Vender la mejor casa del mercado a un precio asequible no es un reto complicado, pero la misión se complica cuando falla alguno de estos dos factores. Los agentes inmobiliarios hallan infinitas dificultades a la hora de encontrar quién adquiera una vivienda envejecida, pequeña o mal situada. Al igual que ocurre con aquellas propiedades cuyos precios superan cifras estratosféricas. En ambos casos, los profesionales del sector deben ingeniárselas para convertir ofertas insulsas en joyas de la corona.

Encomendarse a las fotos subidas de tono

Fuente: Kristin Gyldenege
La última en conseguirlo ha sido Kristin Gyldenege, una agente inmobiliaria estadounidense que recientemente ha dividido las redes con sus técnicas de marketing. La profesional aceptó hace un par de meses el reto de vender una vivienda aparentemente de ensueño. Construida hace dos años, la propiedad de dos plantas lucía dos enormes dormitorios, dos baños y medio y una moderna cocina abierta con encimeras de granito y electrodomésticos de acero inoxidable.
A pesar de que la oferta resultaba interesante, no consiguió atraer la atención de los compradores. Los anuncios obtuvieron durante el mes de octubre tan solo 180 visitas y nadie se presentó para visitarla en los días de puertas abiertas.
¿Cuál era el problema? Su ubicación. La casa está situada en la localidad de Conroe (Texas), una zona conocida entre los locales por sus adversas condiciones meteorológicas, que habitualmente provocan inundaciones. Aunque Gyldenege se apresuraba a garantizar que la vivienda nunca había sido víctima de estos desastres naturales, pues se encuentra en una zona alta y seca, no conseguía disipar la desconfianza de los potenciales compradores.

Una estrategia polémica pero efectiva

Fuente: Kristin Gyldenege
Fue entonces cuando esta agente inmobiliaria decidió romper moldes y probar suerte con una nueva estrategia de marketing. La profesional añadió este noviembre fotos nuevas a los anuncios, incluyendo esta vez la presencia de una pareja de jóvenes realizando las tareas del hogar. Hasta aquí, todo acorde con la normalidad. Lo que supone realmente extraordinario es que dichos actores aparecieran en las instantáneas ligeros de ropa y adoptando posturas sugerentes.
“Tome las fotos el domingo por la mañana y las publiqué el domingo por la tarde”, recuerda Gyldenege en una entrevista del portal Realtor. El resultado, según la experta, fue rotundo. Y es que esa misma noche de domingo el anuncio se había compartido hasta superar las 50.000 visitas. Además, consiguió seis visitas y una gran cantidad de asistentes en su siguiente jornada de puertas abiertas.
El propio artículo del portal inmobiliario estadounidense, no obstante, se plantea si deberían estar prohibidos estos anuncios de tipo erótico. Una cuestión que toma respuesta con los hechos ocurridos en los días siguientes al cambio de imágenes.
La profesional recibió un mensaje de la Asociación de Bienes Inmuebles de Houston (HAR) advirtiendo que “habían recibido más de 100 quejas sobre las fotos”, hecho por el cual la entidad retiró los anuncios el lunes, dejando las instantáneas originales con las habitaciones vacías.

Un tiranosaurio rex en tu futura casa

Fuente: realtor.com
Kristin Gyldenege no ha sido la única que ha dejado rienda suelta a la creatividad a la hora de añadir elementos extravagantes en las imágenes. También en Texas, Casey Lewis decidió incorporar un tiranosaurio rex en sus anuncios. Se veía al animal husmeando en la nevera, dándose una ducha, cortando el césped o disfrutando de una ducha.
“La idea me vino a la cabeza años atrás, pero estuve esperando el cliente y la casa adecuada para ponerla en práctica”, explicaba Lewis este julio en una entrevista. Por una parte, el hasta entonces propietario de la vivienda, interesado en hallar un comprador, estuvo de acuerdo con la estrategia. Y por otro lado, el movimiento conseguía atraer más miradas sobre un inmueble atractivo por sí solo.
“El alcance fue asombroso”, celebraba el profesional. “El anuncio apareció en las noticias locales, fue compartida centenares de veces en las redes sociales y recibí numerosas llamadas desde todo el país pidiendo información sobre la propiedad”.
A raíz del revuelo generado, el agente inmobiliario enseñó esta casa del lago, ubicada en Granbury y cuyo precio ascendía hasta los 89.000 dólares, en 45 ocasiones. Para rematarlo, consiguió que los compradores firmaran el contrato pasados tan solo dos días desde la publicación del anuncio.

El oso panda que marcó un precedente

Fuente: Jessica Arnett
Lewis podría haber tomado la decisión de lanzarse a la piscina con los disfraces influenciado por Jessica Arnett, otra agente inmobiliario tejana que había optado en junio de 2016 por el mismo método. En su caso, la visionaria profesional se enfundó en un traje de oso panda para atraer miradas hacia una vivienda situada en la localidad de Spring (Texas).
La agente inmobiliario se encontraba ante la misma situación que Kristin Geldenege ha experimentado este octubre. La casa en venta, de cuatro dormotorios, dos baños y medio, por la que se pedían 199.000 dólares, no consiguió interpelar a ningún comprador potencial. De hecho, tan solo obtuvo la visita de dos interesados en tres semanas.
Basándose en el caso exitoso de otro agente británico, decidió probar suerte disfrazándose de oso panda. “Colgué la historia en mi página de Facebook y bromeé que me vestiría así en mi próximo anuncio”, explica Arnett. Y continua: “primero pensé que era una locura: pregunté a los vendedores si les parecía un método poco serio, que daría mala imagen, pero ellos se lo tomaron con humor y creyeron necesario hacer algo diferente”.
Lejos de las dos visitas obtenidas en tres semanas, consiguió multiplicarlas hasta 12 en los primeros dos días, creando el precedente que posteriormente han seguido otros profesionales del sector.

¿Dónde están los límites?

Fuente: realtor.com
¿Avanzarán hacia aquí los anuncios del sector inmobiliario? Aunque el éxito ha sido innegable, los tres agentes inmobiliarios se muestran reacios a repetir su experiencia, al considerar que si lo extraordinario se convierte en habitual puede resultar un poco ridículo.
Arnett justifica su decisión afirmando: “soy una de esas personas que harían lo que fuese por vender una casa, siempre y cuando sea legal, por supuesto”. En este sentido, Gyldenege recomienda tomar riesgos para diferenciarse e un mercado inmobiliario abarrotado de vendedores.
La profesional que decidió integrar imágenes eróticas en sus anuncios critica que “los agentes inmobiliarios olvidan que somos un servicio y que debemos hacer cualquier cosa para que nuestros clientes estén felices”. Y concluye: “si parte de nuestro trabajo implica situarnos al límite para destacar, que así sea”.