Escapadas para comprar en las rebajas y comenzar el año viajando a Londres, París, Roma, Berlín, Lisboa, Barcelona o Madrid.
Con el 2014 llegan las rebajas. Suelen comenzar entre el 1 y el 7 de enero, dependiendo de los comercios. En plena crisis, es la oportunidad de conseguir a bajo precio productos necesarios o algún capricho. Siete de los colaboradores de la red Viajeros Urbanos con que cuenta El Viajero nos hablan de las rebajas en las zonas comerciales más interesantes de siete ciudades europeas.
01 Londres
Por Laura Rodríguez
Ver más de 3.000 personas haciendo cola en una tienda a las cuatro de la mañana en invierno provoca cierta curiosidad. Sin embargo, la cosa resulta desconcertante cuando la fila se repite frente a otros escaparates a lo largo de más de dos kilómetros y medio. En Oxford Street (Londres) es sin duda un exponente del delirio que causa a millones de compradores un buen descuento. Pero las rebajas en esta ciudad, que comenzaron ayer, 26 de diciembre, no son para menos, con firmas y galerías comerciales con reducciones de hasta el 50%.
Harrods (Brompton Road) es el ejemplo más conocido del lujo y el exceso, con marcas exclusivas y famosos inaugurando sus rebajas. Pero la capital británica ofrece otras galerías comerciales igual de selectas con ofertas sustanciosas. Selfridges (Oxford Street) es una de las favoritas, con seis pisos y el departamento de zapatos más grande del mundo, de nada menos que 3.250 metros cuadrados. Harvey Nichols (Knightsbridge) se conoce por sus artículos de moda, y la exquisita Liberty (Great Marlborough Street) por sus colecciones de arte y artesanía.
La calle más popular para las rebajas es Oxford Street, con más de 600 tiendas. En medio, la atraviesan Regent Street, una avenida señorial que se refleja en sus firmas más caras, y Bond Street, uno de los paseos exclusivos, con nombres como Chanel, Prada o Alexander McQueen. Finalmente, menos conocida pero con buenos descuentos, se encuentra Marylebone Highstreet, un refugio con marcas independientes en uno de los barrios más caros de Londres.
Además del centro, hay otras alternativas para enero. Kings Road, famosa en los sesenta como centro del Swinging London, el movimiento hedonista de la cultura y la moda, ofrece hoy una variedad de cadenas y boutiques. Brick Lane cuenta cada vez con más negocios de diseñadores. Y los dos exorbitantes centros comerciales Wesftfield (White City y Stratford), con sus comercios, restaurantes y actividades para todos los gustos, invitan a una verdadera experiencia en la búsqueda de ofertas del siglo XXI londinense.
02 Berlín
Por Héctor Llanos
Desde hace años Berlín no cuenta con Winterschlussverkauf (WSV), el periodo oficial de rebajas de invierno, lo que no quiere decir que no las haya. Por un lado no existe la histeria y agobios que provocan este tipo de eventos comerciales. La experiencia es más tranquila, pero no apta para perezosos, porque, al ser las tiendas libres de ofrecer descuentos o no, la búsqueda de gangas se hace algo más extensa. A finales de enero —en torno al último lunes del mes— es el momento más propicio para buscarlas, ya que es cuando muchos establecimientos las ofrecen manteniendo el viejo hábito que marcaba la ley. Duraban hasta mediados de febrero, así que hay posibilidades de encontrar ofertas hasta entonces. Ocurre algo más tarde que en ciudades españolas porque la ropa de invierno sigue siendo necesaria unas cuantas semanas más.
Dos son los núcleos imprescindibles en periodo de rebajas por ser los que concentran el mayor número de tiendas. La parte norte y central de Friedrichstrasse, a partir del Checkpoint Charlie, fue reconstruida en la década de los noventa y alberga tiendas de todo tipo: desde una gran sucursal de las Galerías Lafayette al más exclusivo Quartier 206. Las franquicias low cost españolas y suecas que invaden el planeta también han encontrado su hueco aquí. En el lado occidental de la ciudad el recorrido de compras es horizontal y es el esplendor del gran bulevar Kurfürstendamm (Ku’damm en su nombre coloquial) el sitio en el que estar.
