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Un estudio revela que solo dos horas de silencio absoluto al día pueden ser suficientes notar mejoras en la salud cerebral.
En la actualidad, la rutina del día a día está cargada de movimiento, velocidad y una exposición constante a diferentes estímulos. Muchos de estos son auditivos, como el ruido del tráfico, las conversaciones entre las personas o las infinitas notificaciones del teléfono móvil. En ocasiones, aunque no resulte sencillo, aparece la necesidad de alejarse de todo esto y tener un momento personal de relajación y silencio, que desahogue la mente y permita pensar con claridad.
En este sentido, un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, ha mostrado que estos momentos de silencio pueden ser muy importantes en el cuidado de la salud mental. La exploración, realizada por investigadores alemanes y estadounidenses expertos en campos como la psicoterapia y la terapia regenerativa, reveló que el silencio puede aportar beneficios en la memoria, la agudización de los sentidos y la conexión emocional.
Incremento de la memoria
Tras exponer a los participantes del experimento a varios días de silencio prolongado, se observó en sus cerebros un proceso de neurogénesis, es decir, una generación de nuevas neuronas en el hipocampo adulto, región encargada de la memoria. Según afirman los científicos, tras este proceso, los participantes mostraron un crecimiento notable de las células, que se hizo aún más evidente en las personas que aseguraban que en su día a día estaban regularmente expuestas al ruido.
Este descubrimiento puede resultar importante a nivel nacional, ya que, según un estudio de Eurostat del año 2022, el 19,6% de la población española presentó dificultades moderadas o graves para recordar algo o para concentrarse, superando significativamente la media europea, que fue de un 14,9%.
Agudización sensorial y mejora del estado de ánimo
También, este estudio mostró mejoras en los participantes a nivel sensorial, mediante un proceso conocido como plasticidad cruzada o intermodal. Este representa la capacidad del cerebro de reorganizar la información de los sentidos para compensar la función de otro que se encuentre debilitado. Y es que, tras este período de silencio absoluto, los colaboradores del experimento reportaron mejoras en el olfato, la vista, el gusto y el tacto.
A su vez, los científicos apuntaron que el rendimiento cognitivo también incrementó y los participantes mostraron una mayor agilidad en la toma de decisiones, con un menor porcentaje de fallos.
El exceso de ruido puede también aumentar los niveles de estrés, provocando una mayor irritabilidad. No obstante, gracias a este período de silencio, las regiones emocionales del cerebro pueden gozar de una mejor comunicación, facilitando su autorregulación y mejorando el estado de ánimo de quienes participaron en el experimento.
Solo hacen falta dos horas al día
Un retiro de varios días de puro silencio y desconexión resulta muy positivo para ordenar las ideas y relajar la mente. Sin embargo, es evidente que no todo el mundo puede permitírselo, debido a sus deberes ineludibles. No obstante, los científicos de este estudio han confirmado que solo dos horas de silencio distribuidas a lo largo del día podrían ser suficientes para notar los beneficios.
Para experimentar estas mejoras, es altamente recomendable alejarse de determinados estímulos nada más despertarse. En este sentido, puede resultar muy beneficioso no consultar el teléfono móvil hasta una hora después de haber abierto los ojos. A su vez, los paseos a solas pueden ser muy útiles, sobre todo si se realizan sin escuchar música. Por último, sacar 10 minutos cada día para simplemente relajarse y respirar es una gran ayuda para el cerebro.
Juan Horcajada
31/5/2025 - 15:15