:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F8d6%2F87c%2F268%2F8d687c26828e57cbce3395f12967a80a.jpg)
María en su vídeo de TikTok (@comiendoconmaria)
Esta nutricionista ha querido dejar claro que el déficit calórico y contar calorías no es siempre la mejor manera de perder peso
María, nutricionista y divulgadora especializada en alimentación consciente, ha decidido desmontar uno de los grandes mitos que se repiten constantemente en torno a la pérdida de peso. Según explica, la obsesión con contar calorías y medir cada ración no solo es innecesaria, sino que puede ser perjudicial para la salud física y emocional de muchas personas.
“No hay directo en el que no me pregunten cómo hacer déficit calórico”, declara con rotundidad. A través de su perfil en redes sociales, conocido como Comiendo con María, responde a quienes interpretan la nutrición como una simple fórmula matemática basada en el gasto y la ingesta energética.
La nutricionista reconoce que, desde el punto de vista fisiológico, debe existir un déficit energético para que se produzca una pérdida de grasa corporal. “Eso es fisiología”, afirma. Sin embargo, matiza que “el cuerpo no es una calculadora” y que no se trata de saber exactamente cuántas calorías se consumen y se queman al día.
Críticas al enfoque mecanicista
María sostiene que es posible generar ese déficit sin recurrir a fórmulas estrictas, simplemente atendiendo a la calidad de los alimentos y respetando las señales naturales del organismo. “Puedes conseguir un déficit simplemente mejorando la calidad de tu alimentación”, asegura. Para ella, la clave reside en escuchar al cuerpo, no en limitarse a sumar y restar calorías.
Cuestiona duramente el enfoque restrictivo: “La gente piensa que si no baja de peso es porque no hace suficiente déficit, y entonces se restringe más. Pero eso tiene un límite”. Explica que reducir drásticamente la energía ingerida puede tener efectos secundarios graves, como pérdida de masa muscular, alteraciones hormonales o fatiga crónica.
“¿Qué pasa si estás haciendo déficit calórico y no bajas de peso? ¿Más déficit? ¿Y si ya estás por debajo de tus necesidades vitales?”
“¿Qué pasa si estás haciendo déficit calórico y no bajas de peso? ¿Más déficit? ¿Y si ya estás por debajo de tus necesidades vitales?”, plantea como reflexión. Advierte que funciones básicas como el bombeo del corazón o la respiración requieren un mínimo de energía, y no respetarlo puede tener consecuencias severas.
Impacto en la salud hormonal y emocional
La nutricionista alerta de que la pérdida de peso no depende únicamente del déficit calórico. Existen múltiples factores que lo condicionan, como el equilibrio hormonal, la retención de líquidos, el estrés, el ciclo menstrual o incluso la calidad del sueño. “Por más déficit que hagas, si tus hormonas no están equilibradas o si el estrés es muy alto, no vas a perder peso”, destaca.
Desde su consulta ha observado las secuelas de este enfoque cuantitativo: “Generas miedos, alteras tus señales de hambre y saciedad, pierdes calidad de sueño y, por supuesto, tu salud mental se resiente”. A su juicio, el culto al déficit termina desembocando en alteraciones de la conducta alimentaria y pérdida del bienestar general.
Promover hábitos y no obsesiones
Frente a esta visión reduccionista, María propone una estrategia basada en hábitos sostenibles. Apuesta por consumir productos frescos y de proximidad, respetar los ritmos circadianos, asegurar un descanso reparador, mantener una práctica física regular y fomentar el bienestar emocional y social.
“El cuerpo entiende de hambre, de saciedad, de emociones, de grelina y leptina. No de calorías”, recuerda. Bajo esta filosofía, insiste en que no es necesario contar cada caloría ni controlar el déficit a diario. “No cuentes calorías. No busques el déficit. Escúchate y respétate”, sentencia.
“El cuerpo se regula. Si le sobra grasa, la perderá. Y si no la pierde, a lo mejor es que no tiene que perderla”
Concluye que a veces el deseo de perder peso responde más a una presión externa que a una necesidad real del organismo. “El cuerpo se regula. Si le sobra grasa, la perderá. Y si no la pierde, a lo mejor es que no tiene que perderla”.
La experta lanza un mensaje claro: “Nos han hecho creer que para perder peso hay que contar calorías, pesar cada bocado y estar siempre haciendo cálculos. Pero… ¿y si no hiciera falta?”.