Un millón de especies, de las 8 millones existentes, están en peligro de extinción por la sobreexplotación de los recursos terrestres y marino
La humanidad está haciendo un uso tan abusivo e insostenible de los recursos naturales y de su riqueza biológica, que está socavando las bases de su propio desarrollo. La pérdida de biodiversidad (sobre la que se asienta la disponibilidad de alimentos, medicinas y muchos servicios ambientales) tiene un ritmo galopante. Desde el año 1500, el hombre ha propiciado la desaparición de 680 especies de vertebrados, mientras que un millón de especies de animales y plantas (de los 8 millones existentes) están en peligro de extinción. Así lo indica el estudio más completo realizado hasta ahora sobre la vida en la Tierra, obra de expertos convocados por la Unesco y presentado en París.
Tanto las personas que viven en la actualidad como las generaciones futuras están en riesgo a causa del deterioro de la riqueza biológica.
La naturaleza provee un amplia diversidad de servicios ambientales y recursos. Esta riqueza es vital para nuestra subsistencia, pues proporciona comida, ayuda a combatir o reducir las enfermedades y sirve, entre otras cosas, para mejorar la salud mental a través de una aproximación a los espacios verdes.
La humanidad obtiene actualmente más alimentos, energía y materiales que nunca.
Sin embargo, la explotación de estos recursos se está haciendo a expensas de la capacidad de la naturaleza de seguir proporcionando materias primas que garanticen el bienestar futuro.
Está en juego calidad la calidad de vida, a no ser que se tomen medidas urgentes para revertir el declive de plantas, insectos y otros organismos vitales.
Desde 1970, la producción agrícola, pesquera, forestal y la extracción de materias primas han crecido. Pero, la capacidad de recuperación de los ecosistemas está disminuyendo rápidamente.
El valor de la polinización
La importancia de los servicios ambientales que se ven acosados es enorme. Por ejemplo, más del 75% de las cosechas agrícolas mundiales, incluidas las de frutas y verduras, y algunos de los más importantes cultivos comerciales (como el café, el cacao o la almendra), dependen de la polinización.
Se estima que cada año están en riesgo ingresos mundiales procedentes de las cosechas valorados entre 210.000 millones y 515.00 millones de euros como resultado de la pérdida de polinizadores.
Además, la degradación de las tierras ha reducido la productividad un 23% en el conjunto de las ares terrestres).
Alteraciones humanas
El 75% de los ambientes terrestres y el 66% de los ecosistemas marinos han sido modificados
Globalmente, las actividades humanas han alterado significativamente la naturaleza en todo el planeta.
El 75% de los ambientes terrestres y el 66% de los ecosistemas marinos han sido severamente modificados, y la mayoría de ellos continúa sufriendo un proceso de degradación (muchos a un ritmo de al menos, un 4% por década), mientras ecosistemas sensibles, como los humedales y los bosques maduros de crecimiento largo, sufren el declive más rápido.
Insectos
Cada año están en riesgo ingresos mundiales procedentes de las cosechas valorados entre 210.000 millones y 515.00 millones de dólares como resultado de la pérdida de polinizadores
Muchas especies están ahora más amenazadas que nunca antes en la historia de la humanidad.
Especies salvajes y biodiversidad
Desde 1500, las acciones del hombre han provocado ya la desaparición de 680 especies de vertebrados incluyendo la tortuga gigante de Pina, en las Galápagos (en 2012), aunque ha habido exitosos esfuerzos de conservación, como la conservación del óryx de Arabia o el caballo Przewalsky mongol, entre otros.
De hecho, la mayoría de las especies en peligro de extinción han visto agravada su situación los últimos años.
Actualmente, están amenazadas de extinción un promedio del 25% de especies terrestres, de agua dulce y vertebrados marinos así como de invertebrados y grupos de plantas estudiados.
En peligro
Más de un 40% de las especies de anfibios, casi un 33% de los corales de arrecife y más de un tercio de los mamíferos marinos se encuentran en esta misma situación
Más de un 40% de las especies de anfibios, casi un 33% de los corales de arrecifes y más de un tercio de los mamíferos marinos se encuentran en esta misma situación.
Y la cobertura de corales vivos en los arrecifes se ha reducido a la mitad respecto a los pasados 150 años.
La proporción de insectos amenazados de extinción es incierta, pero algunas estimaciones la sitúan en un 10%. Se calcula que hay unos 8 millones de especies de animales y plantas (5,5 millones de las cuales son insectos), y de esa suma, 1 millón están amenazadas de extinción.
Aproximadamente, el 9% de las 5,9 millones de especies estimadas que existen (es decir, más de 500.000 especies) tienen unos hábitats tan fragmentados y escasos, que son insuficientes para garantizar su supervivencia a lago plazo. De ahí que el informe crea que pueden ser consideradas como especies muertas que caminan (zombis), a no ser que sus espacios naturales sean restaurados.
Ecosistemas marinos
Los bosques de manglares han reducido al menos un 25% su extensión original mientras que las praderas de fanerógamas marinas merman su superficie a un ritmo del 10% por década.
La pérdida y el deterioro de estos hábitats costeros resta capacidad de proteger la costa mientras que esa mayor debilidad en la protección de las zonas litorales hace que entre 100 y 300 millones de personas viven en áreas por debajo del nivel de inundación que se da cada 100 años.
Bosques
El diagnóstico sobre los bosques es dispar. Hay una ganancia en las latitudes altas y templadas, y una pérdida en el trópico.
