martes, 23 de septiembre de 2025

Bitcoin se convierte en el nuevo generador de liquidez global



El bitcoin, nuevo generador de liquidez global
Pixabay



Empieza a cambiar el rol que la criptomoneda juega en la estructura financiera y a medida que su cotización aumenta, crece también su capacidad para servir como colateral.



El precio ya no lo explica todo. Bitcoin ha dejado de ser únicamente un activo especulativo para consolidarse como una fuente de liquidez adicional dentro del sistema financiero. Un fenómeno que, aunque todavía poco reconocido por los reguladores, ya tiene implicaciones visibles sobre otros mercados.

Desde 2020, la oferta monetaria global (M2) ha crecido más de un 40%. Según datos del FMI y el Banco Mundial, esto supone más de 7 billones de dólares añadidos a la circulación en apenas cuatro años. Aunque los bancos centrales han iniciado un ciclo de endurecimiento monetario, el entorno sigue siendo, en conjunto, altamente expansivo.

Esa liquidez, lejos de replegarse, continúa buscando activos que la absorban. Y entre ellos, bitcoin ocupa un lugar destacado. La capitalización total del mercado cripto superó los 4 billones de dólares en septiembre, marcando un nuevo máximo histórico. Para ponerlo en perspectiva: se sitúa por encima del PIB nominal de Alemania y se acerca al de Japón. Si el mercado cripto fuera un país, estaría dentro del G7.

Pero más allá de los récords, lo que empieza a cambiar es el rol que bitcoin juega en la estructura financiera. A medida que su cotización aumenta, crece también su capacidad para servir como colateral. Es decir, como aval para operaciones de préstamo y apalancamiento dentro del ecosistema financiero.


Bitcoin como aval

La lógica es simple. Si un bitcoin vale 100.000 dólares, un tenedor puede utilizarlo como garantía para acceder a liquidez sin necesidad de venderlo. Esta función, que hasta ahora era casi exclusiva de activos tradicionales como bonos o inmuebles, se ha extendido a las criptomonedas en plataformas especializadas de finanzas descentralizadas (DeFi) y también en productos financieros más regulados. En muchos casos, esto permite obtener financiación instantánea, operar con apalancamiento o refinanciar deudas sin necesidad de desprenderse del activo.

Esto genera lo que algunos analistas han denominado "cripto-expansión monetaria": una nueva vía de creación de liquidez basada en la revalorización de activos digitales. Al aumentar su precio, estos activos multiplican su utilidad como fuente de financiación, lo que a su vez puede alimentar nuevas compras y alimentar el ciclo. Es un círculo que se autoalimenta: bitcoin sube, crea más liquidez, y esa liquidez ayuda a sostener el precio del propio bitcoin.

Este mecanismo tiene efectos más allá del sector cripto. La subida sincronizada de otros activos de riesgo, desde acciones tecnológicas hasta el mercado inmobiliario o incluso el arte contemporáneo, sugiere que la liquidez sigue presente y activa. El caso reciente de Oracle, cuyas acciones se dispararon un 36% tras anunciar contratos con OpenAI, ha sido interpretado por algunos gestores como un síntoma más de exceso de dinero en busca de rentabilidad. Del mismo modo, las valoraciones de startups vinculadas a inteligencia artificial o infraestructuras de nube, como Nebius o CoreWeave— se han multiplicado en meses.

El caso de Gemini Space Station, fundada por los hermanos Winklevoss, también resulta ilustrativo. Su salida a bolsa se saldó con una revalorización inmediata del 14%, impulsada por una narrativa donde bitcoin es el eje de una futura infraestructura financiera descentralizada. En paralelo, las entradas netas en los ETF al contado de bitcoin y ethereum han vuelto a terreno positivo tras una breve racha de salidas, lo que refuerza la percepción de bitcoin como activo estructural, no coyuntural.


De la escasez a la expansión

En este contexto, bitcoin ya no se analiza solo por su oferta limitada o su política monetaria predecible. Su importancia reside cada vez más en su capacidad para actuar como generador de liquidez en ciclos donde la demanda de colateral alternativo sigue en aumento. Algunos economistas, como el presidente ejecutivo de Renta 4, Juan Carlos Ureta, han señalado esta doble función de bitcoin como activo financiero y como vector de liquidez en un entorno marcado por lo que denominan "superliquidez".

También hay implicaciones regulatorias. La reciente decisión del expresidente Trump de permitir que los planes de pensiones 401(k) puedan incluir criptoactivos, junto a la resolución del litigio entre Ripple y la SEC, refuerzan la normalización institucional del sector. Al mismo tiempo, la debilidad de los últimos datos de inflación en Estados Unidos ha aumentado la probabilidad de recortes de tipos por parte de la Reserva Federal, lo que podría añadir aún más combustible al ciclo.

El debate ahora no es únicamente cuánto vale bitcoin, sino cuánta liquidez puede activar. Qué volumen de préstamos puede respaldar. Qué parte del sistema financiero puede conectar a través de su revalorización. Y si este proceso está solo empezando, o ya forma parte estructural del nuevo orden monetario no oficial.



Economía y finanzas
Noticia
21 sep 2025 - 07:30
Fernando Latienda