lunes, 30 de junio de 2025

Un lagarto al que (casi) le cayó encima el asteroide que mató a los dinosaurios sobrevivió: la ciencia intenta explicarlo



Recreación del impacto del asteroide que acabó con los dinosaurios (YouTube/@Quepasaria)



Un análisis de ADN ha revelado que la especie, que únicamente residía en el territorio que hoy es la península de Yucatán, logró prosperar a pesar de la cercanía del impacto



Un grupo de lagartos nocturnos logró sobrevivir al impacto del asteroide que marcó el fin del periodo Cretácico, pese a encontrarse a escasa distancia del lugar de colisión, en la actual península de Yucatán. Según una nueva investigación, estas especies no solo resistieron el cataclismo, sino que permanecen activas en la misma región hasta hoy.

Un estudio publicado en la revista Biology Letters y liderado por Chase Brownstein, investigador de la Universidad de Yale, ha revelado que los xantusíidos (una familia de reptiles de hábitos nocturnos) habitaron el entorno del Golfo de México tanto antes como después del impacto del asteroide de hace 66 millones de años, responsable de la extinción de aproximadamente el 75 % de las especies vivas del planeta.



Mediante técnicas de datación molecular y análisis de mutaciones genéticas, los científicos determinaron que el ancestro común de los actuales géneros Xantusia, Lepidophyma y Cricosaura vivió hace unos 90 millones de años. Estas criaturas de pequeño tamaño, secretas y con metabolismo lento, lograron sobrevivir en entornos protegidos como grietas, cortezas y vegetación densa.

Lo sorprendente, según los autores del estudio, es que estos vertebrados terrestres no solo sobrevivieron al impacto, sino que continuaron siendo endémicos de América Central y América del Norte desde entonces. Esto los convierte en un caso único entre las especies que convivieron con los dinosaurios y lograron superar el evento de extinción masiva.


Un linaje resistente al cataclismo

La capacidad de los lagartos nocturnos para resistir largos periodos sin alimentarse, debido a su bajo ritmo metabólico, pudo haber sido determinante en un entorno devastado. Mientras otras especies desaparecieron, dos linajes de estos reptiles persistieron: uno dio lugar a las especies actuales distribuidas entre el suroeste de Estados Unidos y México; el otro, al lagarto nocturno cubano, cuya única especie vive hoy en Cuba.

"Estaban en el borde mismo del impacto del asteroide", explicó Brownstein. A pesar de que otros grupos de reptiles podrían haber sobrevivido inicialmente, solo los xantusíidos permanecieron en la región. "Lo interesante es que los xantusíidos han persistido", añadió el investigador, destacando la singularidad de este linaje en el registro evolutivo.

Este hallazgo proporciona una nueva perspectiva sobre cómo ciertas especies lograron superar condiciones extremas que exterminaron a la mayoría de los seres vivos. Su presencia actual en zonas cercanas al cráter de Chicxulub convierte a estos lagartos en testigos evolutivos excepcionales de uno de los episodios más violentos de la historia de la Tierra.