Estados Unidos continúa dominando el mercado del lujo, mientras que los consumidores chinos representan con sus compras el 30% de este negocio a nivel global
China representa una de las economías más boyantes del mundo y lleva dos décadas en las que no solo está creciendo a un ritmo casi imparable, sino que además empieza a tocar con la punta de los dedos las cotas alcanzadas por países tradicionalmente más ricos como Estados Unidos.
Las cifras lo dejan claro: en los últimos 19 años, el Producto Interior Bruto (PIB) del país se ha multiplicado por diez, de los 1,02 billones de euros de 1999 hasta los 10,84 billones actuales. Y eso ha traído consigo una consecuencia inmediata: el nivel de vida de muchos chinos ha subido de manera exponencial.
Dicho crecimiento se ha reflejado en el aumento de su comercio a nivel mundial, pero mucho más especialmente en el sector del lujo. Según el informe Luxury and cosmetics financial factbook 2018, elaborado por el Centro de Estudios de EY, los consumidores chinos son responsables de cerca del 30% del volumen de negocio generado por la industria del lujo en todo el mundo.
Si ampliamos el foco hacia las industrias del lujo, perfumería y cosméticos, el papel de China sigue siendo muy representativo: generó en su mercado unos ingresos de 24.000 millones de euros. Este auge se debe, principalmente, a dos factores: en primer lugar, la expansión de la clase alta gracias al aumento del nivel económico del país; en segundo, el aumento de consumidores chinos que viajan por el mundo y que incrementan su gasto en productos de lujo.
De hecho, las empresas de cosméticos incrementarán un 6,1% sus ventas en 2018 –frente al 5,8% de 2017 o el 4% de 2016– gracias precisamente a estos consumidores, que han de sumarse a los del resto de países emergentes, cuyas economías también llevan impulsando la industria mundial del lujo en los últimos años.
Una industria de 435.000 millones
El informe de EY ofrece una radiografía completa de la industria del lujo, la perfumería y la cosmética, que alcanzó el año pasado unos ingresos totales de 435.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 3,8% respecto a 2016.
En el ámbito geográfico, Estados Unidos y Europa son los principales mercados de la industria, que generó en 2017 unos ingresos de 109.000 millones de euros en Estados Unidos y se prevé que alcance los 127.000 millones en 2021. En el caso del segmento prémium y entrada al lujo ('premium and entre-to-luxury'), los ingresos registrados en el país fueron de 28.000 millones de euros en 2017 y se estima que lleguen a los 39.000 millones para 2021, mientras que en Europa fueron de 35.000 millones y se prevé que alcancen los 40.000 millones en 2021.
"El cliente valora cada vez más el factor experiencial en el proceso de compra, además de la calidad, la exclusividad y la artesanía del producto"
Además del crecimiento de las economías emergentes, hay otro factor que explica el aumento de los volúmenes de negocio en el sector del lujo: la digitalización. Al lujo le costaba entrar en el comercio electrónico, sobre todo frente a otros sectores de un perfil más bajo, pero a día de hoy, según el informe de EY, más del 60% de las compras viene influida desde internet y más del 70% de los consumidores conecta con sus marcas favoritas a través de las redes sociales.
Para Patricia Fernández Mesa, la socia de EY responsable de Moda y Lujo, la tecnología marca precisamente el camino a seguir: "El sector debe reinventarse y seguir innovando para continuar creciendo. De hecho, esta industria dispone ya de numerosas herramientas y tecnologías para conocer mejor al nuevo consumidor y cumplir sus exigencias. Un cliente que, sin lugar a dudas, valora cada vez más el factor experiencial en el proceso de compra, además de la calidad, la exclusividad y la artesanía del producto".
El futuro: 517.000 millones en 2021
La industria del lujo no ha tocado techo y lo mejor está por llegar. Según el informe de EY, dentro de poco los 435.000 millones de negocio actuales se quedarán pequeños y el sector alcanzará los 517.000 millones de euros de facturación en 2021, lo que da buena cuenta de hasta qué punto, según las previsiones, seguirá creciendo esta industria.
Los mayores crecimientos vendrán de la mano de las firmas clasificadas como prémium y de entrada al lujo. Concretamente, este segmento cerró 2017 con unos ingresos de 108.000 millones de euros y se prevé una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR, por sus siglas en inglés) del 7,5% para el período 2017-2021.
En el caso de los productos de perfumería y cosmética, las previsiones anticipan un crecimiento anual del 4,5%, tras alcanzar el año pasado unos ingresos de 51.000 millones de euros, mientras que el CAGR estimado para el segmento del lujo (tradicionalmente el más elevado de la industria y cuya facturación ascendió a 276.000 millones en 2017) se sitúa en el 3% para 2017-2021.
Además, el informe destaca varios aspectos más que marcarán el devenir de la industria: la tendencia hacia el desarrollo de productos prémium, un mayor uso del maquillaje entre los 'millennials' (especialmente en la ‘generación del selfi’) y la generación Z, la promoción realizada por los 'bloggers' de belleza y apoyo de famosos, una mayor tasa de mujeres trabajadoras en mercados emergentes, un mayor turismo internacional y la proliferación de nuevos productos y marcas de nicho.
Las empresas, en estado de gracia
A menudo nos encontramos con industrias al alza que, sin embargo, no ven reflejado ese crecimiento en los resultados empresariales de las compañías que forman su sector. No es este el caso: según el informe de EY, las compañías de lujo también registrarán en 2018 un buen comportamiento, con un crecimiento interanual de ventas esperado del 4,8% (el año pasado fue del 3,7% y en 2016 del 0,4%).
Las empresas del sector no solo se han visto beneficiadas por el aumento de las ventas, sino también por su implementación de estrategias digitales, por el crecimiento en los mercados emergentes (con China a la cabeza) y por la importancia de los 'millenials' como nuevos consumidores del lujo. En total, las compañías de lujo reflejan, de media, un margen de bitda del 20,9%.
Como consecuencia, el buen estado de salud de las empresas y la necesidad de seguir invirtiendo ha propiciado que numerosas compañías de la industria del lujo se hayan lanzado a hacer operaciones corporativas para ganar tamaño, aumentar sus volúmenes de negocio y, al final, ser más competitivas dentro de un mercado cada vez más global.
De hecho, en 2017 se realizaron un 20% más de fusiones y adquisiciones (140 operaciones, frente a las 117 de 2016), confirmando, en definitiva, las positivas expectativas que tienen los inversores sobre el potencial del mercado del lujo.
AUTOR
EC BRANDS 26/12/2018
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