La Cámara aparta de su escaño a 'Il Cavaliere', condenado por el 'caso Mediaset', con efectos inmediatos. El ex primer ministro se presenta como una víctima, afirma que es "un día de luto para la democracia" y proclama que no piensa irse a un convento.
Estaba cantado y no hubo ninguna sorpresa al final: el Senado italiano aprobó este miércoles por la tarde la expulsión de Silvio Berlusconi tras su condena en firme a 4 años de prisión por fraude fiscal —por su avanzada edad, quedará reducida aproximadamente a un año de cumplimiento de servicios sociales—. El pleno de la Cámara Alta rechazó las nueve propuestas presentadas por varios senadores para que no se le aplicara a Berlusconi la llamada Ley Severino del Gobierno de Mario Monti, que establece la retirada del escaño a los condenados a penas superiores a dos años de cárcel.
Las nueve votaciones, que se celebraron sobre propuestas que rechazaban la validez de la "ley Severino" y que se celebraron mediante el procedimiento telemático (permite saber la opinión de cada senador), tuvieron un resultado muy parecido, situándose en una media de 194 votos en contra, 114 a favor y 2 abstenciones. La aplicación de la llamada Ley Severino supone además que Berlusconi no pueda presentarse a ninguna convocatoria electoral en Italia, ni europea por una lista italiana, en los próximos seis años, lo que puede generar nuevos conflictos institucionales.
La retirada del escaño a Berlusconi contó con el apoyo, entre otros, del Partido Demócrata (PD) del actual primer ministro, el socialdemócrata Enrico Letta; el Movimiento 5 Estrellas (M5S) del cómico Beppe Grillo, y el grupo Elección Cívica de Mario Monti. Votaron en contra, entre otros, Forza Italia de Berlusconi, la Liga Norte y los antiguos correligionarios de Il Cavaliere, el grupo del Nuevo Centroderecha que lidera el considerado como su delfín, Angelino Alfano, que se escindió por su desacuerdo sobre el apoyo al Ejecutivo de coalición.
La retirada del escaño a Berlusconi, de 77 años y quien entró en política en 1994 precisamente con Forza Italia, supone más allá de una humillación para el ex primer ministro, la pérdida del aforamiento parlametario que le atribuía su condición de senador y la posibilidad de participar de modo directo en la vida legislativa.
Il Cavaliere cesa como senador, pero no se retira de la vida pública. Al menos eso es lo que dijo cuando su expulsión era inminente: se revolvió como una fiera herida y, por supuesto, no se fue sin morder y se despachó con unas declaraciones contundentes contra sus adversarios políticos.
"Brindan porque han llevado a un adversario, a un enemigo, según dicen algunos, ante un pelotón de ejecución, lo que habían esperado desde hace 20 años. Por eso hoy están eufóricos [...] Pero no creo que con esto hayan vencido definitivamente al partido de la democracia y la libertad. Nosotros no nos retiraremos a ningún convento", dijo el ex primer ministro.
Berlusconi se presentó como una víctima de la democracia: "Más allá de la conmoción, que creo no es solo mía, sino por vuestras miradas, creo que es también vuestra, estamos aquí en un día amargo, un día de luto para la democracia", dijo el político y empresario en una multitudinaria concentración convocada en su apoyo ante su céntrica residencia romana, el Palacio Grazioli.
Il Cavaliere lamentó que sus otrora socios en el Gobierno, en referencia al Partido Democrático, se apresuraran en proceder a su expulsión del Senado en virtud de la condena firme en su contra por el caso Mediaset. En este sentido, denunció que un procedimiento que normalmente ha llegado "catorce meses, conmigo en tres semanas se ha resuelto".
Así las cosas, Berlusconi acusó al centro-izquierda de haber "pisoteado la ley" y denunció que se está "aplicando retroactivamente a hechos de hace 30 años una ley aprobada el año pasado". Según Berlusconi, se está "violando" el principio de "la no retroactividad de las penas" así como la Constitución italiana y la Convención Europea de Derechos Humanos.
"Incluso no siendo parlamentario se puede seguir luchando por nuestra libertad", dijo, dando por seguro que los senadores le expulsarán de la Cámara y le quitarán su inmunidad como parlamentario.
Por lo que respecta al Gobierno italiano, Enrico Letta, primer ministro, aseguró este lunes que su Ejecutivo es aún "mas fuerte" a pesar de haber perdido el apoyo de los parlamentarios del partido de Silvio Berlusconi, Forza Italia. Precisamente la decisión del Senado llega el día después de que el grupo de Berlusconi, Forza Italia, anunciara su salida de la coalición de Gobierno. "Quiero evitar que se diga que los números con los que cuenta esta mayoría son insuficientes. Son números justos, más fuertes y más unidos y que servirán para aplicar el programa gubernamental con determinación".
El ex primer ministro tiene también pendiente por el caso Mediaset el recurso al Tribunal Supremo de la pena accesoria de dos años de inhabiltación para cargo público impuesta por la Corte de Apelación de Milán (norte de Italia) el pasado 19 de octubre.
PÚBLICO / AGENCIAS Roma 27/11/2013 17:50 Actualizado: 27/11/2013 20:18
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