La 'fiebre del bitcoin' no debe nublar la prudencia de los inversores
El bitcoin se ha convertido en un activo que genera tanta incertidumbre como atracción, hasta el punto de que Satoshi Nakamoto bien podría ser uno de los nombres del año 2013. Con este seudónimo firmaba la persona o grupo de personas el protocolo de encriptado del bitcoin desarrollado en 2008.
En menos de cinco años no sólo ha conseguido una repercusión mundial, sino que también ha sido una de las inversiones más rentables de los últimos meses. ¿Qué otro activo ha dado una rentabilidad de un 6.500% en el último año? ¿Y que haya llegado a conseguir una rentabilidad del 8.490% hasta sus máximos de finales de noviembre?
El bitcoin es una moneda virtual que funciona al margen de los bancos centrales. Esto es, no hay una autoridad que gestione la emisión de moneda y su oferta está limitada y regulada por un algoritmo. Su fama ha llegado repentinamente en este año con una enorme proyección en los medios y con un gran número de estudiosos siguiendo su cotización imparable. Su apreciación recuerda a varias burbujas surgidas en la Historia de la Economía, lo que ha llevado a algunos expertos a equipara esta situación con la vivida en Holanda con el boom de los tulipanes de los años 1636 y 1637. Una comparación realmente acertada debido a que, por el momento, esta burbuja no parece venir sustentada con un endeudamiento de los inversores, lo que siempre resta su virulencia (nada tiene que ver con la burbuja inmobiliaria construida sobre el aumento del pasivo).
Bitcoin y burbuja son dos términos que van actualmente de la mano. "Si no es una burbuja, se le parece mucho", explica Javier Flores, analista de Asinver, "ya que los inversores no compran porque sea un refugio de valor, sino porque creen que es un pelotazo". Por este motivo, el usuario debe ser muy prudente a la hora de comprar un activo tan volátil y que no tiene una autoridad monetaria detrás que sustente su valor.
Los descensos del bitcoin de los últimos meses han sido bruscos, producidos en ocasiones por una noticia que afecta a su cotización, y además vienen acompañados de un gran volumen de negociación. Las cuatro sesiones que más dinero ha movido el mercado de bitcoins han sido jornadas bajistas. Esto significa que se pone a la venta una gran cantidad de papel cada vez que hay una noticia negativa, lo que significa una gran volatilidad.
Además, en los próximos meses el bitcoin podría recibir noticias negativas para su precio, ya que "países como EEUU, India o Francia quieren regular su uso", explica Javier Santacruz, analista de Oro y Finanzas.
Es la especulación
Esta moneda virtual, que no es la única, no es más que un invento que podría ser revolucionario que ha caído la mala fortuna de caer en las garras de los especuladores. Mientras esta situación siga así la volatilidad y el riesgo de esta inversión será muy elevado, aunque las posibilidades de conseguir ganancias también puedan ser jugosas. Sin embargo ¿qué fundamentales pueden sostener que el bitcoin tenga una capitalización en el mercado de más de 11.000 millones de dólares?
Desde Bank of America sitúan su valor de mercado en 15.000 millones de dólares, lo que significa, con el actual volumen de monedas en el mercado, un precio de 1.300 dólares cada bitcoin. Su valoración se sustenta en dos principios fundamentales: "puede convertirse en uno de los principales métodos de pago para el comercio electrónico y la transferencia de dinero, así como una significativa reserva de valor, con una reputación próxima a la de la plata", explican los analistas de la entidad, lo que sería el pilar de que la demanda se mantuviese en el tiempo.
Una de las mayores ventajas del bitcoin es su facilidad para realizar transferencias y pagos, con total anonimato, sin necesidad de realizar cambios de divisas (que siempre tienen una comisión por servicio) y al margen de la actuación de los bancos. Una situación que otorga a la moneda una flexibilidad que muchos usuarios demandan en el creciente negocio del comercio electrónico.
Una moneda 'sin color'
Sin embargo, el total anonimato del bitcoin se ha convertido en un motivo de temor por parte de los legisladores debido a la difícil situación de enmarcarlo dentro de la ley. Su total anonimato permite convertir dinero negro en moneda electrónica y operar con normalidad. El bitcoin no es ni negro ni blanco, sino que tiene un tratamiento homogéneo independiente de su procedencia: distingue de colores. El dinero procedente de actividades ilegales "entra en el mercado de bitcoins y puede quedarse", explica Diana Fernández Soutullo, abogada especializada en nuevas tecnologías de la información y comunicación.
Esta moneda electrónica también cuenta con un tratamiento fiscal diferente al de cualquier divisa común, ya que "en realidad no es una divisa como tal, aunque tiene valor y cotización", explica Soutullo. Esto significa que las compras realizadas con el bitcoin reciben un tratamiento similar al trueque o las permutas, de modo que no debería contabilizarse el IVA en estas operaciones. "No es una moneda fiduciaria con curso legal", advierten el equipo de desarrollo de la moneda, sin embargo, algunas jurisdicciones sí que establecen impuestos para gravar sus actividades, reconocen.
"El bitcoin permite hacer pagos que no tributan", explica Javier Flores, por lo que esta situación libre de impuestos sobre el consumo da un gran atractivo al bitcoin para el usuario. "En algunos lugares donde se regula el pago con esta moneda, el impuesto se aplica en su valor equivalente a la divisa del país", explica Javier Santacruz.
Javier G. Jorrín 9:18 - 12/12/2013
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