- Descansar bien a 10.000 metros de altura no siempre es fácil. Pero algunos consejos pueden ayudarte
Dormir en un avión durante un vuelo nocturno o al menos de varias horas suele ser, para muchos, una misión casi imposible. Asientos que se reclinan poco, aire seco, turbulencias, falta de privacidad y espacio personal, vecinos que se mueven y conversan, pantallas que brillan y la ansiedad por llegar, e incluso por dormir, son enemigos de un buen descanso.
Aun así, se pueden seguir algunos consejos y trucos que ayudan, quizás no para dormir tan bien como podrían hacerlo quienes viajan en una cama en la cabina privada de primera clase, pero sí al menos para conseguir pegar un ojo durante un buen rato.
Estrés y ansiedad
Hay dos grandes barreras para dormir que están bajo nuestro control: el estrés y la ansiedad. Estar “encerrado” a 10.000 metros de altura con cientos de otras personas no es quizás una situación idílica, y tanto como el miedo a volar, hay otra razón que mantiene a mucha gente despierta: curiosamente, la presión por conciliar el sueño. Los expertos en el tema destacan que es importante “tratar de no pensar en dormir”. Si puedes crear una sensación de privacidad y espacio y dejar de estresarte por quedarte dormido, tal vez lo logres más fácilmente.
Respecto a la ansiedad, una estrategia para mitigarla es “trasladarte” mentalmente a otro lugar, saliendo de la sensación claustrofóbica que puede generar un avión. Para eso pueden ser de gran ayuda una máscara para los ojos y auriculares que bloqueen los ruidos y, claro, aporten algo de música.
Este “kit básico para dormir” podría completarse con unos simples tapones para los oídos, que ayuden lograr un entorno más tranquilo y silencioso, y una almohada de cuello que ayude a encontrar una posición cómoda.
Estrategias
Muchos pasajeros llevan su propia almohada; otros recurren a los suplementos de melatonina; otros beben mucho alcohol o toman pastillas para dormir. O incluso combinan estas dos últimas, lo cual puede resultar peligroso. Pero para lograr un descanso reparador sin acudir a fármacos, hay algunas estrategias clave:
Elegir bien el asiento: se recomiendan los del medio -ni adelante ni atrás- porque están lejos de los ruidos de la cocina y los baños. Y en ventanilla: permiten recostarse contra el costado y no ser molestado por los carritos del servicio o los vecinos que quieren levantarse. Los asientos detrás de las mamparas divisorias tienen más espacio para las piernas, al igual que los de la fila de emergencia, pero cuidado: lo de emergencia suelen no reclinarse. Se puede consultar la web seatguru para elegir el lugar.
Beber poco alcohol: aunque pueda sonar tentador beber mucho alcohol, no es buena idea; aunque al principio puede dar sueño, la deshidratación nos despertará pronto y probablemente no podamos volver a dormirnos. Tal vez sí una copita de vino o una cerveza, pero más, probablemente sólo tenga como efecto un buen dolor de cabeza al aterrizar.tablet avion
Usar zapatos y ropa cómodos: durante el vuelo los pies se hinchan por la falta de movimiento y por estar sentado con las rodillas flexionadas. Ir descalzo mejora la circulación, pero ten la precaución de llevar medias, para mantener los pies calientes y no molestar a otros pasajeros. Y que los zapatos no sean ajustados; probablemente no puedas ponértelos al aterrizar, por los pies hinchados.
Evitar las pantallas brillantes: el portátil, el móvil y la pantalla del avión son muy tentadores, pero la luz brillante que emiten permanece después de apagarlas, haciendo más difícil “apagar” el cerebro. Si ves una película, trata de atenuar la luz de la pantalla.
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