En realidad el periplo comercial comienza en la calle anterior, la Tauentzienstrasse. El punto de referencia es la parada de metro Wittenbergplatz, y a partir de ahí hay que caminar hacia el Oeste. Es donde se encuentran KaDeWe, considerados los mayores grandes almacenes de Europa. Se trata de un edificio de ocho plantas de principios del siglo XX que, a pesar de sus múltiples reconstrucciones a lo largo de estos años, encierra la esencia de la Alemania anterior a las guerras. A pocos metros de distancia la cadena alemana Peek & Cloppenburg posee uno de sus centros de mayor tamaño, con una amplia selección de marcas de moda. Ya en Kurfürstendamm se encuentran las boutiques más selectas y los más mundanos almacenes Karstadt.
03 Madrid
Por Mario Suárez
Al barrio de las Salesas en Madrid hay que ir con la intención de dar movimiento a la tarjeta (las rebajas comienzan el 1 de enero). La exclusividad y delicadeza de sus boutiques aflora en el consumismo bien realizado en tiempo de rebajas. Una primera parada podría ser en DO Design (Fernando VI, 13), un multiespacio donde comprar cerámicas y moda de diseñadores poco vistos en Madrid como Melinda Gloss o Christian Wijnants, para después tomarte un té en su rincón afrancesado. De ahí, la necesidad de renovar armario le llevan a uno a la calle de Argensola, donde el diseñador Lemoniez tiene su tienda (Argensola, 17) y muy cerca está NAC (Génova, 18), la tienda donde las nuevas ejecutivas de Madrid renuevan su armario. Se puede seguir moviendo la cuenta corriente en Nice Things (Argensola, 3), esta vez con estampados libertyy excelentes lanas y algodones.
Pero si se quiere una moda más informal hay que acercarse hasta el barrio de Triball, en la espalda de la Gran Vía. Allí ha abierto tienda la nueva firma española que no deja de salir en todos los blogs, Steve Mono (Don Felipe, 10), con los diseños en bolsos para hombre y mujer más vistos en los encuentros de moda de la capital, y con una tienda preciosa de inspiración vintage. Si seguimos con la moda de hombre, muy cerca está García Madrid (Corredera Baja de San Pablo, 26), el lugar donde comprar americanas perfectas, camisas y pajaritas con unos descuentos muy interesantes e incluso happy hour con rebajas más abultadas. Pero como esta época es para comprarse también caprichos, quizá a uno se le puede llegar a antojar un corsé de la firma española Tocado y Hundido (Loreto y Chicote, 4), el espacio que dos jóvenes diseñadores han creado para recuperar esta prenda y todo aquello que lo puede envolver, desde el tocado hasta la falda a juego.
04 Lisboa
Por Daniel Toledo
Lisboa lo tiene todo para disfrutar de las rebajas de enero y febrero: precios bajos, el encanto de una ciudad que se agarra al pasado sin renunciar a las galas de las marcas actuales, la forma encantadora en que nos absorbe dejándose pasear, ofreciendo, con la paciencia de una capital erudita, sus fachadas ataviadas de piedra y años, sus escaparates art decó, sus músicos callejeros, estatuas humanas y humeantes puestos de castañas.
En la Baixa, los nombres de las calles aluden a un pasado de artesanos, orfebres, sastres y peleteros que, desde el siglo XIII, llega hasta hoy mismo. La Rua do Ouro continúa acogiendo a los trabajadores del metal más noble; en la Rua da Prata aún quedan tiendas donde los orfebres tallan, cincelan y graban; la Rua da Conceição, antigua Rua dos Retroseiros, conserva una nutrida cuadrilla de mercerías finas, y lo mismo ocurre en la Rua dos Sapateiros, la Rua dos Fanqueiros (comerciantes de tejidos) y la Rua dos Correeiros (artesanos del cuero). La Baixa es la zona comercial más animada de la ciudad.
