sábado, 18 de mayo de 2019

Compartir no siempre es bueno

Uno de cada cuatro casos de acoso escolar en Argentina es por 'ciberbullying'.

Uno de cada cuatro casos de acoso escolar en Argentina es por 'ciberbullying'. PIXABAY

El 75% de los adolescentes argentinos que se sintieron víctimas de ciberacoso no se animan a contarlo. La campaña #NoDaCompartir del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo y Unicef quiere poner fin a esta práctica



La palabra compartir suele verse asociada a mensajes positivos. Es dar parte de lo que uno tiene para ofrecerlo a quienes lo necesiten, puede estar asociada a la solidaridad. Comparto con mi familia, con mis amigos, con otros integrantes de la sociedad. Este sentido es lo que nos lleva a quienes somos usuarios de redes sociales a invitar a nuestros amigos virtuales a compartir tal o cual posteo. “Hazlo girar”, “¿Me lo retuiteas”?, “¿Lo compartes en tus redes?”... Es usual convocar así a la difusión de un mensaje.
Pero hay casos donde ese compartir puede llegar a tener alcances impensables: cuando el mensaje que reproducimos de un amigo o amiga, muchas veces sin detenernos a pensar el contenido, discrimina, ofende a otra persona, lo estigmatiza o incluso puede tratarse de una broma que puede llegar a molestar al ser reproducida y alcanzar una potencia agresiva impensada, a tal punto de hacer sentir a otra persona acosada o señalada, expuesta, por su aspecto físico, su modo de pensar, su religión, su ideología.
Uno de cada cuatro casos de acoso escolar en Argentina es por ciberbullying y el 75% de los adolescentes que usan redes sociales y se sintieron víctimas de esta práctica en alguna ocasión no lo cuentan a sus padres ni a sus amigos, según datos recopilados por la Fundación Anar, que investiga y desarrolla proyectos específicos en España y Latinoamérica sobre las niñas y los niños en situaciones de riesgo. Son personas que ocultan lo mal que se sienten, esconden el mensaje que los dañó, se avergüenzan de ser víctimas de discriminación. Al no alzar su voz, intentan ampararse pero, sin quererlo, dejan avanzar en las redes la extensión de un discurso de odio y discriminación que deja de ser virtual para ser real, al tiempo que daña a una persona o más.


Es común que las víctimas de cualquier situación violenta, y el ciberbullying lo es sin dudas, no se animen a contar lo que viven. Hace ya dos años, desde el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) trabajamos junto a Unicef para avanzar en una campaña de comunicación que apunta a cambiar la forma de mirar el ciberacoso en las redes sociales, concienciando y comprometiendo a los adolescentes para frenarlo.
Internet es un espacio que puede ser maravillosamente democrático, pero también es usado a veces para dañar con la fuerza y la potencia de la viralización de mensajes que no son los mejores
Este programa nació en un taller con adolescentes de todo el país que se habían animado ya a participar del l Parlamento Federal Juvenil Inadi, un programa que reúne año a año a casi un centenar de jóvenes comprometidos en la defensa de los derechos humanos. El año pasado volvimos a trabajar con esos jóvenes y fueron ellos quienes diseñaron la campaña que volveremos a hacer este año el Día de Internet. En setiembre próximo, volverán también a darse citas otros jóvenes parlamentarios Inadi en la Ciudad de La Plata, donde debatirán en el Parlamento bonaerense una ley contra la discriminación por cuestiones religiosas.
Esos mismos jóvenes fueron quienes idearon este eslogan que usamos desde el 2016 en cada oportunidad para llevar adelante las campañas de INADI y Unicef en las redes sociales para prevenir el ciberbullying. También ya la usan muchos de nuestros referentes juveniles, embajadores, referentes culturales y personajes públicos en la Argentina. Ese eslogan es el marco para una serie de decisiones que se pueden tomar: decir "no", frenar el mensaje discriminatorio, decidir comprometerse, denunciar cuando lo registro, no viralizar mensajes discriminatorios, no ser testigos pasivos de la discriminación.
La propuesta es que, si un mensaje es discriminatorio, estigmatiza a otros, los etiqueta, no es respetuoso y hace sentir mal a alguien, se trata de algo #NoDaCompartir. Creemos que este es el modo de avanzar hacia una sociedad libre de discriminación en redes sociales. Internet es un espacio que puede ser maravillosamente democrático, pero también es usado a veces para dañar con la fuerza y la potencia de la viralización de mensajes que no son los mejores.
En el equipo del Inadi, liderado por Claudio Presman, trabajamos para construir, junto a las nuevas generaciones, un profundo cambio cultural que permita profundizar el respeto por la diferencia, la diversidad como valuarte de una sociedad que cada día sea más plural y comprometida con la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la discriminación.

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