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Jeringuillas. (iStock)
El uso de ácido hialurónico sigue creciendo en popularidad para diversas aplicaciones corporales a nivel mundial y en España
Durante la última década, la medicina estética ha experimentado una transformación significativa, marcada por el auge de los procedimientos mínimamente invasivos. Técnicas que antes estaban reservadas al quirófano, ahora pueden realizarse mediante inyecciones de ácido hialurónico. Esta evolución responde a una demanda creciente de resultados visibles, inmediatos y seguros, sin los riesgos ni los tiempos de recuperación asociados a la cirugía tradicional. Así lo explican desde el Centro Europeo de Másteres y Posgrados (CEMP).
El uso de ácido hialurónico sigue creciendo en popularidad para diversas aplicaciones corporales a nivel mundial y en España. Un ejemplo notable es el mercado global de aumento de glúteos, que en 2023 se estimó en 2.990 millones de dólares y se prevé que alcance los 11.720 millones en 2030, lo que representa una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 21,5% entre 2024 y 2030, según los datos de Grand View Research. Dentro de este mercado, los rellenos con ácido hialurónico representan la mayor participación en ingresos, impulsados por la alta demanda de tratamientos no quirúrgicos.
En este contexto de expansión, durante el mes de mayo, CEMP ha acogido dos clases magistrales centradas en esta creciente área de la medicina estética: el aumento de glúteos y el aumento de pene con ácido hialurónico. Estas sesiones formativas han permitido profundizar en técnicas que han evolucionado notablemente gracias al desarrollo de nuevos productos reabsorbibles y han puesto de relieve la importancia de una aplicación profesional y segura.
El doctor Jordi Rodríguez Flores, médico estético y colaborador habitual de CEMP, explica que este tipo de tratamientos comenzaron a realizarse en 2013 con la aparición del ácido hialurónico corporal, conocido como Macrolane, y desde entonces han ido ganando terreno. “Llevamos doce años utilizando ácido hialurónico de elevado peso molecular que permite conseguir un efecto lifting relevante en la zona glútea”, apunta, recordando que este tipo de relleno está especialmente formulado para aportar volumen, firmeza y resultados visibles de forma inmediata.
"Hoy en día, este procedimiento es cada vez más solicitado fuera del contexto quirúrgico. El deseo de mejorar la forma de los glúteos sigue presente, y el ácido hialurónico se ha convertido en una opción segura y eficaz", señala el profesional.
Respecto al aumento de pene con ácido hialurónico, exponen que "ha dejado de ser un tema tabú para convertirse en una consulta frecuente". Este procedimiento, que ha ganado aceptación social, es una técnica mínimamente invasiva que permite aumentar el grosor y diámetro del pene, adaptando el tipo de ácido hialurónico según la piel y morfología del paciente. Tal como manifiesta el doctor, "el procedimiento es altamente técnico-dependiente, ya que debemos adaptar el tipo de ácido hialurónico al tipo de piel y morfología del pene. Si la elección no es adecuada, pueden generarse cúmulos o irregularidades que más adelante requieran retoques e incluso disolución del producto".
Advertencia de la AEMPS
Con la creciente popularidad de los implantes de relleno a base de ácido hialurónico, también ha aumentado el uso de la hialuronidasa para corregir complicaciones o resultados insatisfactorios. Sin embargo, no todos los productos con este ingrediente son adecuados para esta finalidad, por lo que su elección debe hacerse correctamente y de acuerdo con la normativa vigente.
Por ese motivo, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) advertía hace pocas semanas sobre la necesidad de realizar un uso correcto de la hialuronidasa, especialmente en el contexto de los tratamientos estéticos.
"La hialuronidasa está presente en el mercado tanto en forma de producto cosmético como de medicamento, y en ambos casos suele presentarse en formatos similares, como viales o ampollas. Esta similitud ha dado lugar a confusiones y se han detectado casos en los que algunas clínicas y centros médico-estéticos han inyectado hialuronidasa comercializada como cosmético, lo cual no está permitido en la legislación y supone un riesgo grave para la salud pública. Por eso, es fundamental diferenciar claramente ambos tipos de productos para evitar confusiones sobre su uso y aplicación", indican en un comunicado.
"El uso de la hialuronidasa por vía inyectable está restringido únicamente a productos comercializados como medicamentos, y su administración debe estar a cargo de profesionales sanitarios cualificados. Cualquier uso fuera de este contexto no solo vulnera la legislación vigente, sino que también compromete la seguridad del paciente", concluyen.