domingo, 16 de diciembre de 2018

Japón despierta a la importancia del sueño

Esforzarse en el trabajo y realizar largas jornadas son prácticas muy valoradas en Japón. Dreamstime


La sociedad japonesa transmite que dormir tiene intrínsecamente menos valor que permanecer despierto, lo que ha derivado en un mayor índice de muertes y de baja productividad. Ahora, una firma de Tokio ofrece a sus empleados un bonus si pueden demostrar que duermen lo suficiente.


Según dicta la tradición, se anima a los alumnos japoneses que preparan los exámenes de ingreso en la universidad a vivir según el agotador credo yontougoraku: 'duerme cuatro horas, y aprobarás; duerme cinco horas y suspenderás'. En otras palabras, en una fase temprana de la vida de las personas, la sociedad japonesa transmite el mensaje de que dormir tiene intrínsecamente menos valor que permanecer despierto y es una mercancía que puede, y debería, cambiarse por algo más valioso.

La deuda de sueño se ha convertido en una cuestión nacional, pero sigue sin estar claro si los directivos lo ven como algo más que un mero coste para el negocio. Sin embargo, una pequeña compañía de Tokio llamada Crazy, una boutique de planificación de bodas de alto standing, ha dado un paso atrevido y ha decidido recompensar el sueño. Pagará a sus empleados un bonus si demuestran que duermen más tiempo cada noche. Si son capaces de dormir al menos seis horas cada noche entre semana, los trabajadores pueden acumular el equivalente a 64.000 yenes (500 euros) al año.

Es un experimento radical en incentivos y en productividad. Kazuhiko Moriyama, su arquitecto y consejero delegado de Crazy, cree fehacientemente que debería convertirse en un modelo para las compañías de todo el país. Japón seguramente se debilitará, afirma, si se abusa constantemente del derecho de un trabajador a dormir. La afirmación parece tener más fuerza si se tiene en cuenta que Moriyama trabaja en una parte noble del sector de los servicios. La naturaleza de su negocio, sostiene, es irrelevante. "Queremos demostrar que las compañías de cualquier segmento tienen que mejorar", afirma Moriyama. "Somos una industria creativa y estamos instaurando una nueva norma empresarial". La tecnología emergente y los precios razonables, reconoce, han jugado un papel clave en la idea de recompensar el sueño y en otras innovaciones para mejorar la salud en Crazy.

Antes, un directivo podía intuir la fatiga por las ojeras de sus empleados, mientras que ahora puede deducirlo con precisión gracias a la información de sus smartphones. Una aplicación controlará los hábitos de sueño de los empleados de Crazy, si así lo desean, mediante unos sensores colocados en sus colchones.

Datos

Crazy no es la única compañía que se ha dado cuenta de este problema. Los fabricantes japoneses de dispositivos médicos han empezado a ver una oportunidad de negocio en la deuda de sueño del país. Teijin, por ejemplo, dispone ya de dispositivos de control del sueño capaces de enviar datos a las compañías y, en teoría, de dar a los directivos la información que necesitan para mandar a sus trabajadores estresados a casa a dormir.

Hitachi trabaja desde abril en un servicio por el que las grandes compañías pagan por la gestión de un sistema que registra la actividad física y las horas de sueño de sus empleados. El banco de inversión Morgan Stanley realizó un informe sobre la economía japonesa en septiembre que detallaba más de 100 start up tecnológicas no cotizadas extremadamente prometedoras. Varias tenían modelos de negocio centrados en la tesis de que las compañías japoneses sufrirían presiones cada vez mayores para invertir en el bienestar de sus trabajadores. Esas presiones, sugería el informe, aumentarían considerablemente a medida que los factores demográficos redujesen la población activa de Japón y las compañías se viesen obligadas a luchar para atraer y retener el talento.

O:inc, una de las firmas identificadas por Morgan Stanley, fue impulsada por un emprendedor, Junya Tanimoto, que había visto a compañeros coger bajas prolongadas o dejar un trabajo por la falta de sueño. Tanimoto afirma que había muchos casos similares entre las empresas japonesas, pero que no existían servicios para abordar el problema en serio. Ahora que se pueden monitorizar con más precisión, los patrones de sueño se han convertido en un indicador de que puede existir un gran problema dentro de una compañía.

En términos sociológicos, los expertos afirman que la sencilla ecuación de dinero a cambio de sueño no podría haber llegado en un momento más crítico. La idea de que el sueño es prescindible ha sido la base de décadas de evolución del entorno laboral en Japón, sobre todo de la cultura que insta a los empleados a hacer horas extra no remuneradas ni declaradas. Esto hizo saltar las alarmas en el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar, que en 2014 publicó un importante informe para ofrecer al mundo corporativo "orientación" sobre la importancia del sueño. Las estadísticas sobre las que se basaba el informe gubernamental, pertenecientes en algunos casos a encuestas llevadas a cabo una década antes, mostraban aspectos alarmantes de los patrones de sueño japoneses, como que más del 30% de los adultos bebe alcohol para dormir. Estadísticas más recientes arrojaron que más del 71% de los hombres japoneses duerme menos de siete horas cada noche.


Cerebro

Estos hallazgos deberían haber disparado la inquietud, según advierte Jun Kohyama, un neurólogo de la Sociedad de Estudio del Sueño japonesa. "Los japoneses tienen la mentalidad de que trabajar mucho, sacrificando horas de sueño, es bueno", señaló. "Pero, sin suficientes horas de sueño, el cerebro no puede funcionar bien. Me preocupa profundamente que, hoy en día, los japoneses tengan menos capacidad para realizar un juicio racional debido a la falta de sueño".

Un estudio de 2009 de Rand Corporation, que trataba de cuantificar el coste de la falta de sueño, sugería que Japón perdía unos 138.000 millones de dólares (122.501 millones de euros) anuales debido al mayor riesgo de mortalidad y a la pérdida de productividad asociadas a la falta de sueño. La cifra equivale a un 2,92% del PIB del país.


LEO LEWIS | FINANCIAL TIMES
14 DIC. 2018 - 00:32
http://www.expansion.com/sociedad/2018/12/14/5c12d5c846163f5b278b45f6.html

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