dos mil años de historia contemplan el nuevo gran proyecto museístico de Francia: el Museo de la Romanidadabrirá en unos meses sus puertas, envuelto con una fachada ondulada hecha por 6.708 placas de vidrio que recuerda un mosaico romano y que fueron creadas artesanalmente. El museo está junto al anfiteatro construido a finales del siglo I y desde su terraza se podrá observar una vista panorámica de 360º de Nimes, ciudad del Sur de Francia célebre por su anfoteatro y su templo.
El nuevo museo, con su jardín arqueológico, restaurante y terraza panorámica, se inaugurará en junio de 2018. Será uno de los centros arqueológicos e históricos más innovadores construidos hasta el momento, incluyendo aplicaciones de realidad aumentada, de forma que el visitante podrá recrear la vida romana, sus monumentos y su historia casi como si retrocediera dos milenios en el tiempo. Entre las más de 5.000 obras expuestas, muchas exclusivas y vistas por primera vez, hay mosaicos, estatuas y objetos cotidianos. El museo abrirá con una exposición sobre los gladiadores, de junio a septiembre.
9. Un museo para vivir con Beethoven
Viena
La casa en la que vivió Ludwig van Beethoven en Viena se convertirá a partir de este año en un nuevo museo dedicado al músico, en especial a su lado más humano. Esta es la residencia en la vivió desde 1792 hasta su muerte, en 1827, y en la que compuso algunas obras como La tempestad, a pesar de su pérdida auditiva. En aquellos tiempos, estaba en uno de los barrios más tranquilos de la ciudad, lejos del centro, ya que su médico le recomendó vivir en un lugar donde reinase el silencio para mejorar en algo su creciente sordera.
El museo muestra la vida y la obra del compositor en seis salas que reflejan diferentes aspectos de su vida. Son 450 metros cuadrados de exposición en los que se pueden ver por ejemplo los aparatos que utilizaba como audífono. Hay bocetos originales de sus partituras y otros objetos propiedad del artista, pero una buena parte de la exposición también es interactiva: pantallas táctiles, pequeños gramófonos, grabaciones… El objetivo es que el visitante pueda sentir, oír e incluso tocar al compositor. En las llamadas “estaciones de escucha” también podrán experimentar en su propia piel cómo el artista fue perdiendo la audición.
10. Un Thyssen en los Pirineos
Andorra
En marzo de 2017 se inauguró el nuevo museo Carmen Thyssen en el Principado de Andorra, concretamente en la planta baja del antiguo Hotel Valira de Escaldes-Engordany, un edificio de 1933 que alberga uno de los hoteles más antiguos del pequeño país, y ejemplo de la arquitectura de granito típica del Pirineo. Este pequeño centro acogerá a partir de ahora exposiciones temporales con obras de la Colección Carmen Thyssen Bornemisza, que añaden una atractiva alternativa cultural para las tarde de après-ski.
Este es el tercer museo Thyssen que se inaugura en España (tras Madrid, Málaga y Sant Feliú) y permite disfrutar de las pinturas de forma más tranquila e intimista que en una gran pinacoteca. Los cuadros provienen del centro Thyssen de Madrid, pero también de diferentes domicilios de Carmen Cervera. En 2018 la estrella será Gaugin.
https://elviajero.elpais.com/elviajero/2018/01/17/actualidad/1516214134_811947.html
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