Para aprovechar las increíbles rebajas de las marcas internacionales, lo mejor es acercarnos al Chiado. En la Rua Garret encontramos Pull and Bear, Bershka, Benetton o Hugo Boss, y por supuesto las 54 tiendas de los Armazéns do Chiado (Rua do Carmo 2). Además, entre tanta letra célebre, descubrimos algunas de las tiendas con más encanto de la capital, como las dedicadas al café y té a granel, a los dulces caseros de chocolate o al vino de Oporto, y algunas de las cuales se remontan a principios del siglo XX.
Si somos amantes del lujo, tanto en las compras como en el hospedaje, encontraremos nuestro refugio en la Avenida da Liberdade. Prada, Chanel, Burberry o Gucci muestran aquí sus vitrinas, donde también se alojan joyerías y otras marcas portuguesas para bolsillos sin recato. Por último, no olvidemos que al otro lado del Tajo, en Alcochete, se levanta el Freeport (Avenida Euro, 2004), uno de los outlets más grandes de Europa.
05 Barcelona
Por Eduardo Riol
Unas buenas rebajas en la Ciudad Condal (en 2014 a partir del 7 de enero) deben contemplar, como mínimo, tres áreas imprescindibles. El burgués Passeig de Gràcia ofrece una flamante selección de marcas de lujo, entre las que cabe destacar la recién inaugurada Prada (Passeig de Gràcia, 88). Conviene estar atento, ya que algunas de estas firmas ofrecen ventas especiales. Los bolsillos más ajustados apreciarán el minimalismo de COS (Passeig de Gràcia, 27), la frescura deportiva de Puma (Passeig de Gràcia, 53), la oferta inacabable de Mango en su flagship store (Passeig de Gràcia, 36) y el estilo femenino y urbano de & Other Stories (Passeig de Gràcia, 8-10). La galería comercial del Boulevard Rosa (Passeig de Gràcia, 53), también merece una visita.
La paralela Rambla de Catalunya, de ritmo más apaciguado, es el lugar ideal para comprar unos buenos zapatos —para hombres en Güell (Rambla de Catalunya, 3), y para ambos sexos en RoyAlty (Rambla Catalunya, 90) o Vermont (Rambla de Catalunya, 64), y prendas de diseño como las de Lurdes Bergada (Rambla de Catalunya, 112). También aquí está la tienda japonesa de objetos de uso cotidiano Muji (Rambla de Catalunya, 81).
El corazón comercial de Barcelona se sitúa en el Barri Gòtic, en torno a las calles de Pelai, Portal de l’Àngel y Portaferrisa, siempre a rebosar de gente. Aquí se suceden las marcas de gran consumo, que se combinan con propuestas de ropa de calle (streetwear) destinadas al histerismo. Véanse Vans (Portaferrissa, 34), Le Coc Sportif (Boters, 6), Duke (Duc, 12) o American Apparel (Avinyó, 7).
La penúltima parada es el barrio del Born. Plagado de boutiques y pequeños negocios artesanos, vale la pena visitar zapaterías como Vialis (Vidrieria, 15) y Casa Munich (Antic de Sant Joan, 4). Para ropa de autor, la masculina M69 (Rec, 28), la femenina Room (Flassaders, 31) y la versátil La Comercial (; Rec, 73).
Y en la capital del disseny, dos paradas muy recomendables: Vinçon, en su fantástico espacio del Passeig de Gràcia, 96, y Bulthaup Bach (Johann Sebastian Bach, 7).
06 París
Por Camilo Sánchez
Preparados, listos, ¡ya! En enero la zona de los grandes bulevares, a un salto de la Ópera Garnier, convoca a buena parte de la legión de compradores que se desliza en busca de las mejores rebajas en París. Los carteles rojos y blancos cuelgan en los comercios grandes y pequeños. Los títeres y marionetas navideñas siguen girando en las vitrinas de arterias principales como el Boulevard Haussman, que alberga las célebres Galerías La Fayette. Un lugar que merece la pena visitar, aunque sea solo para deleitarse con su fastuosa cúpula de hierro y cristal.
En 2014 las primeras promociones en Francia desplegarán su puesta en escena a partir del miércoles 8 de enero y hasta el martes 11 de febrero.
