El anticipado fin de la era de dinero fácil de la Reserva Federal de Estados
Unidos ha golpeado las monedas de los mercados emergentes. Y eso está
perjudicando las ganancias de empresas desde India a Brasil.
Gol Linhas Aéreas Inteligentes, la
segunda mayor aerolínea de Brasil, es un ejemplo. Un 60% de sus costos, como el
combustible, están en dólares, mientras sus ingresos están en reales. La divisa
local llegó a caer 15% frente al dólar después de que la Fed anunció en junio
que empezaría a desmantelar su programa de compra de bonos. Al martes, el
retroceso en lo que va del año era de 9,5%.
Como consecuencia, el costo de llenar el tanque de uno
de los aviones Boeing de Gol se
ha disparado a unos 70.000 reales desde unos 50.000 reales hace dos años, indicó
la aerolínea.
El debilitamiento del real fue el principal factor que
influyó en la pérdida neta de 433 millones de reales (US$192 millones) que
registró la empresa en el segundo trimestre, según la firma. La mayor aerolínea
de América Latina, Latam Airlines Group, también culpó al real por su pérdida de
US$330 millones en el mismo período.
Gol dijo que el problema no es tanto la debilidad de la
moneda, sino las amplias oscilaciones en los últimos años. La volatilidad de la
divisa "dificulta la planificación a largo plazo", indicó el presidente
ejecutivo, Paulo Kakinoff.
Otras empresas en América Latina y Asia también están
sintiendo las turbulencias, y ensayan diferentes estrategias para mitigar parte
de los daños.
Uno de los problemas más comunes es la deuda denominada
en dólares. Cuando la demanda global de commodities estaba en auge, incluso
empresas sin ingresos en dólares decidieron aprovechar la fortaleza de las
monedas locales y acumularon millones de dólares en deuda.
La embotelladora peruana de Coca-Cola Corporación Lindley SA emitió en abril
US$260 millones en bonos a 10 años, con lo que aumentó sus bonos denominados en
dólares a US$580 millones. Lindley está expuesta al riesgo cambiario relacionado
con sus obligaciones de deuda que están denominadas predominantemente en
dólares, indicó Fitch Ratings. Lindley compensa esos riesgos parcialmente con
coberturas cambiarias.
En el otro lado del Pacífico, muchas firmas asiáticas
también están pasando apuros tras asumir deuda barata en dólares durante el auge
de las materias primas. Las empresas indias tienen un total combinado de
US$100.000 millones en deuda no protegida, según datos de la firma de
calificación de riesgo india Crisil, una filial de Standard & Poor's. Un
declive de 19% en la rupia desde mayo ha aumentado el costo de pagar estos
préstamos en moneda local.
Reliance Communications Ltd., una
de las mayores empresas de telecomunicaciones indias, tiene US$3.830 millones en
deuda extranjera no protegida. La firma, que tiene que pagar este año unos
US$200 millones de esa deuda, sostuvo que no cubrió la deuda porque habría sido
demasiado costoso. Fitch Ratings prevé que cumpla con el pago, pero a expensas
de limitar su expansión.
En Indonesia, en tanto, la firma de telecomunicaciones
PT Indosat tiene
casi US$1.000 millones en deuda externa, que asumió para financiar compras de
equipos cuando las tasas en EE.UU. eran mucho más bajas que en Indonesia.
Incluso empresas con ingresos significativos en dólares
están sufriendo con la carga de su deuda. La petrolera estatal brasileña Petróleo Brasileiro SA, la
empresa más endeudada de América Latina con unos US$76.000 millones en deuda en
moneda extranjera, registró pérdidas financieras de 3.550 millones de reales en
el segundo trimestre, conforme subió el costo de la deuda denominada en dólares.
Petrobras había reportado ganancias netas de 1.800 millones de reales sólo dos
años antes, cuando la moneda local se fortalecía.
Tras ver el colapso de empresas debido a apuestas
monetarias fallidas en la crisis de 2008, el Banco Central de Brasil presentó el
mes pasado un plan de US$55.000 millones para proteger a las empresas brasileñas
de la volatilidad de las monedas extranjeras. El programa estará vigente hasta
fin de año y podría extenderse si hay demanda.
El regulador de valores de Brasil, la CVM, también está
ansioso por la debilidad del real. La entidad indicó hace poco que investigará a
JBS, la mayor procesadora mundial de carne, por seguir actuando en el mercado de
derivados. La CVM indicó que estaba preocupada por que JBS estuviera operando a
un volumen muy por encima de los niveles que se suelen registrar en el mercado
brasileño. La firma respondió que se encamina a alcanzar US$50.000 millones en
ingresos este año y que es natural que una empresa de esa envergadura cuente con
un amplio programa de cobertura cambiaria.
Muchas firmas intentan reducir costos en áreas que no
están afectadas directamente por la moneda. Gol planea hacer cambios en sus
rutas y, tras reducir el número de asientos que ofrece, haría más recortes en
vuelos menos rentables.
Aunque la volatilidad monetaria está golpeando a muchas
grandes empresas latinoamericanas, algunas se benefician del fortalecimiento del
dólar. El gigante de la electricidad Centrais Elétricas Brasileiras reportó una ganancia neta de 566
millones de reales en el segundo trimestre gracias a fluctuaciones del tipo de
cambio, debido en parte al hecho de que recibe ingresos en dólares de la represa
Itaipú, en la frontera entre Brasil y Paraguay
.
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