- Sencillas prácticas que te ayudaran a estimular tu intelecto
Si bien los genios nacen y son pocas las personas que tienen capacidades como las de Einstein o Mozart, la inteligencia se puede entrenar. La mayoría de esas personas tan inteligentes que vemos, no han llegado hasta allí por arte de magia, simplemente, han hecho pequeñas cosas que la mayoría de olvidamos fácilmente.
Cada vez más investigaciones han demostrado que la gente inteligente lo es gracias a una combinación de práctica, hábito y mentalidad. La inteligencia en general y la creatividad se pueden mejorar de forma relativamente fácil. No se trata de habilidades innatas, sino de pequeñas costumbres que realmente pueden transformarnos y que te llevarán tan solo una hora al día.
Reflexiona durante 10 minutos: Debemos dedicar este tiempo cada día a preguntarnos el por qué de la vida, de nuestras acciones, qué nos gusta del mundo y por qué razón. Preguntas profundas que nos obligan a ir más allá de la superficie y obligan a la mente a pensar con más claridad. Ya lo sabes, hazte una pregunta difícil todos los días, tómate tu tiempo para reflexionar sobre ella y estarás más cerca de aumentar tu intelecto.
Lee durante 20 minutos: Lo importante en este punto no es tanto el tiempo dedicado, sino el contenido de nuestra lectura. Si nos centramos sobretodo en libros que nos cuenten una historia estaremos obligando a nuestra mente a tratar de entender lo que el autor intenta decirte, además de la interpretación personal que hagas. Es un ejercicio muy bueno para tu cerebro y piensa que leyendo 20 minutos al día habrás leído entre 15 y 20 libros al final del año.
Concéntrate durante 30 minutos: Centrar toda nuestra atención en una actividad concreta es muy enriquecedor a la vez que nos obliga a unir cuerpo y mente. Cuando una actividad te absorbe por completo y te empuja a mejorar, también está perfeccionando la capacidad de nuestro cerebro para interiorizar la información. Se trata de aprender a aprender y esto supone una clara ventaja intelectual en un contexto en el que el mundo está en constante transformación por las nuevas tecnologías.
¿Parece fácil verdad?, de hecho seguro que piensas que la mayoría de la gente lo hace, pero no es así. Cuando reflexionamos, no lo hacemos en profundidad, nos quedamos en la superficie; leemos cosas que no valen la pena; y trabajamos en algo sin concentrarnos plenamente y sin pensar en qué propósito tienen. No todo el mundo nace siendo un genio, pero con estas sencillas prácticas y en tan solo una hora al día,cualquiera puede volverse más inteligente.
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