No menos concurrida es la tradicional calle de Rivoli, cuyo trayecto más atractivo probablemente comprende el tramo entre el bulevar Sébastapol, con el metro Chatelet muy cerca, y la Rue Mahler, ya en pleno barrio del Marais. Justamente en este antiguo arrabal, viejo puerto de llegada para los judíos de Europa del este, hoy convertido en escaparate de tendencias, están situadas dos calles apetecidas por los amantes de la moda y el diseño: la Rue Vieille-du-Temple y la Rue des Francs-Bourgeois.
Del otro margen del Sena, en la rive gauche, la calle de Rennes es una buena y variada opción para quien busque compras más variadas. El metro Saint-Sulpice desemboca en el corazón de esta avenida que proporciona opciones que van desde una librería sobre automovilismo hasta comercios con objetos de decoración, zapaterías o lugares especializados en utensilios de cocina.
07 Roma
Por Lucia Magi
El fragmento de ciudad que trepa la colina del Esquilino por un lado y del Quirinale por el otro es hoy uno de los rincones más fascinantes de la capital italiana. Monti es el barrio de Mario Monicelli, del dialecto puro y duro, de bodegas y artesanos, romano hasta la médula, igual de característico que su rival Trastevere, a la otra orilla del Tíber, pero aún menos manido y comercial. Monti es un Trastevere que sobrevive indemne a la colonización masiva de los estudiantes erasmus y de turistas que parecen celebrar una perenne despedida de soltero. Plácidamente habitado por familias de toda la vida y por parejas bohemias-chic, es el lugar perfecto en las rebajas de enero (comienzan el día 6) para un shopping selecto, refinado y original. La vía del Boschetto, que sube de la placita Santa Maria dei Monti hasta la amplia calle Nacional, es su eje discreto, familiar e imprescindible. En sus 500 metros de longitud se alternan tiendas de ropa hecha a mano, joyas y zapatos artesanales, prendas vintage, diseño nórdico y firmas italianas (caras), objetos estilosos para la casa, muebles de los cincuenta y sesenta, y —lo que no puede faltar— cálidos locales donde pararse para un té o una comida, dependiendo de la hora.
La primera cafetería que merece una parada se llama Cívico 4, justo al principio de la calle. Pocos pasos más adelante, en el número 117, se abre la galería Ashanti, donde Raffaele Cinzio expone lienzos de autores contemporáneos junto a pulseras, anillos, colgantes y pendientes de plata, oro o bronce que produce él mismo ‘de la A a la Z’, garantiza. En el mismo lado se encuentra la tienda Gallina Smilza (Via del Boschetto, 129), que vende productos de plástico de la marca danesa Rice, para colorear el menaje doméstico. Wunderkammer es la palabra alemana para los gabinetes de maravillas, aquellos lugares en los que durante la época de las grandes exploraciones se coleccionaba una multitud de objetos raros o extraños. Es también el nombre de una tienda imprescindible para todo apasionado de diseño de la década de los cincuenta y sesenta (Boschetto, 130). Si lo que gusta es la ropa de aquella época, hay muchas alternativas: King Size (en el número 94) vende vestidos por 10 euros cada kilo; Kokoro (en el 75) selecciona prendas y las actualiza con ingeniosos golpes de la máquina de coser, y Blue Goose (en el 4) parece un viaje en el baúl de una abuela adinerada y que amaba calzar las mejores firmas de la moda italiana e internacional.
La calle es también el paraíso de la artesanía con estilo y encanto: Tina Sondergaard busca lanas y tejidos de primera calidad y crea vestidos, faldas y pantalones que son piezas únicas (en el número 1 d); en la boutique Colpo di Tacco (15 a) se venden zapatos y accesorios diseñados por artistas mujeres y locales: destaca la WoWoBag, una bolsa pensada para la mujer que trabaja, llena de estuches y bolsillos sin dejar de ser elegante (en su perfil de Facebook hay fotos); Perlei (35) vende las joyas de Kely Paucar Bolaños, peruana adoptada por Roma, realizadas en plata, piedras duras o lávicas, bañadas en oro o de silicona o seda: el efecto teatral está garantizado, cualquiera preguntará al viajero dónde compró esos estupendos pendientes.
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