sábado, 13 de septiembre de 2025

El cuento de Musk de convertir a Tesla en una potencia de IA con ejército de robots no lo compra el mercado

 

Bloomberg.


  • Mantiene un precio de empresa de crecimiento, pero no lo hay por ningún lado
  • El mercado espera que el beneficio caiga un 30% este año


Elon Musk está muy interesado en alejar la imagen de Tesla de un fabricante de vehículos eléctricos y acercarlo a una compañía de robots humanoides desarrollados con IA. El magnate australiano ha llegado a asegurar que alrededor del "80 % del valor de Tesla será Optimus", una llamada al mercado para disparar las expectativas sobre la compañía, como cuando la firma amenazaba con cambiar la industria del automóvil para siempre. Pero los inversores y analistas solo ven una realidad. No hay forma de ocultar sus ventas estancadas y valoraciones cada vez más alejadas por abajo del precio de cotización.

"En este momento se puede asignar cualquier tipo de valoración a los robots", indica Thomas Thornton, fundador de Hedge Fund Telemetry a Bloomberg. Y eso significa que puede valer miles millones el futuro negocio de Tesla o cero. "Los mercados no han hecho una pizca de investigación sobre los robots. ¿Qué empresas existen? ¿Qué tan buena es su tecnología? ¿Cuánto están ganando? ¿Y realmente hay una demanda de robots personales?", se pregunta el analista.

La dura realidad es que el consenso de mercado espera que el beneficio de Tesla caiga casi un 30% este año, mientras que su negocio de robotaxi todavía está a años de generar beneficios y enfrenta una dura competencia. El desempeño de Tesla se ha visto afectado por una desaceleración general de los vehículos eléctricos, pero, al mismo tiempo, su acción se ha vuelto cada vez más cara. Las acciones cotizan alrededor de 155 veces las ganancias de la compañía en los próximos 12 meses, aproximadamente el mismo nivel que durante la fiebre tecnológica de 2021, el año en que el valor de mercado de Tesla superó por primera vez el umbral del billón de dólares impulsado por el optimismo de que los vehículos eléctricos se volverían comunes.

Esa valoración convierte a Tesla, con diferencia, en la acción más cara de los Siete Magníficos, que también incluye a los gigantes tecnológicos Alphabet, Amazon.com, Apple, Meta Platforms, Microsoft y Nvidia. La siguiente empresa más cercana del grupo es el gigante de chips de IA Nvidia, con 31 veces las ganancias futuras. Entre todas las acciones que cotizan en EEUU con un valor de al menos 100.000 millones de dólares, solo Palantir Technologies cotiza con un múltiplo mayor.

"Tesla tiene el precio de una empresa de crecimiento, pero ha visto poco crecimiento significativo de los ingresos en los últimos dos años", dijo Dmitry Shlyapnikov, analista de Horizon Investments. "Elon Musk necesita ofrecer una historia de crecimiento diferente para los inversores. Y Optimus es la respuesta".

Eso explica por qué el paquete salarial sin precedentes de 1 billón de dólares de Musk se apoya en gran medida en los robots Optimus. Pero no se puede culpar a los inversores de Tesla por sentir una especie de rechazo mientras Musk sigue cambiando su discurso sobre lo que será la compañía. La primera apuesta fue que Tesla dominaría el negocio de los vehículos eléctricos a nivel mundial, lo cual logró durante un tiempo. En abril de 2024, Musk cambió sus ambiciones, declarando que los vehículos autónomos serían el principal enfoque de la empresa. Los inversores lo acogieron con entusiasmo, haciendo que la acción se disparara.

El affaire político de Elon

Luego llegó el apoyo total del director ejecutivo al presidente Donald Trump durante su candidatura de 2024 a la Casa Blanca. Cuando Trump ganó, provocó un gigantesco repunte en las acciones de Tesla con la esperanza de que la proximidad de Musk a la administración suavizara cualquier obstáculo que bloqueara las ambiciones de conducción autónoma de Tesla.

Avanzando hasta hoy, Musk ya no está involucrado con Trump, mientras que el esfuerzo de conducción autónoma de Tesla se tambalea. La empresa tuvo problemas desde el primer día para lanzar un servicio de robotaxi con un puñado de autos en su ciudad adoptiva de Austin. Su servicio de transporte en California no es sin conductor, y comenzar en nuevas ciudades está tomando tiempo. El jueves, Tesla recibió la aprobación para comenzar a probar vehículos autónomos en Nevada.

Sin embargo, el camino hacia la adopción de la tecnología de conducción autónoma parece accidentado, y la confianza en la capacidad de Tesla para dominar ese campo está disminuyendo.

Mientras tanto, las ventas de automóviles de Tesla se han estado desacelerando a nivel mundial y los temores de aranceles automotrices más estrictos han golpeado el precio de las acciones. Las acciones han caído alrededor de un 25% desde su máximo de mediados de diciembre y han estado cotizando en un rango estrecho desde mediados de mayo. "Tesla nunca ha sido valorada estrictamente como una empresa de automóviles, sino como una apuesta por la capacidad de Musk para dar vida a un futuro de ciencia ficción", subraya Steve Sosnick, estratega jefe de Interactive Brokers. "La prometida revolución del robotaxi no parece ser suficiente, por lo que un giro hacia los robots humanoides es otro movimiento para intentar que eso suceda".

Si el renovado enfoque de Musk en Optimus puede sacar a la acción de su letargo es algo incierto, particularmente porque una pieza clave del problema de Tesla parece ser su tecnología. Por supuesto, para muchos inversores, el valor de Tesla es algo más que las ventas de vehículos eléctricos o los números de un informe de ganancias. Para ellos, en realidad se trata de una apuesta por la capacidad de Musk para seguir ganando dinero a medida que el futuro del transporte y la tecnología continúa transformándose. "Si realmente cree que Elon Musk es un genio que cambiará el mundo con sus inventos, no hay otra acción mejor que puedas comprar", dice Shlyapnikov de Horizon. El problema es si a Elon se le han terminado las buenas ideas.