jueves, 18 de septiembre de 2025

¿Qué tiene que pasar para que OpenAI sea rentable? Los usuarios deben comenzar a pagar por la inteligencia artificial de forma masiva y cuanto antes

 

Sam Altman en un presentación con Microsoft.


  • Altman no espera que la compañía ofrezca beneficios hasta 2029
  • En nueves meses, ha anunciado un enorme gasto en inversiones
  • Las cuentas salen si hay un cambio profundo entre los usuarios paragando por el servicio


El último kilómetro del maratón siempre es el más largo y duro, y para las compañías que vienen a cambiar el mundo con su tecnología, entrar en beneficios es el sprint final de una larga carrera. Le pasó a Google, Amazon, Microsoft y más recientemente a Tesla. Antes de cumplir con sus promesas financieras, se convirtieron en máquinas de quemar dinero.

Y en ese tramo está OpenAI, la compañía más grande y puntera en inteligencia artificial. En los últimos nueve meses, la firma fundada por Sam Altman se ha comprometido a gastar alrededor de 60.000 millones de dólares al año, con un contrato de 300.000 millones con Oracle, para utilizar la nube para el desarrollo de la IA. También tiene previsto invertir 18.000 millones en centro de datos y gastar 10.000 millones en chips personalizados y en el desarrollo de su propio dispositivo con el objetivo de aterrizar en la palma del usuario todo lo que está gestando la compañía.

Sin embargo, OpenAI todavía no genera beneficios y arrastró unas pérdidas de 5.000 millones de dólares en 2024. Las últimas informaciones sobre la proyección de ingresos de OpenAI hablan de 10.000 millones de dólares anuales. Con el ritmo actual de facturación, la firma de Altman conseguiría amortizar el contrato con Oracle en 30 años.

La pregunta que salta es cuánto tiempo aguantarán los números a tal dispendio. Y la respuesta está clara: dependerá de lo que aguanten sus inversores o de que los ingresos sean lo suficientemente elevados como para cubrir el gasto. SoftBank lleva invertido más de 40.000 millones de dólares y Microsoft alrededor de 13.000 millones. Hasta la fecha y de forma paralela, OpenAI ha llegado a recaudar alrededor de 58.000 millones de dólares.

Los inversores, por ahora, mantienen la fe pese a que la compañía pierde miles de millones cada año y prevé acumular 44.000 millones de dólares en pérdidas hasta 2029, primer año en el que espera beneficios. Eso es apelar a una paciencia extraordinaria de sus socios y pedir asumir un enorme riesgo financiero.

Los ingresos de la startup van camino de más que triplicarse este año, y Altman ha asegurado a sus inversores que proyecta alcanzar 100.000 millones de dólares en ventas para 2028 y 200.000 millones para 2030, según avanza The Information. Sam Altman llegó a comparar personalmente el auge de la inversión en IA con la era puntocom durante una cena el mes pasado y dijo que algunas startups e inversionistas de IA "saldrán quemados". Él no cree que OpenAI esté entre ellos.

La aplicación que ha crecido más en la historia

Lo que juega a favor de OpenAI es su crecimiento exponencial. OpenAI ha acumulado más de 700 millones de usuarios, convirtiéndose de lejos en la aplicación de consumo de crecimiento más rápido de la historia.

Pero el destino de los enormes acuerdos comerciales de OpenAI depende del cambio más difícil. Es preciso que cientos de millones de personas paguen mucho más dinero por sus herramientas y servicios en un futuro cercano. De hecho, el gasto en IA, que se proyecta que alcance casi 3 billones de dólares para 2028, descansa en gran parte sobre esa suposición. Y varios informes recientes de académicos y consultores de la industria han sugerido que podría tomar mucho más tiempo para que los usuarios se conviertan en clientes de pago de lo que el mercado ha asumido.

Solo alrededor del 3% de los consumidores paga por servicios de IA, gastando unos 12.000 millones de dólares, según un estudio reciente de Menlo Ventures. La encuesta de la firma a 5.000 usuarios de IA concluyó que las personas usan chatbots y otros modelos para una variedad de tareas tan difusa que "todavía queda un largo camino para una adopción cotidiana".

Promesas que no llegan

Una encuesta de junio de la consultora McKinsey encontró que ocho de cada diez empresas no reportan un impacto significativo en sus resultados por el uso de productos de IA. Un informe similar de una iniciativa del Instituto de Tecnología de Massachusetts dijo que el uso de IA en cientos de empresas no ha producido un crecimiento significativo de ingresos ni de ganancias.

La IA se había convertido en una promesa de revolución de la productividad. Casi a la altura de la electricidad o el motor de vapor. El consejero delegado de Microsoft, Satya Nadella, dijo en marzo que la mejor manera de medir el progreso de la industria de la IA sería si ayudara a producir un crecimiento del producto interno bruto del 10% anual, a la par del punto máximo de la Revolución Industrial. Un informe reciente de investigadores de la Wharton School de la Universidad de Pensilvania estimó que la IA aumentaría la productividad y el PIB en un 1,5% para 2035.

Aunque la mayoría de ejecutivos, inversores e investigadores a la vanguardia del desarrollo de la IA ven que la tecnología eventualmente interrumpirá prácticamente todas las industrias del mundo, muchos han comenzado a reconocer que ganar dinero con ella será un desafío más complejo y desconcertante de lo esperado.

Dave Blundin, fundador de Link Ventures, una firma de capital de riesgo enfocada en IA, llamó a la revolución de la IA "la cosa más transformadora en la historia humana", pero dijo que muchas compañías e inversores perderán dinero, destaca The Wall Street Journal.

OpenAI ambién enfrenta otros desafíos, como convertir su estructura corporativa en una empresa con fines de lucro. Aproximadamente 19.000 millones de dólares de financiamiento comprometido dependen de que OpenAI complete esa reestructuración.

A pesar de todo, muchos patrocinadores de OpenAI no ven motivo de preocupación, creyendo que la tecnología aún está en su infancia. Altman ha demostrado ser un recaudador de fondos extraordinario, obteniendo más dinero que cualquier otro director ejecutivo de startup antes que él, en parte gracias a su argumento de que su crecimiento explosivo continuará.