Globalmente la tasa de pérdida de bosque se ha reducido a la mitad desde el decenio de los 90 del siglo pasado (exceptuando los gestionados para extracción maderera y las talas por razones agrícolas).
Pero la superficie de los bosques continúa disminuyendo y ocupan en todo el mundo el 68% del espacio que tenían en la época preindustrial.
Bosques menguantes, sobre todo en los trópicos
La superficie forestal cubre el 68% del espacio que tenía en la época preindustrial
Entre un 10% y un 15% del suministro maderero mundial procede de talas forestales ilegales (porcentaje que alcanza el 50% en algunas áreas).
La expansión agrícola, la mitad de la cual se ha hecho en detrimento de los bosques intactos, se ha dado principalmente en los trópicos (que han perdido un millón de km2 entre 1980 y 2000), como resultado sobre todo de la creación de haciendas ganaderas en Latinoamérica y de plantaciones en el sudeste de Asia, sobre todo para palma aceitera (para productos de alimentación, cosméticos y combustibles).
Alimentos
El número de variedades vegetales empleadas en los cultivos así como de razas animales usadas se ha reducido drásticamente como resultado de los cambios de uso del suelo, la pérdida de conocimientos tradicionales, las preferencias del mercado o el comercio internacional a gran escala.
Muy pocas variedades de plantas están siendo cultivadas, desarrolladas, comercializadas y conservadas en todo el mundo.
El informe alerta de que muchas variedades agrícolas (importantes para garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo) carecen de protección legal.
La homogeneización agraria y los monocultivos han dado lugar a que se hayan registrado cientos de especies invasoras en todo el mundo, lo que distorsiona los ecosistemas afectados.
La diversidad genética en el mundo rural y agrícola se ha reducido, principalmente a causa de la extinción de razas y variedades.
Diversidad genética en declive
En el año 2016, se estimaba que aproximadamente el 10% de las razas y variedades domesticadas habían quedado extinguidas
En el año 2016, se estimaba que aproximadamente el 10% de las razas y variedades domesticadas habían quedado extinguidas.
Muchos de los puntos calientes (hotspots) de mayor riqueza agraria (esenciales para mantener las variedades de los cultivos y fortalecer la seguridad alimentaria) están bajo amenaza o no están formalmente protegidos. Se pone en peligro, pues, una reserva de genes que puede proporcionar fortaleza frente al cambio climático y resistencia contra los pesticidas y patógenos y que puede ayudar a combatir la destrucción de genes (semillas, animales domésticos).
Pérdida a un ritmo insostenible
La redacción del resumen del documento para los responsables de formular político finalizó el pasado fin de semana en París en una reunión en la que estuvieron presentes de expertos y representantes gubernamentales.
“La salud de los ecosistemas, de los que dependemos nosotros y todas las demás especies, está deteriorándose más rápidamente que nunca. Estamos erosionando los principales fundamentos de nuestras economías, sociedades, seguridad alimentaria, salud y calidad de vida en todo el mundo”, denuncia Robert Watson, presidente de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), autora del informe. “No hay duda de que estamos perdiendo la biodiversidad a un ritmo verdaderamente insostenible que afectará el bienestar humano tanto de las generaciones actuales como de las futuras”, añade Watson.
“Vamos a tener problemas si no actuamos, pero hay una serie de acciones que se pueden llevar a cabo para proteger la naturaleza y cumplir los objetivos humanos de salud y desarrollo”.
Los autores del estudio esperan que esta primera evaluación global de la biodiversidad del planeta sitúe esta crisis ecológica en el centro de atención pública, de la misma manera en que la emergencia climática ha sido objeto de amplio debate social tras los cinco informes de evaluación del cambio climático del Panel Intergubernamental de Expertos de la ONU sobre el Cambio Climático (IPCC), especialmente el estudio El calentamiento de 1,5 ºC. Esta plataforma, que forma parte de la UNESCO, ha elaborado el informe con participación de 145 expertos de 50 países y ha contado también con contribuciones adicionales de otros 310 expertos
Amplia recopilación
El informe es una recopilación de estudios académicos (sobre asuntos que van desde el plancton marino y las bacterias subterráneas hasta las abejas de miel o la botánica amazónica).
Se espera que todos estos hallazgos ofrezcan como resultado un panorama general sobre el estado de la naturaleza del mundo que proporcione evidencias de que el mundo se enfrenta al riesgo de una sexta ola de extinción.
Mike Barrett, director ejecutivo de conservación y ciencia de WWF, dijo: “Todos nuestros ecosistemas tienen problemas. Este es el informe más completo sobre el estado del medio ambiente. Confirma de manera irrefutable que la naturaleza sufre un fuerte declive”.
Los expertos estiman que la humanidad se ve amenazada por un desafío triple: el clima, la naturaleza y la producción de alimentos. “No tenemos tiempo para desesperarse”, dijo. “Debemos tener la esperanza de tener la oportunidad de hacer algo al respecto durante estos dos años”, añadió Barret en declaraciones a The Guardian.
El informe esboza posibles escenarios futuros que variarían según las decisiones tomadas por los gobiernos, las empresas y los individuos. Es probable que el próximo año y medio sea crucial porque los líderes mundiales deben acordar planes de acción para la naturaleza y el clima en dos grandes conferencias a fines de 2020.
China será la sede de la nueva conferencia de la ONU sobre biodiversidad en Kunming, que establecerá nuevos objetivos a 20 años vista para actualizar el Acuerdo de Aichi (Japón), en 2010. Poco después, la convención marco de la ONU sobre el cambio climático revisará el acuerdo de París contra el calentamiento.
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