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Así es la ilusión óptica que entraña el enigma
(Frontiers)
Al contrario de lo que sucede con otras ilusiones ópticas, la ciencia no ha logrado desvelar el mecanismo por el cual 2 de cada 10 personas son inmunes a sus efectos
Una sorprendente ilusión óptica desafía a la ciencia. La razón es solo alrededor del 80% de las personas logra percibirla, mientras que una minoría permanece inmune. La incógnita, que sigue sin respuesta, radica en por qué el cerebro de algunos individuos no reacciona ante este fenómeno visual del mismo modo que los demás.
El efecto ha sido bautizado como ilusión del agujero en expansión. Consiste en una mancha circular, generalmente negra, que da la impresión de ensancharse como si el observador se adentrara en un túnel o un espacio oscuro. Para quienes lo perciben, la sensación de movimiento resulta intensa y casi real.
Una ilusión que altera la fisiología
El estudio, publicado en Frontiers in Human Neuroscience y dirigido por el psicólogo Bruno Laeng de la Universidad de Oslo, reveló que este efecto no solo engaña a la vista. También genera una reacción corporal: la pupila se dilata de manera automática, como si se estuviera entrando en una habitación con poca luz.
Los investigadores mostraron diferentes versiones de la imagen con variaciones cromáticas. Los resultados confirmaron que la ilusión es más potente cuando el círculo es negro, lo que provoca dilataciones pupilares marcadas. En cambio, los colores como azul, verde o rojo disminuyeron la intensidad del efecto e incluso causaron constricciones.
El enigma del 20% inmune
Aunque la mayoría de los participantes percibió el fenómeno, cerca del 20% no experimentó ningún tipo de expansión. Este hecho plantea un reto a los científicos, que todavía desconocen los motivos por los que algunos cerebros no procesan la ilusión de la misma manera que el resto.
Los datos obtenidos demuestran que el reflejo pupilar no se limita a reaccionar a la cantidad real de luz, como haría un fotómetro, sino también a cómo interpretamos la luminosidad percibida. Es decir, los ojos responden a lo que el cerebro interpreta, incluso cuando esa percepción es imaginaria.
Los responsables del estudio subrayan que analizar este tipo de ilusiones es fundamental para entender cómo el sistema visual humano construye la realidad a partir de estímulos ambiguos. Las próximas investigaciones podrían arrojar luz sobre qué mecanismos fisiológicos o neurológicos explican por qué una parte de la población no percibe la ilusión del agujero en expansión.