domingo, 8 de junio de 2025

Amenaza urbana: Un grupo de científicos afirma que 25 grandes ciudades de Estados Unidos se están hundiendo



Nueva York es una de las ciudades más afectadas por este fenómeno de hundimiento, según el estudio 
(iStock)



Un estudio realizado con datos satelitales ha detectado un fenómeno silencioso que afecta a millones de personas en algunas de las principales urbes del país norteamericano



La aparente estabilidad de muchas ciudades estadounidenses está resultando ser una ilusión. Según una investigación reciente, buena parte del terreno urbano en Estados Unidos está experimentando un hundimiento progresivo ("subsidencia"), imperceptible a simple vista pero potencialmente devastador. El análisis revela que 25 de las 28 ciudades más pobladas del país están perdiendo elevación de forma generalizada, con posibles impactos directos sobre infraestructuras, viviendas y servicios esenciales. Este fenómeno ya se ha documentado también en otras partes del mundo.

El estudio, publicado en Nature Cities y realizado por investigadores de Virginia Tech, se basa en datos recopilados entre 2015 y 2021 mediante técnicas de teledetección satelital (InSAR). Los científicos detectaron que, incluso en zonas alejadas de la costa, al menos el 20% del área urbana de cada ciudad analizada se está hundiendo. En ciudades como Houston, Nueva York o San Diego, los descensos superan los 10 mm por año en algunas zonas.

El hundimiento no es homogéneo, pero los investigadores encontraron que más del 65% del territorio urbano en 25 de las 28 ciudades presenta subsidencia. Según los autores, el estudio muestra que la subsidencia afecta a extensas áreas urbanas en Estados Unidos y que no se limita a regiones costeras, lo cual rompe con la noción habitual de que solo las ciudades cercanas al mar están en riesgo.


Infraestructuras en peligro

Uno de los aspectos más preocupantes del informe es el impacto sobre las infraestructuras. Según el estudio, más de 29.000 edificios se encuentran en zonas catalogadas como de alto o muy alto riesgo estructural debido al movimiento del terreno, lo cual podría afectar a millones de personas y causar daños económicos considerables si no se toman medidas de adaptación y mitigación.

Entre las causas identificadas, la más común es la extracción de aguas subterráneas, especialmente en acuíferos confinados. En lugares como Nueva York o San Diego, los datos revelan una fuerte correlación entre el descenso del nivel freático y el hundimiento del terreno. Esto se agrava con el aumento de la demanda hídrica y el cambio climático, que afectan la capacidad de regeneración de los acuíferos.

Ciudades del interior como Denver, Columbus o Dallas también muestran signos de subsidencia, lo que subraya el carácter extendido del problema. Para estos científicos, no se trata de un fenómeno puntual ni de una amenaza futura, sino de un proceso ya en curso en amplias zonas urbanas.

El estudio advierte de que estas deformaciones pueden comprometer de forma progresiva la integridad estructural de las infraestructuras, aunque el daño no sea inmediatamente visible. Los autores insisten en que las zonas afectadas deberían ser objeto de un monitoreo constante y formar parte de las estrategias de mitigación y adaptación para garantizar la resiliencia de las infraestructuras urbanas. También proponen integrar el monitoreo geodésico y satelital en la planificación urbana como herramienta preventiva y elaborar mapas de riesgo actualizados para evitar mayores costes a medio y largo plazo.