lunes, 23 de junio de 2025

El mundo se lanza hacia una nueva carrera armamentística nuclear


Un misil Shaheen-III, capaz de llevar armamento nuclear, en un desfile militar en Pakistán Anjum Naveed / LaPresse



Alrededor de 9.600 ojivas atómicas están listas para uso militar, casi una treintena más que hace un año


El mundo es hoy más peligroso que ayer. Lo advierte el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri, en sus siglas en inglés), organismo referente en el análisis de las tendencias militares globales que, en su último anuario, indica que está emergiendo “una nueva y peligrosa carrera armamentística nuclear” justo en un momento en el que los mecanismos de control de este tipo de armas flaquean.

Según el informe del Sipri, hecho público este lunes, de las 12.241 ojivas nucleares que a inicios de este año poseían las nueve potencias atómicas (Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel), unas 9.614 formaban parte de arsenales militares para su posible uso, 29 más que en enero del 2024. De esas ojivas, 3.912 estaban desplegadas en misiles y aviones, y el resto se encontraban almacenadas en depósitos.


Principales potencias

El 90% del arsenal nuclear está en manos de EE.UU. y Rusia, según el informe anual del Sipri

El 90% del arsenal nuclear mundial lo acaparan Estados Unidos y Rusia, países que, desde el final de la guerra fría, han llevado a cabo un desmantelamiento gradual de su armamento atómico. Sin embargo, los analistas del Sipri creen que esta tendencia se revertirá en los próximos años, “ya que el ritmo de desmantelamiento se está desacelerando, mientras que el despliegue de nuevas armas nucleares se está acelerando”. Como resume el director del instituto sueco, Dan Smith: “La era de la reducción de armas nucleares parece haber terminado”.

El Sipri destaca que todas las potencias atómicas están apostando por la modernización de sus capacidades nucleares. Es decir, la nueva carrera armamentística será “más cualitativa que cuantitativa”, en palabras de Smith. Estados Unidos y Rusia, con 5.177 y 5.459 ojivas en su haber respectivamente, son los primeros ejemplos de esta tendencia, con la puesta en marcha de ambiciosos programas destinados a modernizar sus misiles balísticos intercontinentales y sus sistemas de lanzamiento aéreos y marítimos. 

Y todo apunta a que estas dos potencias pisarán todavía más el acelerador en los próximos años: en febrero del 2026 expira el acuerdo bilateral de desarme y control de armas nucleares que ambos países suscribieron en el 2010, conocido como New Start, y ninguna de las partes parece interesada en renovarlo. De hecho, Rusia amplió el año pasado su doctrina nuclear: si antes solo contemplaba el uso de armas atómicas cuando la existencia del Estado estaba en peligro, ahora lo autoriza si existe “una amenaza crítica a la soberanía y/o la integridad territorial” del país, extendiendo esa amenaza a un ataque con misiles o drones convencionales, como los que está llevando a cabo ahora Ucrania con el apoyo de Occidente.

Reservas en auge

China es el país que más rápido aumenta su armamento: hasta 100 nuevas cabezas nucleares en un año

Aunque si hablamos de potencias atómicas lanzadas a la carrera, se impone la mención a China. El gigante asiático es el país que más rápido ha aumentado su arsenal nuclear en los últimos tiempos: en solo un año, se ha dotado de 100 nuevas ojivas nucleares, pasando de las 500 de inicios del 2024 a las 600 del pasado enero. Gracias este incremento del 20%, China dispone ahora de más ojivas que Francia (290) y Reino Unido (225) juntas, y se consolida como la tercera potencia nuclear mundial. Si mantiene ese ritmo, el Sipri estima que, para finales de esta década, el país podría llegar a contar con cerca de 1.500 ojivas, cifra que, no obstante, representaría un tercio del actual arsenal estadounidense y ruso.

Por si la perspectiva de una nueva carrera nuclear no fuera lo suficientemente desalentadora, el anuario del Sipri recuerda que en la actual década se han producido más conflictos armados que en las tres décadas previas. Si bien el año pasado el número de países en guerra disminuyó respecto al 2023 (de 51 se pasó a 49), la cifra de muertos se disparó (de 188.000 a 239.000). La guerra de Ucrania y de Gaza, las guerras civiles de Myanmar y Sudán y los conflictos internos de Etiopía fueron los episodios bélicos más importantes del 2024, un año en el que el gasto militar mundial aumentó un 9,4%, hasta alcanzar los 2,7 billones de dólares. Desde el final de la guerra fría, nunca se había registrado un incremento tan pronunciado.


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